Consciente o inconscientemente se vuelve a querer llevar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional al terreno de una legalidad limitada a las actividades electorales.

En los tiempos posteriores a la Consulta Nacional e Internacional, durante las primeras sesiones del Diálogo de San Miguel/San Andrés y con una lectura equivocada de la Ley para el Diálogo, las voces oficiales repetían sin variar que el EZLN tenía que ser una fuerza política legal convertida en partido político y participar en todas las elecciones. Ahora, desde el Foro Especial para la Reforma del Estado convocado por el EZLN, que ha sido el marco en el cual se han hecho precisiones y relaciones entre diversas fuerzas del país, reaparece la confusión.

Dados los acontecimientos en Guerrero de los días anteriores, el tema más relevante de la primera conferencia de prensa del EZLN fue la aparición del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en el vado de Aguas Blancas y la pregunta más recurrente fue acerca de su relación con ése. El subcomandante Marcos explicó que desde el Diálogo de San Cristóbal en Catedral tenían el mando de las comunidades con la posibilidad de hacer todo tipo de alianza o acuerdos con organizaciones políticas, pero también desde entonces tienen prohibido expresamente por las comunidades hacer acuerdos y alianzas con organizaciones armadas y clandestinas. Esta posición no parece haber motivado confusiones.

Las entrevistas con representantes de partidos y las declaraciones publicadas posteriormente han dejado un margen de interpretación en el que caben diferentes versiones.

Desde mi punto de vista es excesivo calificar de alianza política a la relación bilateral que el EZLN formalizó en San Cristóbal de las Casas con el Partido de la Revolución Democrática y después con el Partido del Trabajo, entre otras razones porque sus estrategias políticas son diferentes, y se pueden resumir en su concepción de transición a la democracia, íntimamente vinculada con la de la vía para acceder al poder.

Para los partidos políticos registrados es incuestionable la vía electoral para transitar a la democracia y para conquistar el poder. Para el EZLN, bajo las condiciones actuales, las elecciones ya demostraron su inviabilidad para conquistar la democracia y el poder, concepción que se puede encontrar a lo largo de los cuatro textos de Declaración de la Selva Lacandona.

Es precisamente este último texto, el de la Cuarta Declaración del 1 de enero del presente año, el que contiene las posiciones básicas que distinguen al Frente Zapatista que es la propuesta de fuerza política con base en el EZLN, y que lo diferencian de los partidos políticos en general, de las aspiraciones electorales de sus miembros, y enfocan su esfuerzo hacia la construcción de una sociedad democrática antes que a la conquista del poder, con las características que hasta ahora tiene ese poder establecido.

De la entrevista con López Obrador evidentemente no pudo haber resultado ninguna alianza política del PRD puesto que, hasta donde se conoce y entiende el proceso interno por su dirección nacional, Andrés Manuel no podía hablar a nombre de, ni comprometer a todo su partido. Los dirigentes y legisladores que difundieron la Declaración de las representaciones del Comité Ejecutivo Nacional y del Grupo Parlamentario del PRD sobre el diálogo con la Comandancia General del EZLN firmaron ese documento el pasado 1 de julio, y del mismo no se desprende que hayan sellado alguna alianza política.

De los datos que se dieron a conocer después de las entrevistas de los representantes partidarios con el subcomandante Marcos tampoco se desprende un compromiso electoral. Las referencias a las elecciones de 1997 se explican por el interés que tienen los partidos políticos en los procesos electorales, pero ese interés no debe confundirse con que el EZLN esté preparando alianzas electorales para postular candidatos a puestos de elección bajo el registro prestado de alguno de los partidos políticos con los que ha estado formalizando su relación.