Motín de jornaleros en San Quintín, BC
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 4 de julio En protesta por la falta de pago de salarios atrasados, más de 700 campesinos se manifestaron violentamente en el valle de San Quintín, ubicado al sur del municipio de Ensenada. En estos hechos fueron incendiados varios vehículos y saqueados 25 almacenes comerciales.
La Policía Judicial del Estado (PJE) informó que los jornaleros ocuparon las instalaciones de la empacadora Santa Anita, donde laboran, y lesionaron a tres agentes de esa corporación que intentaban desalojarlos.
Según una versión, en los enfrentamientos habrían resultado dos personas muertas. Sin embargo el gobernador del estado, Héctor Terán Terán, negó lo anterior y en una conferencia de prensa ofrecida en Tijuana informó que al menos 80 personas están detenidas.
Por su parte, el procurador general de Justicia estatal, José Luis Anaya Bautista, dijo que hay 64 consignados al Ministerio Público, aunque es posible que este viernes sean liberados todos los involucrados.
Se conoció además que el Ejército Mexicano realiza un patrullaje en la zona para evitar que resurjan los brotes de violencia. Al respecto, el gobernador Terán comentó que la presencia militar en San Quintín ``es sólo preventiva''.
Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos (CBDH), señaló que la violencia se inició cuando un agente judicial maltrató a un menor de origen indígena que participaba en la manifestación. Sobre este punto, el procurador Anaya Bautista precisó que al grupo de campesinos manifestantes ``se sumó otro contingente de personas ajenas al conflicto que comenzaron a agredir a los policías judiciales e iniciaron el zafarrancho''.
Hace una semana, los trabajadores realizaron un paro laboral en demanda de que se les pagara el salario que les adeuda la empresa. En respuesta a la amenaza de huelga, la parte patronal suspendió el suministro de energía eléctrica y agua potable en el campamento en donde habitan los jornaleros, según dijeron estos últimos.
Apenas el pasado lunes se anunció que la empresa y los trabajadores, asesorados por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), llegaron a un acuerdo que incluía el pago de los adeudos a más tardar el miércoles 3 al mediodía, así como la participación de la parte patronal en el mejoramiento de las viviendas de los trabajadores.
Sin embargo, esto no ocurrió así, lo que ocasionó el enojo de los campesinos que se consideraron engañados. La empacadora ofreció que los pagos se harán a más tardar la tarde de hoy viernes, por lo que los empleados aceptaron regresar a sus labores. Asimismo, la empresa acordó con las autoridades pagar los daños ocasionados por los jornaleros.
En San Quintín habitan más de 40 mil migrantes que realizan labores agrícolas y, según Clark Alfaro, ``muchos de ellos están armados, no para realizar un movimiento similar a los de Chiapas o Guerrero, sino que es parte de su cultura contar con al menos una pistola en la casa''.
De acuerdo con la información proporcionada por el gobernador, se tienen identificadas a tres personas que al parecer encabezaron el movimiento, los cuales serán acusados de daños en propiedad ajena por los destrozos ocasionados a varios vehículos y a los almacenes que fueron saqueados.
El mandatario señaló que actualmente el estado se encuentra tranquilo y sin brotes de violencia. Indicó que se iniciará un diálogo con los dirigentes campesinos y adelantó que este año se invertirán 55 millones de pesos en obras de desarrollo para la región rural de Ensenada.
Por su parte, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) en ese lugar, consideró ``urgente'' una revisión por parte de las autoridades de las condiciones generales de trabajo en varios campos de cultivo de la zona.
La central campesina asegura que en varios campamentos, como el de Antonio García, persiste la presencia de guardias blancas, que son trabajadores armados que sirven incondicionalmente a los patrones.
Asimismo Sergio Méndez, del Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, comentó que la situación de abandono en la que viven los campesinos en el valle de San Quintín ``es desesperante y eso es lo que motivó el levantamiento de anoche, el cual es sólo una llamada de atención a las autoridades''.