Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higiea y Panacea, así como por todos los dioses y diosas, poniéndolos por testigos, dar cumplimiento en la medida de mis fuerzas y de acuerdo con mi criterio a este juramento y compromiso 2
Tener al que me enseñó este arte en igual estima que a mis progenitores, compartir con él mi hacienda y tomar a mi cargo sus necesidades si le hiciere falta; considerar a sus hijos como hermanos míos y enseñarles este arte, si es que tuvieran necesidad de aprenderlo, de forma gratuita y sin contrato; hacerme cargo de la preceptiva, la instrucción oral y todas las demás enseñanzas de mis hijos, de los de mi maestro y de los discípulos que hayan suscrito el compromiso y estén sometidos por juramento a la ley médica, pero a nadie más.
Haré uso del régimen dietético para ayuda del enfermo, según mi capacidad y recto entender: del daño y la injusticia le preservaré.
No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni haré semejante sugerencia 3. Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo 4. En pureza y santidad mantendré mi vida y mi arte.
No haré uso del bisturí ni aun con los que sufren del mal de piedra: dejaré esa práctica a los que la realizan.
A cualquier casa que entrare acudiré para asistencia del enfermo, fuera de todo agravio intencionado o corrupción, en especial de prácticas sexuales con las personas, ya sean hombres o mujeres, esclavos o libres.
Lo que en el tratamiento, o incluso fuera de él, viere u oyere en relación con la vida de los hombres, aquello que jamás deba trascender, lo callaré teniéndolo por secreto.
En consecuencia séame dado, si a este juramento fuere fiel y no lo quebrantare, el gozar de mi vida y de mi arte, siempre celebrado entre todos los hombres. Mas si lo trasgredo y cometo perjurio, sea de esto lo contrario.
1. Es la síntesis más elevada y concentrada de lo que la antigüedad y específicamente, la medicina hipocrática, tenían ue decir sobre el comportamiento del médico. El papa Clemente VII, en la bula Quod jusiurandum de 1531, lo prescribía a todos los que obtenían el grado en medicina; todavía en 1948 la Asociación Mundial de Médicos adoptó este juramento como base de sus formulaciones deontológicas. Desafortunadamente hoy, las escuelas de medicina han abandonado la sana práctica del Juramento. Ante la situación actual en México, que además corre el peligro de menospreciar el efecto curativo de la relación médico-paciente cambiandola por asuntos de natruraleza jurídica es importante tener a la vista la posición hipocrática. El texto está tomado de Hipócrates, Tratados Hipocráticos I, Gredos, Madrid, 1990, pp. 77-83.
2. La referencia a los dioses revela la naturaleza sagrada del juramento.
3. De acuerdo con los estudiosos de las obras hipocráticas como Deichgr„ber Edelstein, LittrŠ, G.Harig J. Kollesch y Amundsen, aquí no se hace referencia a la eutanacia que no presentaba problemas en la antigüedad, más bien se refiere al envenenamiento.
4. El aborto terapeútico está presente en la mayor parte de las obras hipocráticas, en particular en Enfermedades de las Mujeres y sobre el aborto no terapeútico hay discusiónpero hay al menos un caso en el Corpus Hipocraticum de un aborto practicado a una balilarina en Sobre la Naturaleza del Niño, 13. Por otra parte en Grecia no existían prejuicios acerca del aborto como puede verse en las posturas de Platón (República 461c; Leyes 740d) o en Aristóteles (Política 1335b 20 ss.) Notas: J. F.