La Jornada 11 de julio de 1996

Llama Zedillo a poner fin a enconos

Elena Gallegos El presidente Ernesto Zedillo llamó ayer a la concordia y dijo que los mexicanos no quieren una sociedad dividida por enconos, reclamos y discordias estériles ni marcada por desaveniencias entre líderes políticos incluso de la misma filiación, jerarcas religiosos, dirigentes gremiales y medios de comunicación.

También criticó que se pretenda sustituir con sensacionalismo el papel que sólo corresponde a las instituciones y a las leyes o que se busque resolver las controversias con ``la injuria y el escándalo'' en lugar de que prevalezcan la objetividad, el decoro y el rigor legal para llegar a soluciones.

Advirtió: ``Esas pugnas acaban minando las bases democráticas que todos estamos construyendo''.


El presidente Ernesto Zedillo durante el Primer Informe
de los Avances del Programa Nacional de Población.
Foto: Heiko Meyer

Por eso convocó a que impere la concordia, el respeto y la civilidad mutua para que las organizaciones políticas y sociales, las agrupaciones gremiales y empresariales las instituciones privadas y públicas y los medios de comunicación sean cada vez mejores.

Fue así como el jefe del Ejecutivo aludió a los diferendos que han saltado al escenario nacional en las últimas dos semanas y que lo mismo involucran a figuras de algunos partidos políticos que a influyentes líderes obreros o a las dos televisoras más importantes.

En un acto que se efectuó ayer por la mañana en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, y luego que se rindió el primer informe de los avances del Programa Nacional de Población, Ernesto Zedillo convino en que se deben unir esfuerzos para que el tramado institucional y social sirva más y mejor a la libertad y al ejercicio de los derechos, a la educación y a la formación integral, a fomentar las actividades productivas, a atemperar las conductas antisociales y a erradicar la violencia.

Insistente, habló de la necesidad de enaltecer e inculcar los valores morales de las familias y reiteró que la unidad de esfuerzos debe hacerse en un marco de libertad, responsabilidad y concordia.

En el presídium, los secretarios Emilio Chuayffet Chemor, Miguel Limón Rojas, Carlos Rojas Gutiérrez, Julia Carabias, Francisco Labastida Ochoa y Arturo Warman, así como el jefe del Departamento del Distrito Federal, Oscar Espinosa Villarreal, escucharon cómo el Ejecutivo se refirió a la necesidad de trabajar para perfeccionar y consolidar la vida democrática, sin desperdiciar energías en pugnas estériles.

El Presidente fue puntual: ``Los mexicanos no queremos vivir en una atmósfera social en la que las desaveniencias y los incidentes de controversia que deben resolverse únicamente con los instrumentos y los medios que nos da la ley, sean usados para descalificar los profundos cambios realizados para avanzar a una sociedad más abierta, más libre y más participativa''.

Consideró: ``Los mexicanos queremos una sociedad plural, sí, pero unida en lo fundamental; una sociedad nutrida por su vital diversidad, sí, pero cohesionada por la concordia; una sociedad en la que se expresen libremente las ideas y todas las opiniones, sí, pero siempre en el marco de la ley, el respeto y la civilidad mutua y en el reconocimiento de todos como miembros de una gran nación que también nos identifica a todos por igual''.