Telecomm, desplazado de las transferencias de fondos
Víctor Cardoso Empresas privadas como Elektra, los bancos Bital y Promex, y hasta las farmacias El Fénix han entrado a competir en el negocio de la transferencia electrónica de fondos de Estados Unidos a México, que representan unos 2 mil millones de dólares al año y que tradicionalmente había sido una actividad exclusiva de los giros internacionales.
En ese negocio el organismo gubernamental Telecomunicaciones de México (Telecomm) ha visto perder cerca del 50 por ciento de una fuente de recursos que le generan el 63 por ciento de sus ingresos, es decir, unos 400 millones de dólares anuales.
Además de esa competencia el organismo enfrenta un proceso de restructuración que escindirá el área satelital de los servicios telegráficos, con el riesgo de que sean despedidos por lo menos 5 mil trabajadores.
Asimismo, empresas de paquetería como DHL, Estafeta, Federal Express y Flash desplazaron a Telecomm en el manejo de telegramas y entrega de notificaciones o recibos de empresas como Banamex y Bancomer, pues lograron abatir significativamente sus tarifas frente a las de Telecomm.
Desde marzo del año pasado las autoridades de Telecomm anunciaron al sindicato del organismo --que agrupa a unos 15 mil trabajadores a nivel nacional-- su deseo de iniciar 1996 con 5 mil 300 plazas menos, a fin de posibilitar una sustancial reducción de gastos operativos.
Hasta el momento la reducción de personal se ha diferido, pero los trabajadores se enfrentan a un destino incierto ya que a partir del 10 de agosto deberá constituirse la Comisión Federal de Telecomunicaciones, que absorbería gran parte del personal actualmente adscrito a la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico.
Consultado al respecto, el secretario general de la sección Distrito Federal, Juan Manuel Madrigal, señaló que los trabajadores no se oponen a la restructuración, pero las autoridades no han definido el destino que tendrá Telecomm una vez que sea dividido en área satelital y servicios telegráficos.
Señaló que de manera ``disciplinada'' el sindicato ha logrado detener el despido masivo, la desaparición de comedores o la contratación con empresas privadas de servicios generales (limpieza, jardinería, mantenimiento, etcétera). Pero del proceso de restructuración, dijo, no se ha informado nada.
En el área satelital, según documentos oficiales, se podría prescindir hasta de 600 trabajadores una vez que esos servicios sean licitados entre la iniciativa privada, en tanto que Telégrafos sería fusionada o transferida al Servicio Postal Mexicano (Sepomex).
Sin embargo, advirtió Madrigal, una fusión con Sepomex representaría ``meterle dinero bueno al malo'', ya que el correo requiere subsidios del gobierno federal, mientras el servicio telegráfico es superavitario y capta el 50 por ciento de los ingresos de Telecomm mediante los giros internacionales.
Larga historia
Desde 1933 el gobierno federal pretendía fusionar Telégrafos Nacionales y Correos (actualmente Sepomex). Ese año los empleados telegráficos realizaron una huelga de oposición, de la cual derivó la celebración del Día del Telegrafista.
Cinco décadas después, en 1986, se constituye Telégrafos Nacionales como organismo público descentralizado, y en 1989 se fusiona con la entonces dirección general de Telecomunicaciones para crear a Telecomm.
Ahora, con la modificación al párrafo cuarto del artículo 28 constitucional en 1995, el organismo volverá a separar el área satelital de la telegráfica, y esta última completaría un trabajo conjunto que desde hace tres años realizan Sepomex y Telecomm en unas 400 oficinas en todo el país donde se ofrecen servicios de ambos organismos.