LIBERAN A BARCO Y A 11 LIDERES MAS DEL SUTAUR
La liberación de los dirigentes del Sutaur 100 fue posible por una decisión judicial de transferir 24 millones 398 mil pesos de un fideicomiso del sindicato al juzgado 16 penal, como garantía de que habrá reparación del daño causado a casi 600 ex trabajadores jubilados y pensionados si se comprueba el abuso de confianza.
La resolución fue adoptada por el juez 16 penal, Enrique Gallegos Garcilazo, quien fijó una fianza de 150 mil pesos para cada uno de los 12 coacusados, en lugar de la caución de 10 millones de pesos que había establecido en abril de 1995.
Integrantes del Sutaur en la conferencia del comité ejecutivo
del sindicato tras la liberación de Ricardo Barco y otros líderes.
Foto: Frida Hartz
La defensa entregó 140 mil pesos en efectivo y, como garantía, 60 escrituras de propiedades particulares de los trabajadores, las cuales ya tenían desde el año pasado, cuando trataron de liberar a sus dirigentes.
El juicio continúa y podría durar varias semanas o meses, ``eso no lo sabemos'', pero, en tanto, la próxima audiencia está convenida para el 12 de enero de 1997, explicó el asesor del Sutaur 100, Ricardo Barco López.
Alcanzaron la libertad alrededor de las dos de la madrugada de ayer y, posteriormente, en conferencia de prensa por la mañana, Ricardo Barco dijo que ``el asunto fue muy enredado porque se azuzó a un grupo para que iniciara acciones en nuestra contra. Ahora los que participaron en estos hechos bochornosos lo que quieren es cubrirse las espaldas''.
En la tarde, en una asamblea de bienvenida para sus líderes, que estuvieron presos durante más de un año, unos cinco mil ex trabajadores de la Ruta 100 acordaron exigir al DDF el reinicio de las negociaciones para entregar los títulos de concesión de tres nuevas empresas de transporte en la ciudad, así como el cumplimiento del acuerdo político firmado el 26 de abril pasado.
Los trabajadores también convinieron solicitar la entrega de cinco módulos -ya comprometidos-, que servirán de base para el funcionamiento de dos de las empresas. Estos son el 10, 13, 20, 41 y 51. Barco recordó que el DDF ha ofrecido hasta ahora la concesión de dos empresas y la posibilidad de una tercera, ``pero nosotros ya damos por hecho que la tendremos y ya les echamos el ojo a los módulos 4, 6, 23, 27 o 39''.
Con la entrega de las instalaciones y las unidades correspondientes, los trabajadores podrían empezar a trabajar ``mientras las autoridades se deciden a entregar las concesiones'', señaló Barco.
Al grito de ``este barco no se hundió'' y los ``duro, duro'' de siempre, los camioneros (como los llamó otro de los ex presos, Gabino Camacho) recibieron a Ricardo Barco y aceptaron su propuesta para constituir el fondo de inversión, con el cual se adquirirán los autobuses para las nuevas empresas.
Antes de Ricardo Barco, hablaron uno a uno los otros once dirigentes que estuvieron encarcelados en el Reclusorio Oriente. Todos agradecieron y saludaron el apoyo de sus compañeros y los convocaron a seguir luchando en unidad y a iniciar una nueva etapa de lucha en la que los retos son inmensos, y aunque el éxito no va a ser fácil, ``sabemos que los únicos con capacidad para dar un servicio de transporte eficaz y altamente humano son los trabajadores de Ruta 100'', dijeron.
Barco hizo un reconocimiento a quienes colaboraron en su liberación, a las organizaciones que los apoyaron, y sobre todo al magistrado asesinado Abraham Polo Uscanga, quien había ofrecido declarar en favor de los miembros del Sutaur 100. En seguida, se dejaron escuchar los gritos de ``justicia, justicia'', que a mano alzada dieron los trabajadores.
Para Rafael Alvarez Caborno, abogado de los ex trabajadores, los más de 24 millones de pesos depositados deberán destinarse al pago de los denunciantes y también para quienes han presentado querella en 32 averiguaciones previas que están en curso en la PGJDF, y aún no se consignan al juez.
Dijo que la transferencia de recursos ``parece la salida del problema, pero falta ver la voluntad del Sutaur para empezar el pago a cada ex trabajador'', lo que hasta ahora parece no existir.
Por otra parte, el asambleísta del Partido del Trabajo Germán Aguilar Olveras señaló que la liberación de Ricardo Barco constituye una derrota al regente Oscar Espinosa y sus políticas represivas contra de luchadores sociales independientes, aunque sienta un precedente grave porque cualquiera que disienta del gobierno corre el riesgo de ser encarcelado con acusaciones falsas, como ocurrió con los líderes del Sutaur.
En tanto, la Comisión Plural de la Asamblea afirmó que con esto ``culmina otra de las etapas para la solución del conflicto Ruta 100'', y expresó su reconocimiento a las autroridades y trabajadores, ``por la voluntad que han demostrado para encontrar en los marcos de la ley una solución política adecuada''.
(Angeles Cruz, Ricardo Olayo y Alberto Nájar)
Ricardo Barco, asesor jurídico del Sutaur 100, asume: ``tenemos un reto enorme en el hecho de que un sindicato se transforme en sociedad mercantil. Los trabajadores no tienen experiencia en la administración de empresas, muchos no saben leer, y ahora se dedicarán a cuidar la producción de bienes y servicios. Mentiría si dijera que no hay temor, porque es lo desconocido a donde vamos; lo que nunca hemos hecho''.
Mentiría, insiste en entrevista, si digo que no hay temor a ser empresa. Y lo digo porque es importante, ``aunque tenemos la seguridad de que los retos tomados se cumplen, hay el asunto de que hubo mucho burocratismo en el organismo patrón, y está claro que los trabajadores van a un cambio y deben eliminar esos vicios''.
Barco, quien se encuentra en libertad bajo fianza, y desde el momento mismo de su salida se reincorporó al trabajo político del Sutaur, añade: ``no podemos vanagloriarnos de nada por el hecho de que se transformen organizaciones sociales en mercantiles, ése no es el camino. Desde el momento en que se golpea a un sindicato e incluso se le desaparece, es lamentable y es una pérdida para el pueblo''.
Retoma durante la conversación la preocupación de los trabajadores, y explica que ``nada hay escrito sobre sindicatos que se convierten en sociedades mercantiles. Sí hay escrito sobre cooperativas, pero qué va a pasar con el quehacer social, porque uno es miembro de una sociedad mercantil, y otra es la participacion social, la participacion política''.
En el caso de una sociedad cooperativa, abunda el asesor jurídito del Sutaur, lo que se hace es dar cursos de capacitación para los trabajadores, pero en las sociedades mercantiles se necesita ya experiencia, y hay trabajadores que no saben ni leer. De ese tamaño es el conflicto, de que la gente entienda la nueva etapa, eso es todo un retoÕÕ.
Barco sostuvo que hoy el compromiso de los tiempos ya es un plazo político. El gobierno debió cumplir, a más tardar el 26 de junio, y no lo ha hecho. ``La salida de nosotros también fue un acuerdo, y se da después del plazo, y además no nos ha entregado las concesiones, que serán tres''.
No han entregado, insiste, las concesiones. ``El gobierno va a decir que nunca se compremetió a que tal día, pero políticamente sí hay un plazo. Se habló de dos meses, ya se cumplieron. Las sociedades mercantiles ya están constituidas y los títulos de concesión son importantes para que los trabajadores puedan adquirir con certeza el parque vehicular''.
``¿Que pasaría -se pregunta Barco- si los trabajadores adquieren el parque vehicular, si comprometen el raquítico patrimonio de su liquidación y resulta que no les dan las concesiones? Por eso es prioritario que se entreguen esos títulos''.
Reiteró su reciente propuesta al gobierno de la ciudad: ``si aún no hallan cómo entregar las concesiones, que entreguen instalaciones y equipo a los trabajadores para que puedan sobrevivir, pero aún no nos responde el gobierno'', aseveró.
Los tiempos ya se pasaron, dice Barco, por eso se ha pedido al gobierno que deje a los trabajadores operar el servicio, ``nosotros estamos por avanzar y que no nos ganen los tiempos, nuestros tiempos ya se pasaron, aunque el gobierno debe tener otros. Desde hace un buen rato los tiempos están agotados, estamos en sobrevivencia crítica, aunque para el gobierno son otros los tiempos, no tiene prisa''.
(Angeles Cruz y Víctor Ballinas)