Cada semana, un feto o neonato muerto es hallado en calles del DF
Miriam Posada García En 1995 la policía y los servicios de emergencia de la ciudad de México recuperaron 51 fetos o cadáveres de recién nacidos abandonados en la vía pública. En el primer semestre de 1996 la cifra es de 17 productos muertos en las calles de la ciudad, cuyos padres no fueron identificados.
De acuerdo con datos del Servicio Médico Forense (Semefo), durante 1995 la policía capitalina y servicios de emergencia como la Cruz Roja o el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) recuperaron de las calles de la ciudad 51 fetos o niños recién nacidos que fueron abandonados en la calle.
Esto equivale a que por lo menos una mujer a la semana tuvo un aborto clandestino y tiró el producto en la calle, o que una madre abandonó a su hijo recién nacido.
El Semefo señaló que dicha cifra no se acerca ni en lo más mínimo a la cantidad de abortos clandestinos que se practican en la ciudad. "Estos son sólo de los que se tiene conocimiento porque se encuentran los restos, pero hay miles que se practican y que el producto es arrojado por los sanitarios, se van a la basura o son devorados por los animales que husmean en los basureros en busca de comida".
De los 51 casos documentados el año pasado, 27 cuerpos correspondían a varones y 24 a niñas que fueron arrojados del vientre materno en periodos de gestación que fluctúan entre los dos meses hasta el periodo terminal.
En 1996 se ha reportado el hallazgo de 17 cuerpos en formación, nueve de los cuales correspondían a niños y ocho a niñas, quienes tuvieron como destino final la fosa común.
El forense explicó que en todos estos casos se inicia una averiguación previa que en la mayoría de los casos queda inconclusa por falta elementos para dar con el paradero de los padres de la criatura, ya que no hay forma de identificarlos, mucho menos cuando no hay testigos que proporcionen alguna pista.
Destacó que en todos estos casos el delito está tipificado como homicidio, ya que se le quitó la vida a un ser que tenía más de 72 horas de gestación o vida intrauterina.
La trabajadora social y jefa del departamento de Estadística del Semefo, Araceli Nájar, explico que existen casos que por cuestiones naturales la madre no puede retener al producto y hay una expulsión prematura de la cavidad uterina, por lo que en estos casos no puede considerarse como homicidio.
Los abortos clandestinos mal realizados, por lo general llevan otros riesgos para la madre, ya que pueden presentarse infecciones, hemorragias y complicaciones que podrían incluso provocarle la muerte.
De estos casos el Semefo no tiene una estadística, ya que por lo general los familiares dan como causa de la muerte cualqier otro motivo menos la complicación que tuvo el aborto, y por lo regular las mujeres acuden al mismo lugar en el que les fue realizada la intervención para evitarse problemas.
Araceli Nájar señaló que en la actualidad "es muy difícil determinar por qué las mujeres ponen en riesgo su vida, y es aún más difícil comprender por qué las parejas no recurren a métodos anticonceptivos que les eviten riesgos, esto ya no depende de niveles culturales, educativos o económicos, sino de voluntad".
Y explicó que aún entre gente ``preparada'' se presentan casos aterradores como una pareja de estudiantes de medicina que al momento de que nació su hijo, el hombre lo arrojó por una ventana.