Juan Carlos Villa Soto Al principio, cuando el universo empezó a expandirse tras la Gran Explosión, la materia estaba muy caliente y se encontraba ionizada. Los electrones estaban libres y la luz, que interactuaba todo el tiempo con ellos, estaba en cautiverio. Gradualmente, la materia se empezó a enfriar y a cierta temperatura cada electrón se ligó a su núcleo formando un átomo neutro. En ese momento, la luz pudo escapar.

La doctora Gabriella Piccinelli Bocchi, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, nos dice que actualmente recibimos esta radiación fósil que data de épocas muy tempranas del universo.

La ``radiación de fondo'' explicó, detectada casualmente en los sesenta por Arnold Penzias y Robert Wilson de los Laboratorios Bell, nos llega a la misma temperatura de todas partes del universo''. Esto, dijo, refuerza la idea de que el universo era muy homogéneo al principio.

Si el universo era tan uniforme ¿cómo se pudieron desarrollar las galaxias y los cúmulos de galaxias?

Estas estructuras se formaron por pequeñas fluctuaciones. ``Un poco más de masa aquí, un poco más de masa acá y estas pequeñas fluctuaciones funcionaron como semillas para formar galaxias y toda la estructura del Universo". En las regiones más densas, la masa se fue concentrando más y más por atracción gravitacional.

La doctora en física comentó que hace algunos años se detectaron pequeñas fluctuaciones en la temperatura de la radiación de fondo. Se piensa, dijo, que están ligadas con las fluctuaciones de materia que había en esa época.

¿Qué herramientas metodológicas utilizan para estudiar la formación de estructuras?

Este es un problema demasiado complejo para realizar los cálculos a mano. No se trata agregó de dos cuerpos que se atraen, sino de millones de partículas que se congregan para formar una galaxia. Fundamentalmente trabajamos con simulaciones numéricas en computadora.

``Generamos un conjunto de fluctuaciones que simulan al universo en sus épocas iniciales y las hacemos evolucionar gravitacionalmente, con ayuda de la computadora, hasta la edad que tiene actualmente el universo. De esta manera obtenemos la estructura de nuestro `Universo modelo' y la comparamos con las galaxias y los cúmulos de galaxias que hemos observado''.

Efectivamente, el monitor de su computadora se colma de puntos con arreglos aparentemente caprichosos.

Gabriellla Piccinelli (Milano, Italia, 1959) explicó también que con base en estas simulaciones aún no se puede restaurar exactamente la estructura interna de las mismas galaxias. Empero, aclaró que otros grupos de investigadores estudian la formación de las galaxias y el origen de los dos tipos principales (de disco y elípticas) a partir de las fluctuaciones de densidad primordiales.

``Lo que sí podemos hacer con el método que nosotros utilizamos es recuperar estructuras informes, pero que tienen la masa y los perfiles de densidad (la distribución de la masa) de las galaxias y de los cúmulos conocidos'', precisó.

¿La reconstrucción de estas estructuras, nos puede sugerir el futuro del universo?

En cierta forma sí, pues ello muestra hasta dónde se acumulará la materia en los cúmulos y en las galaxias. Sin embargo, la evolución del universo depende más bien de la cantidad de materia que hay en él (un dato que no se conoce con precisión).

La especialista en cosmología explicó que de esta cantidad depende que el universo se siga expandiendo o se cierre sobre sí mismo: si hay mucha materia es posible que la fuerza gravitatoria frente la expansión. Entonces, el futuro del universo depende del balance entre la expansión y la cantidad de materia. Por eso, dijo, es independiente de las estructuras que podamos observar.

-En todo caso, creemos que no hay mucha materia disponible en el universo para que todavía se estén formando estructuras. Los cúmulos siguen evolucionando, pero básicamente ya están formados.

La científica aseguró que en los últimos años se ha avanzado mucho en el estudio de la formación de la estructura del Universo. Lo que ahora nos interesa, dijo, es saber cómo se generan las fluctuaciones primordiales en el origen del universo.