En Aguascalientes, cruzada contra un libro de texto que aún no se escribe
Rosa Elvira Vargas Un libro de texto gratuito que no existe, que aún no ha empezado a escribirse y que en el mejor de los casos estará en las aulas de todo el país hasta 1998, es ya en Aguascalientes candidato a la hoguera.
Desde hace un mes, en aquella entidad, la mala lectura de información oficial sobre el sida ha generado una polémica que sigue dirimiéndose en los periódicos. En ella están involucradas --en franco linchamiento al texto inexistente-- la Iglesia y las asociaciones católicas de todo tipo y --con una actitud ciertamente tibia-- las autoridades locales de educación.
El origen de este debate, en apariencia intrascendente, no está ni siquiera en Aguascalientes.
Ocurre que el pasado 12 de junio, al presentarse el informe anual de Conasida, el Secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, reseñó el contenido del documento y exponía las tareas que diversas dependencias asumirían para la prevención y el control del sida.
Textualmente, en su tercer párrafo, el boletín mencionaba: ``...resalta la participación de la Secretaría de Educación Pública, que incluirá en los libros de texto de sexto año información sobre esta pandemia (el sida), así como enfermedades de transmisión sexual y adicciones''.
Hasta ahí llegó la información que se dio a conocer sobre libros de texto en el boletín.
Pero en Aguascalientes las reacciones no se hicieron esperar y ese libro ya está sentenciado.
Así, el 16 de junio en El Heraldo de aquella entidad, el obispo Rafael Muñoz Núñez censuró cualquier intento de orientación sexual en las aulas, a la educación pública toda y a los propios maestros, pues estos, dijo, ``no tienen los criterios morales, humanos y básicos para educar sexualmente, por lo que se caerá en un desgarriate que va a llevar a la corrupción''.
El prelado añadió que ``se ha desarrollado una campaña de educación sexual supuestamente para prevenir el sida, pero con base en anticonceptivos, de condones y esto no sólo nos va a conducir a un fracaso, sino a promover que haya un incremento de hijos fuera del matrimonio''.
De inmediato, Muñoz Núñez encontró eco en organizaciones como la Unión Nacional de Padres de Familia de Aguascalientes, el Centro Empresarial, Provida, Caballeros de Colón, la Cámara de Comercio, Cursillos de Cristiandad, la Federación de Escuelas Particulares, el grupo Testimonio y Esperanza y diversos clubes de servicio.
Bajo gobierno panista en la capital, esos grupos anunciaron, días después, un boicot a los libros de texto ante su ``preocupación por el tipo de educación sexual que pretende imponer la SEP a los niños y adolescentes'' en el próximo ciclo escolar. Miguel Angel Díaz, de la Unión Nacional de Padres de Familia, sin presentar algún texto para sustentar su acerto, declaró que el enfoque de la SEP sobre la educación sexual y el sida, ``atenta contra la moral y la salud pública, fomenta el libertinaje sexual y agrede a la célula familiar al ofrecer información carente de toda ética y de respeto a la dignidad humana''.
Con él coincidió Roberto Díaz Ruiz, del Centro Empresarial de Aguascalientes, y ambos aseguraron que más que un libro de texto sobre educación sexual, la Secretaría de Educación Pública ofrecerá ``un catálogo informativo de masturbación y degeneración sexual, antes que de prevención sobre enfermedades y riesgos''.
Otros intervinieron para opinar, como Carlos Perales López, de la Federación de Escuelas Particulares, que ``la educación sexual debe estar fundamentada en el amor'', y el secretario de Educación de la Coparmex, Marco Vinicio Alfaro, sostuvo, según el Hidrocálido, que la SEP ``reconoce ya la existencia de tres sexos diferentes y no sólamente del hombre y la mujer, y destacó en su declaración que temas como el homosexualismo y el de las lesbianas son tocados y se refieren a ellas con cierta normalidad''.
El propio Vinicio Alfaro expuso la intención de esos grupos: ``Simplemente no queremos que esos temas se toquen en las escuelas, sobre todo de la manera en que se plantean en el libro que está por editarse''.
Para tratar de aclarar las cosas, la profesora Esperanza Andrade Ríos, directora de Educación Básica del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), precisó que los libros de texto ``sobre educación sexual'' aún no se conocen y que lo ahora se diga sobre ellos son sólo especulaciones; pidió a los padres de familia no alarmarse, pero advirtió que ``si el nuevo libro atentara contra los valores morales de las familias mexicanas, el IEA sería el primero en rechazarlo''.
A su vez, la Asociación de Padres de Familia no sólo externó la necesidad, sino que señaló la urgencia de dar clases de educación sexual; previno contra quienes se oponen a un libro que ``nadie, ni siquiera las autoridades educativas conocen'', según expuso su dirigente María Teresa Espinoza.
Otros personajes e instituciones también participan de la polémica, como el rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Felipe Martínez Rizo, la dirigencia local del SNTE y el propio director del IEA, Jesús Alvarez Gutiérrez. Todos pidieron no prejuiciar contra un texto que no existe, aunque destacaron que la educación sexual es importante, ``porque no es viable ni sano encontrarnos con cifras tan alarmantes como el número de embarazos en madres solteras y de un crecimiento en el número de personas con sida''.
Lo cierto es que en toda esta confusión, quienes impugnan un libro de la SEP que aún no existe, han tomado como fundamento para sus críticas un texto al parecer diseñado por el gobierno de Aguascalientes, para ayudar a los padres de familia a responder preguntas de sus hijos sobre sexo.
Por su parte, diversos funcionarios de la SEP vinculados con la elaboración de texto gratuitos, explicaron que para el próximo ciclo escolar se introducirá un nuevo el libro de Ciencias Naturales en tercero de primaria; se planea tener los de cuarto y quinto para el año lectivo 1997-1998 y el de sexto --donde se incluirían temas de orientación sexual y presumiblemente sobre el sida-- estaría en las aulas hasta el año escolar que iniciaría en 1998.
Al iniciarse el periodo escolar siguiente, se explicó, los alumnos recibirán el texto que, con algunas reformas, está vigente desde hace veinte años.