La Jornada 17 de julio de 1996

Convocaría el lunes la Permanente a un periodo extraordinario

Oscar Camacho y José Ureña La Comisión Permanente del Congreso de la Unión convocará en breve a un periodo extraordinario de sesiones que iniciaría el lunes próximo, con el fin de aprobar la iniciativa de reforma electoral en materia constitucional, la cual se terminaba de confeccionar anoche en la Secretaría de Gobernación.

De acuerdo con legisladores priístas, los diálogos en Gobernación se mantenían ``difíciles'' en tres aspectos fundamentales: órganos electorales, Distrito Federal y financiamiento, lo que hacía prever que la reforma no será aprobada por consenso de manera integral, y que cuando se discuta en el Congreso únicamente se darán acuerdos cruzados tanto del PRI con el PRD y PT, así como del PRI con el PAN.

En tanto, en el CEN del PRI domina la certidumbre de que ésta saldrá con el apoyo exclusivo de las tres fuerzas que convinieron el acuerdo de Bucareli y la abstención, parcial o total, del PAN.

Entre los escenarios que se dibujaban hasta anoche en la fracción priísta de la Cámara de Diputados, prevalecía la idea de que PRI, PRD y PT votarán en favor de 24 de los 27 puntos plasmados en los acuerdos de Bucareli y que el PAN podría suscribir algunos de ellos.

Un segundo dibujaba la posibilidad de que el PAN y PRI aprobarán juntos las reformas en materia de financiamiento y organismos electorales, sin el respaldo de petistas y perredistas, quienes no aceptarían que el gobierno concurriera en la integración de los organismos electorales.

En el CEN priísta, la seguridad de la abstención panista partía de que hasta ayer, y en espera del resultado final de las negociaciones en la Secretaría de Gobernación, los panistas no habían dado su apoyo cabal a las reglas para implantar rígidos controles al financiamiento.Según la versión del grupo negociador del PRI, en el que se encuentran Santiago Oñate Laborde, Enrique Jackson Ramírez y Enrique Ibarra, Acción Nacional desea aportaciones privadas anónimas y sin topes.

Asimismo, reclama que el Instituto Federal Electoral mantenga su presidencia en un representante oficial, el secretario de Gobernación, y que no alcance la plena autonomía como apoyaron el PRI, el PRD y el PT.

Son, dijeron las fuentes priístas, los asuntos de controversia que no han podido resolverse. Otro punto aún en discusión y en el que no hay consenso entre los cuatro partidos con registro y representación en el Poder Legislativo es la integración de las cámaras de Diputados y de Senadores.En este caso el PRI mantiene su idea de preservar la estructura actual: 300 diputados de mayoría y 200 de minoría, y cuatro senadores por estado: tres de elección mayoritaria y uno de representación proporcional.

El PRD y el PAN demandan cambios significativos, entre ellos que la redistritación reduzca a 250 el número de distritos, con el fin de que haya sólo 250 diputados de mayoría y un número igual de representación proporcional.

El PAN también plantea que no haya elección de senadores de mayoría en 1997, de manera que la Cámara de Senadores reduciría en 25 por ciento sus integrantes, tres por entidad. No hay acuerdo final.

Por estas divergencias, el PRI considera que irá a la reforma con el apoyo del PRD y del PT, los firmantes del acuerdo de Bucareli, y teme que los panistas aprovechen la circunstancia para imponer nuevas condiciones a la reforma política.

Sin embargo, en el equipo de Oñate no hay la menor intención de posponer la presentación de la iniciativa constitucional con que arrancaría la reforma. Esta deberá presentarse, de acuerdo con esos propósitos, este día durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que presidirá Fernando Ortiz Arana.