La Jornada 17 de julio de 1996

Aplaza Clinton represalias de la Helms-Burton

Afp, Ap, Efe y Reuter, Washington, 16 de julio El presidente Bill Clinton confirmó hoy la entrada en vigor del más controvertido de los artículos de la ley Helms-Burton, pero en un intento por evitar una disputa comercial con los principales aliados de Washington y controversias en un periodo electoral, suspendió por seis meses el derecho de comenzar las acciones legales contra las firmas extranjeras que inviertan en bienes confiscados a ciudadanos estadunidenses en Cuba.

Tal derecho está contemplado en el título tercero de la ley Helms-Burton, promulgada en marzo pasado con el fin de endurecer e internacionalizar el bloqueo contra Cuba, pero que provocó fuertes protestas de Canadá, México y los 15 miembros de la Unión Europea.

En un comunicado divulgado por la Casa Blanca, Clinton anunció la entrada en vigor el primero de agosto, como estaba previsto, del título tercero de la Helms-Burton, que permite demandar a los extranjeros que ``trafiquen'' con las propiedades confiscadas a estadunidenses tras el triunfo de la revolución en 1959.

Pero al mismo tiempo, el mandatario demócrata postergó por seis meses el derecho a introducir las demandas en los tribunales, tiempo durante el cual Washington convocará a sus aliados a trabajar ``para acelerar el cambio en Cuba''. Cuando ese periodo finalice el primero de febrero, el presidente Clinton decidirá ``si conviene poner fin a esa suspensión'', lo que dependerá de la actitud que adopten los aliados de Estados Unidos.

El jefe de la Casa Blanca consideró que el gobierno de Estados Unidos ``a menudo se ha quedado solo'' en sus esfuerzos por impulsar cambios democráticos en Cuba, pero ``hace cinco meses el mundo recibió una dura lección de por qué necesitamos más presión'' sobre la isla caribeña, agregó al recordar el derribo a fines de febrero de dos avionetas civiles estadunidenses del grupo anticastrista Hermanos al Rescate por cazas cubanos.

También sostuvo que al permitir la entrada en vigor del título tercero, ``todas las firmas extranjeras que hacen negocios en Cuba están sobre aviso de que al traficar con propiedades confiscadas a estadunidenses encaran la perspectiva de demandas onerosas en Estados Unidos''.

Durante el periodo de suspensión, explicó, la Casa Blanca ``trabajará para lograr el apoyo de la comunidad internacional hacia una serie de pasos para promover la democracia en Cuba'', como un aumento de la presión en favor de la apertura política y económica, el apoyo a las fuerzas dentro de Cuba que buscan cambios, y la promoción de prácticas empresariales.

El mandatario estadunidense insistió en que ahora los aliados de Estados Unidos ``tendrán fuertes incentivos'' para ayudar a lograr ``progresos reales'' en Cuba, porque ``con el título tercero en vigor, la responsabilidad de las firmas extranjeras quedará establecida irreversiblemente''.

El subsecretario de Estado Peter Tarnoff anunció por su parte que Clinton designará un enviado especial para encabezar las negociaciones con gobiernos aliados, mientras uno de los principales asesores de Clinton en asuntos de seguridad, Sandy Berger, dijo que la solución adoptada desalentará las inversiones extranjeras en Cuba y evitará represalias de gobiernos amigos. ``De esta manera utilizamos el título tercero no como una maza, sino como una palanca para promover la democracia en Cuba'', explicó.

El funcionario del Consejo de Seguridad Nacional precisó además que si bien la posibilidad de entablar demandas fue demorada durante seis meses, las empresas que negocien con bienes confiscados serán legalmente responsables ante la justicia estadunidense a partir del primero de noviembre, cuando acabe el periodo de gracia de tres meses contemplado en el título tercero.

Condena republicana

Ante la solución adoptada por Clinton, el senador republicano y copatrocinador de la ley, Jesse Helms, acusó al mandatario de ``capitular ante (el presidente cubano) Fidel Castro y sus colaboradores empresarios''.

A su vez, el candidato republicano a la presidencia, Bob Dole sostuvo, que ``este presidente carece de dirección cuando se trata de defender los principios estadunidenses en el mundo'', y que en cambio ``está tratando de complacer a todos''. Existen casi 6 mil reclamos estadunidenses por propiedades confiscadas en Cuba, pero en virtud de la Helms-Burton, a partir de 1998 se podrán sumar los reclamos de cubanos expropiados que luego hayan adoptado la ciudadanía estadunidense.

Sin embargo, la poderosa Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) consideró la decisión de Clinton como ``un paso en la dirección correcta''.

``Aunque hubiéramos preferido una implementación inmediata, estamos muy complacidos porque el capítulo tercero ahora forma parte integral de la ley y sirve al propósito de ahuyentar al inversión extranjera de Cuba'', dijo el presidente de la FNCA, Jorge Mas Canosa.

``Es también importante porque se deja intacto el título sexto de la ley sobre los visados'', agregó Mas Canosa, en relación al capítulo que prohíbe el ingreso a territorio estadunidense de ejecutivos de firmas que ``trafiquen'' con propiedades confiscadas, así como a sus familiares directos.

En cambio, la decisión fue criticada por los legisladores republicanos de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz Balart. ``Es otra de las características gelatinosas de este presidente que cambia de rumbo a cada instante'', dijo Díaz Balart, mientras Ros-Lehtinen consideró que ``obviamente el presidente cree que está tan cómodo en los sondeos de opinión (para las presidenciales de noviembre) que no necesita atender a las minorías''.

El único demócrata de origen cubano en el Congreso, el representante Bob Menéndez, sostuvo que la decisión presidencial ``pone a la economía por encima de la democracia, las ganancias por encima de los derechos humanos y las presiones de las multinacionales por encima de los derechos estadunidenses''.