La Jornada 18 de julio de 1996

Plan estilo Procampo para consumo de básicos

Patricia Muñoz Ríos El gobierno federal prepara un esquema de apoyos al consumo de productos básicos para las clases más desprotegidas del país, el cual funcionará a través del otorgamiento directo de bonos o cupones de compra y descuento.

Las secretarías de Comercio, Hacienda y de Desarrollo Social orquestan este nuevo esquema de subsidios para las familias de escasos recursos, el cual incluso podría incluir la entrega directa de dinero o cheques, al estilo del Procampo.

Estos apoyos directos, cuyo monto y periodicidad están por determinarse, serán otorgados con la presentación de las cartillas de vacunación de los hijos, o las boletas de inscripción a las escuelas públicas.

Las fuentes consultadas en dichas dependencias señalan que no se quiere establecer la llamada tarjeta pobremático o para los pobres, pues el costo de su expedición, renovación y esquemas de operación son muy elevados. En cambio, otorgar bonos o cupones directos sería menos caro y más eficiente para apoyar la compra de básicos.

La información señala que a través de este esquema las familias de escasos recursos podrán adquirir los ``súper-básicos'' a precios mucho más bajos o con descuentos considerables, bajo esquemas similares a los de los tortibonos o la leche subsidiada.

Entre los productos que se estaría considerando incluir se encuentran, entre otros, huevo, frijol, arroz, azúcar, aceite y pan.

Los padrones de familias que aprovechan los subsidios actuales --principalmente el que depende de Liconsa--, servirán de base para integrar el padrón de beneficiarios del nuevo esquema, ya que ``está comprobado que son quienes más lo necesitan'', advirtieron las fuentes.

Argumentaron que con el nuevo proyecto el gobierno federal elimina todos los subsidios indirectos que ofrece a los productores y comercializadores de básicos, y otorgará directamente los beneficios a la población.

La desaparición de los subsidios indirectos será paulatina y la entrega directa de apoyos a las familias --con bonos, cupones o incluso dinero-- evitará la desviación de esos recursos.

Apuntan también que los apoyos no serán partidistas, sino que se darán tras un estudio social o a quienes tengan probada antiguedad como beneficiarios de los otros subsidios.

Las autoridades todavía no determinan el monto del apoyo por familia ni si se otorgará bajo la forma de talonario de cupones; pero el objetivo es modernizar todo el esquema actual que ha presentado desviaciones.

Se destaca que estos bonos o apoyos directos sólo se podrán emplear para comprar los básicos que se determinen y no serán útiles para ningún otro.

Para aplicar este esquema no se creará más burocracia, sino que se utilizarán los actuales canales. De esta forma, los subsidios a las clases marginadas no se están cancelando sino que se reorientan mediante un programa de canasta básica alimentaria, aunque sí desaparecerán los apoyos generales con los cuales se han venido beneficiando quienes no los necesitan y que hasta han realizado negocios.

Las fuentes consultadas comentaron que el programa contempla beneficiar a casi 2.6 millones de familias. Pero el ``agarrón'' entre las dependencias está en cómo va a operar, porque en los programas pilotos funcionó bien el esquema de depositar cierta cantidad en las ``tarjetas inteligentes'', sólo que el costo de operación de las mismas fue muy elevado.