La Jornada 18 de julio de 1996

Inminente sanción de EU al Grupo Domos

David Brooks, corresponsal, Nueva York, 17 julio Un día después de decidir la suspensión por seis meses de parte la cláusula más polémica de la ley Helms-Burton, la Casa Blanca llamó este miércoles a sus aliados y socios comerciales a suspender su ayuda a Cuba y condicionar incluso la asistencia humanitaria, para presionar al gobierno de la isla a realizar reformas democráticas.

Al mismo tiempo, fuentes de la administración Clinton informaron a La Jornada que la empresa mexicana Grupo Domos estaría por recibir una notificación formal del Departamento de Estado en la que informa a sus directivos la prohibición de ingreso a Estados Unidos por violar provisiones de la ley Helms-Burton.

Además, el gobierno estadunidense investiga versiones de que Bancomext tiene intereses en Cuba, lo que podría derivar en colocar a esa empresa en la lista de entidades afectadas por la Helms-Burton.

La Casa Blanca trató este miércoles protegerse de las críticas de sus opositores por la suspensión del Título III de la ley que endurece e internacionaliza el embargo contra Cuba, al proponer una serie de recomendaciones para que la Unión Europea, Canadá y México promuevan una política unificada a favor de cambios democráticos en Cuba.

El gobierno estadunidense propuso, explicó Nicholas Burns, vocero del Departamento de Estado, que los aliados europeos suspendan su asistencia no humanitaria a Cuba hasta que las autoridades de la isla se comprometan a respetar los derechos humanos y a implementar reformas democráticas.

Pero además, "nos gustaría ver que la ayuda humanitaria fuera entregada a través de organizaciones no gubernamentales" y no por agencias oficiales, y que los aliados implementen un sistema para ``prácticas empresariales'' que incorporen el respeto al derecho de libre asociación y expresión de los trabajadores.

"En esencia --continuó Burns-- nos gustaría ver que nuestros aliados europeos muestren la misma preocupación por los derechos humanos del pueblo cubano que el que demuestran por los derechos humanos de otras partes del mundo".

El secretario de Estado, Warren Christopher, ha mantenido contactos telefónicos sobre el tema Cuba con los cancilleres de México, Gran Bretaña, España, Francia y Rusia en estos últimos días, según informaron agencias de prensa. Esos países han mantenido una actitud crítica hacia la Helms-Burton. Ayer, tras la suspensión de la entrada en vigor del Título III de la ley estadunidense, la Unión Europea y Canadá consideraron la decisión como un paso "en la dirección correcta", pero advirtieron que continuarían analizando medidas de represalia comercial en caso de que, finalmente, se ponga en práctica.

La reacción de estos países fue calificada como ``constructiva'' por Burns, mientras el vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, aseguró que Washington ha recibido señales de algunas capitales aliadas que indican buena disposición a colaborar en el proceso de presiones contra Cuba.

Según un alto funcionario de la administración Clinton, entrevistado hoy por La Jornada, para defender la decisión de la suspensión del Título III el gobierno buscará promover más intensamente la aplicación del Título IV de la Helms-Burton, que permite negar el ingreso a Estados Unidos a los directivos (y sus familiares) de empresas extranjeras que ``trafiquen'' con propiedades confiscadas en Cuba a estadunidenses.

Tras haber sido aplicada esta provisión a la empresa canadiense Sherritt, el funcionario indicó que ``relativamente pronto'' se notificará formalmente al mexicano Grupo Domos que sus ejecutivos y representantes ya no podrán ingresar en territorio estadunidense por sus inversiones en Cuba.

Por otro lado, La Jornada se enteró de que el gobierno estadunidense investiga si Bancomext tiene intereses en Cuba, y en caso de que la información sea confirmada, esa entidad pasará a formar parte de la lista clasificada de empresas a las que el Departamento de Estado aplicará sanciones.

Una decisión criticada

La suspensión temporal del tercer título de la Helms-Burton, el cual permite que estadunidenses --y cubanos naturalizados estadunidenses-- confiscados en Cuba presenten demandas judiciales en cortes locales contra empresas extranjeras que utilizan esos bienes, fue criticada por segundo día tanto por opositores y promotores de la controvertida ley en Estados Unidos.

Clinton fue atacado por los republicanos por su falta de ``firmeza'' para defender la Helms-Burton en su totalidad, lo que fue considerado como ``una victoria para (Fidel) Castro'' por un legislador republicano. Esta fuente consideró que no hay razón para pensar que el presidente no mantendrá la suspensión al vencer los seis meses. Añadió que el mensaje que se proyecta es el de ``ceder'' ante los europeos, lo cual ``sólo llevará a alentar a los opositores'' de la ley en ámbitos internacionales.

La tibia reacción europea al anuncio llevó a que el diputado demócrata Robert Menéndez llamara hoy a Clinton a revertir su decisión de suspender el tercer título. Menéndez es considerado clave por ser el único diputado cubano-estadunidense demócrata y representar al estado de Nueva Jersey, un terreno de batalla en la elección presidencial de noviembre para Clinton.

Por otro lado, varios congresistas y funcionarios de la administración demócrata encargados de relaciones exteriores expresaron su alivio ante la decisión por la distensión de las presiones internacionales, pero hasta simpatizantes del presidente consideraron que Clinton demostró nuevamente rasgos de indecisión y, como describió a La Jornada una fuente demócrata en el Congreso, "buscar la forma de complacer a todos sin satisfacer a nadie, o sea una movida clásica de Clinton".

Al parecer, la decisión de última hora se tomó en función de postergar el asunto hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre con el mínimo costo político. La cuestión es reducir la intensidad de la oposición internacional a la Helms-Burton y las críticas internas (incluso en la propia Casa Blanca) a la implementación del título tercero, mientras en estados claves con gran concentración de cubanos, como Florida y Nueva Jersey, se insiste que Clinton promueve el fin de Castro. Pero el intento de reducir el perfil de Cuba y la Helms-Burton como asunto político hasta después de las elecciones dependerá en gran medida de la respuesta de los promotores de esa ley y de su habilidad para mantener su protesta al nivel que lo han hecho estos dos días.

Curiosamente, uno de los representantes anticastristas más virulentos, Jorge Mas Canosa, líder de la conservadora Fundación Nacional Cubano Americana, respondió con sorprendente moderación ante la decisión de Clinton, en una reacción totalmente opuesta a la de los diputados de origen cubano Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen.

Un promotor de la Helms-Burton consideró que la posición de Mas Canosa podría explicarse por su reciente compra de una empresa española de televisión y sus vínculos con el gobierno de José María Aznar. Otra explicación sería, para la misma fuente, que Mas Canosa decidió alejarse de la campaña republicana por razones ``pragmáticas''.

Mientras, se espera que Clinton designe al ``enviado especial'' que se encargará de ``promover'' un cambio en las políticas de los países aliados hacia Cuba.