``No calificaremos sin fundamento'', señala en alusión a grupos armados
Elena Gallegos, enviada, y Maribel Gutiérrez, corresponsal, Atoyac de Alvarez, 18 de julio Más que enjuiciar, calificar o condenar, el presidente Ernesto Zedillo dijo que se equivocan ``las minorías'' que creen que en la violencia hay respuesta o esperanza. Les pidió que rectifiquen, pero advirtió que su gobierno no cederá ante opciones distintas a las que marca la ley.
Después, insistente, consideró que la violencia no le sirve a nadie, ni a quienes la proclaman buscando soluciones ni al pueblo o a causa alguna ``por más justa que aparentemente sea''. Sostuvo también que en estos momentos, en México, ``no se valen más armas'' que las de la democracia y la justicia.
En clara respuesta a las distintas peticiones que le hicieron para que suspenda el operativo militar puesto en marcha en esta zona desde finales de junio luego de la aparición del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en el vado de Aguas Blancas, el presidente señaló que él tiene la grave responsabilidad de velar por el orden interno y la paz social.
Por eso, en una reunión con los presidentes municipales de la Costa Grande que se efectuó en la alcaldía de este lugar, advirtió que habrá de ejercer su ``irrenunciable'' facultad constitucional para ver por la seguridad de los mexicanos.
``De ninguna manera remarcóconsideraré el no utilizarla, si eso es en el interés de la mayoría de los mexicanos. Está en la Carta Magna y así honraremos este principio''.
Sin mencionar nunca al autodenominado EPR, el Ejecutivo federal señaló que junto a la pobreza, el rezago y la marginación, la Costa Grande vive graves problemas de seguridad y violencia que se traducen en peores injusticias.
El gobierno de la República no soslaya la gravedad de esos fenómenos, precisó aquí en Atoyac, una de las puertas a la Sierra Madre del Sur.
Aclaró entonces: ``No anticiparemos tampoco juicios indebidos acerca de la naturaleza y las causas de quienes acuden a proclamar la violencia para la atención o la solución de cualquier problema''.
El presidente no quiso adelantar tampoco definiciones sobre los sucesos recientes en esta entidad relacionados con la aparición de un grupo armado. Por eso dijo:``No calificaremos sin fundamento. No juzgaremos sin conocimiento de causa. Pero lo que sí puedo afirmar categóricamente desde mi convicción y la de la gran mayoría de los guerrerenses, es que el único camino, las únicas armas para lograr el desarrollo, son las de la democracia y la justicia''.
Todavía más, dijo nuevamente que antes que condenar, enjuiciar o hacer reclamos fuertes, ``lo que yo les digo a quienes han creído que la violencia es un camino, es que están equivocados''.
Insistió en que ni en México ni en ningún país del mundo la violencia ha satisfecho las causas del pueblo, y reiteró que habrá de ejercer todos los medios que la Constitución estipula para garantizar la seguridad.
En su recorrido que duró casi doce horas, Zedillo estuvo primero en Tecpan de Galeana, donde se reunió con dirigentes de organizaciones sociales afectadas por el huracán Boris que asoló esta región el mismo día en que apareció el EPR.
Ahí, expresamente señaló que como ``comandante supremo de las Fuerzas Armadas del país'' se sentía muy orgulloso por las labores de auxilio que desde el primer momento del desastre realizó aquí el Ejército Mexicano.
En la visita no hubo anuncios espectaculares ni de obras ni de inversiones, pero sí el ofrecimiento de que se atenderían las demandas sociales y que se revisarán los proyectos que puedan impulsar el desarrollo de la región. Todo esto se hará ``en la medida responsable de las posibilidades'' para disponer de recursos.
También aclaró a los presidentes municipales asistentes que los problemas de su región no se resolverán únicamente con inversión pública, y los llamó a ir trabajando en un acuerdo social fundamental.
En la misma mesa estaban sentados alcaldes priístas y perredistas. Este hecho no pasó inadvertido para el presidente, quien les comentó: ``Debemos resaltar que aquí existe una representación plural''.
Afirmó que respetaba tanto a los presidentes municipales del PRD como a los del PRI, porque habían sido elegidos por la voluntad del pueblo, y se refirió a los comicios que habrán de efectuarse aquí el 6 de octubre (se renovará el Congreso local y se designarán alcaldes):``Existen las condiciones jurídicas idóneas para que Guerrero viva elecciones transparentes y legales que honren el compromiso democrático del pueblo''.
Después, en Acapulco, en audiencias privadas, se reunió con prestadores de servicios turísticos y empresarios. Más tarde, en la colonia Ciudad Renacimiento entregó escrituras y material de construcción a los damnificados por el huracán Cristina.