La Jornada 19 de julio de 1996

El agro mexicano, impreparado para la liberalización pactada en el TLC, por la crisis y la sequía: CNA

Patricia Muñoz Ríos A causa de la crisis y la sequía el agro mexicano no estará preparado para la liberalización comercial pactada en el Tratado de Libre Comercio (TLC), afirmó ayer Jorge Mazón Rubio, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

Entrevistado en el contexto del seminario La transición política, económica y social en México, demandó a las autoridades hacendarias un plan de respaldo financiero que aporte soluciones de fondo, y no esquemas que en el mediano plazo generen nuevos incrementos en la cartera vencida.

Al referirse al programa de apoyo al campo, que se dará a conocer en fechas próximas, el líder empresarial remarcó: ``Básicamente lo que deseamos del nuevo esquema es que dé la seguridad y la certidumbre de que seguirá existiendo crédito para el campo, pero en tiempos y condiciones satisfactorias para incrementar la producción agrícola''.

De no atenderse ese punto medular, advirtió Mazón Rubio, entonces muchos empresarios del campo verán empeorar su situación o caerán en la descapitalización.

Añadió que otro aspecto fundamental es que el próximo programa contemple tasas de interés por abajo de los niveles nacionales, es decir, que se tomen parámetros internacionales.

En tercer lugar, señaló el dirigente del CNA, es que se tendrá que reconocer el severo problema del sobreendeudamiento en el campo, generado tanto por la crisis agudizada en 1994 como por la baja rentabilidad acumulada a lo largo de los años, y con base en ello se deberán buscar opciones para que se puedan pagar las deudas.

Interrogado sobre los tiempos arancelarios pactados en el TLC, indicó que la crisis del sector no le ha permitido avanzar para estar listo para la apertura. Precisó que aun cuando algunos sectores del agro, principalmente los vinculados con la exportación, lograron incrementar su competitividad, se modernizaron tecnológicamente y se capitalizaron, la gran mayoría de los productores no lograron ese avance.

Ante ello recomendó destinar un mayor monto de recursos frescos para impulsar las ramas agropecuarias con mayor rezago y problemas, y recuperar así el tiempo perdido.

Consideró que es escaso el tiempo que queda para enfrentar la competencia del extranjero derivada del TLC, por lo que los programas ideados para apuntalar al campo deberán acelerarse y enfocarse con un sentido de prioridad.

Respecto a la apertura total del agro entre México, Canadá y Estados Unidos, opinó que la ventaja es que se fijarán las reglas del juego y ya no serán acciones unilaterales las que impidan un mayor intercambio entre las naciones.

No obstante, reconoció que pueden surgir situaciones como la del jitomate, en la cual el origen del conflicto es político, ya que a causa de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos se utiliza cualquier estrategia para presionar a los gobiernos y obtener beneficios particulares.