Atlanta amanece en virtual estado de sitio
Afp, Ansa, Efe, Dpa y Reuter, Atlanta, 18 de julio Atlanta, sede de los XXVI Juegos Olímpicos de la era moderna, amaneció hoy en un virtual estado de sitio, a pesar de que las autoridades de Estados Unidos insistieron a lo largo de la jornada en que la explosión en pleno vuelo de un Boeing 747 de TWA, anoche frente a Long Island, no provocó un incremento en las medidas de seguridad.
La procuradora general, Janet Reno, y otros altos funcionarios, afirmaron repetidamente que las aerolíneas incrementaron sus medidas de seguridad desde antes de que cayera al Atlántico el vuelo 800 de TWA, en el marco de las acciones adoptadas con miras a las Olimpiadas, cuya inauguración este viernes estará encabezada por el presidente Bill Clinton. Las medidas seguridad ``ya son lo suficientemente amplias'', por lo que no se han reforzado, aseguró el vocero del Pentágono, Kenneth Bacon.
Clinton, quien ``considera que es muy importante mantener el programa'' para este viernes, dijo que la apertura de la justa olímpica estará ``un poco afligida'' por la catástrofe aérea del miércoles.
El tema del terrorismo ya preocupaba desde hace meses a las autoridade. Este lunes Clinton ordenó medidas para proteger las telecomunicaciones, el suministro de energía eléctrica, depósitos de petróleo, así como infraestructuras vinculadas a servicios bancarios y financieros, transporte, agua potable, servicios de emergencia y operaciones del gobierno.
A pesar de que no se ha confirmado la hipótesis de un atentado al vuelo 800 de TWA, las imágenes Oklahoma, donde un edificio federal fue destruido con la explosión de un coche-bomba, el 19 de abril de 1995, con saldo de 169 muertos, bombardearon este jueves a millones de estadunidenses a través de las principales cadenas de televisión.
Tras el atentado en Oklahoma, cometido por dos hombres vinculados a una milicia derechista estadunidense, el gobierno incrementó la vigilancia en más de 8 mil edificios federales en todo el país y ordenó el cierre de una sección de dos cuadras de la Avenida Pennsylvania, frente a la Casa Blanca, ante las preocupaciones del servicio secreto sobre la posibilidad de un atentado con un coche-bomba.
William Lawson, funcionario de la Administración de Servicios del gobierno, declaró a Reuter que ``existe la urgencia de continuar'' la protección de edificios, incluido el que alberga al FBI, los departamentos de Estado, de Justicia y de Comercio, y el del Servicio e Impuestos Internos.
Pero las actividades de las milicias antigubernamentales han ido en aumento, y en las especulaciones sobre las causas de la explosión del avión de TWA pesan también las referencias al reciente cerco montado por el FBI durante más de 45 días a una veintena de integrantes de Freemen, en Montana, así como la detención de una docena de miembros de la milicia Víbora, en Arizona. Ambos casos, señalan analistas, representan junto con Oklahoma un fuerte recordatorio de que el terrorismo también tiene raíces en Estados Unidos.
Unos 30 mil agentes, de 52 organismos --entre ellos el FBI, la CIA y el Pentágono, que despachó a Atlanta a 10 mil efectivos-- participan en el dispositivo de seguridad, que incluye desde minuciosas revisiones a los automóviles hasta la solicitud a toda persona que ingresa a las instalaciones de la justa deportiva y hoteles del centro de esta ciudad --inclusive a integrantes del Comité Olímpico Internacional-- que se sometan a la identificación con scanner de la geometría de su mano.
``No dejaremos que los Juegos Olímpicos sean rehenes de la psicosis del terrorismo'', sostuvo hoy el alcalde Atlanta, Bill Campbell, al aludir el accidente del avión de TWA, e hizo un llamado a ``disfrutar de la presentación de estos atletas, quienes han trabajado todas sus vidas para un momento bajo el sol''.
Casi dos millones de personas han llegado a una de las ciudades más violentas de Estados Unidos para presenciar las Olimpiadas, y la jefa de la policía, Beverly Harvard, la primera mujer negra en un cargo de este tipo, subraya que su corporación tiene claro que un ataque extremista, o un solo turista asesinado, podrían acabar años de cuidadosa planificación.
La seguridad de esta justa, en la que se darán cita 10 mil atletas de 187 países, ``es responsabilidad del comité organizador y el país sede y no tenemos duda alguna de que se están tomando todas las medidas adecuadas en el nivel apropiado'', dijo la portavoz del COI, Michele Verdier.
Pero además de la sombra de Oklahoma, en Atlanta no pocos recordaron también el asesinato de 11 atletas israelíes a manos de un comando palestino en las Olimpiadas de Munich, en 1972. ``Las medidas de seguridad se miden al final, no al principio. Tenemos que ir día a día, 17 en total, para ve cómo nos fue'', comentó un integrante de la delegación israelí, Alex Gilady.
``Las Olimpiadas se celebran en el planeta Tierra y, desgraciadamente, la Tierra no siempre es un lugar feliz'', comentó el director general del COI, Francisco Carrad. Juan Antonio Samaranch, director del Comité Olímpico Internacional, se sumó a los jefes de Estado y de gobierno que ofrecieron a Clinton sus condolencias.