POLEMICA: ¿ATENTADO O ACCIDENTE?
Ap, Afp, Reuter, Dpa, Ansa y Efe, Washington, 18 de julio El presidente Bill Clinton pidió hoy a los estadunidenses mantener la calma y no aventurar conjeturas sobre las causas del estallido de un avión de pasajeros ocurrido el miércoles. Sin embargo comentaristas y la prensa en todo el país insistieron en el temor de que el aparato de TWA haya sido objeto de un atentado terrorista e incluso se maneja la hipótesis de que fue derribado por un misil tierra-aire Stinger.
A lo largo de este jueves, la Casa Blanca y los departamentos de Estado y Justicia, así como el Buró Federal de Investigaciones (FBI), debieron salir al paso a diversas versiones sobre las causas que provocaron el estallido en el aire y su posterior hundimiento en aguas del océano Atlántico, de un Boeing 474 con 230 pasajeros a bordo, ocurrido a las 20:45 horas del miércoles.
Las labores de rescate se realizan en una área de 320 kilómetros, debido a que partes del avión y de restos humanos han sido arrastrados por la marea. Los equipos de salvamento indicaron que no hay sobrevivientes y hasta el momento han recuperado los restos ``quemados y achicharrados'' de 130 personas. El aparato, envuelto en llamas, cayó a unos 24 kilómetros al sudoeste de Shinnecock Inlet, frente a Long Island.
Temprano, el presidente Clinton en una conferencia de prensa declaró que no se pueden sacar conclusiones apresuradas sobre la causa de la explosión que afectó el vuelo 800 de TWA con destino a París. ``No sabemos qué causó esta tragedia'', indicó y prometió una respuesta ``adecuada, efectiva y completa''. Similar declaración hizo la procuradora general, Janet Reno.
Al advertir sobre conclusiones apresuradas, Clinton recordó el ataque del 19 de abril de 1995 que destruyó un edificio federal en la ciudad de Oklahoma. Se refirió a las primeras conjeturas que indicaban que el atentado podía ser obra de terroristas extranjeros. Finalmente, dos ex soldados estadunidenses fueron detenidos y acusados por el ataque, que causó la muerte de 169 personas.
Sin embargo, las especulaciones sobre el posible origen criminal de la tragedia continuaron toda la jornada, y aunque las autoridades han reiterado que hasta ahora no pueden indicar si se trató de un atentado o un accidente, la Casa Blanca informó que una fuerza especial antiterrorista del FBI y la policía neoyorquina encabezarían las investigaciones del siniestro.
``La Fuerza Conjunta Antiterrorista del FBI-NYPD (policía municipal de Nueva York) no está preparada para declarar a este incidente como algo relacionado al terrorismo, pero la investigación será realizada por la fuerza conjunta'' porque auna a varias agencias gubernamentales, indicó un comunicado del FBI.
Explicó además que su intervención se debe a que hubo ``destrucción del avión'' y hay ``posibilidad'' de violaciones a otras leyes criminales federales. Otras agencias que participarán en esta fuerza son el Servicio Secreto, Aduanas, SIN y la Agencia de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego.
¿Accidente o ataque terrorista?
La Casa Blanca trató de calmar la inquietud que entre los estadunidenses provocó el accidente y anunció que el presidente Clinton no modificaría su agenda y que este viernes viajará como estaba previsto a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Atlanta.
La cadena de televisión ABC reveló que un grupo árabe, Movimiento por un Cambio Islámico, había enviado ayer un mensaje de advertencia sobre un posible ataque. Agregó que se trató de una alerta ``muy específica'' que indicó que habría un atentado contra un objetivo estadunidense en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos.
Los voceros de la Casa Blanca y del Departamento de Estado admitieron que fueron recibidas ``una serie de llamadas'' en las que se reclamaba la responsabilidad por el desastre, pero insistieron que había escepticismo en cuanto a la fiabilidad de las mismas.
Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, precisó que el mensaje aludido por ABC era ``un aviso de política general'' y no ``una advertencia específica'', y destacó que contenía ``un ataque fulminante contra la presencia estadunidense en Arabia Saudita. Sin duda, nada específico relativo a la tragedia de anoche''. Hace unas semanas, el Movimiento por un Cambio Islámico reivindicó el atentado que causó la muerte de 19 soldados estadunidenses ocurrido en Dharan.
Burns y su colega de la Casa Blanca, Mike McCurry, también declararon no tener indicio que valide la hipótesis de un ataque con misil tierra-aire Stinger que habría hecho estallar al avión de TWA pocos minutos después de haber despegado del aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy.
Las tres principales cadenas de la televisión estadunidenses indicaron que las causas de la explosión se centran en dos posibilidades: bomba o misil. Testigos indicaron haber visto un objeto luminoso dirigiéndose al avión justo antes de la explosión. Grabaciones de radar mostrarían en ese marco una pequeña señal electrónica en la pantalla, al lado del avión, justo antes de la destrucción del aparato.
Según la cadena ABC, los investigadores creen que ``la explosión fue casi con seguridad un acto de terroristas (y) la principal teoría es ahora que el avión fue destruido por un misil antiaéreo disparado desde el hombro similar a un Stinger''.
Pese a la postura gubernamental de prudencia, algunos legisladores republicanos comenzaron a hablar de la posibilidad de un ataque. ``La evidencia no es todavía abrumadora, pero hay indicios preliminares que apuntan con claridad hacia la posibilidad de un acto de terrorismo'', declaró esta noche Benjamin Gilman, republicano que preside el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, quien añadió que de confirmarse el atentado, Estados Unidos tendría que emplear toda su fuerza contra los terroristas.
El representante demócrata Charles Schumer indicó a su vez que el FBI le comunicó dos posibilidades: ``O fue una bomba, o que el motor estalló e incendió un tanque de combustible''. Pero, una explosión e incendio de esa naturaleza no tienen precedente en los aviones de la serie Boeing 747, añadió.
Un funcionario declaró que el FBI le informó que a juzgar por las versiones de los pilotos de la Guardia Nacional que presenciaron la caída de la nave al mar, los investigadores ``se están inclinando más hacia la posibilidad de que fue una bomba lo que causó la explosión del avión''.
Además, TWA y voceros de aeronáutica civil indicaron que el avión --que llegó a Nueva York procedente de Atenas y estuvo tres horas estacionado en el aeropuerto JFK-- no informó sobre ningún desperfecto a la torre de control y algunos especialistas señalaron el hecho que los socorristas no han encontrado hasta el momento a ninguno de los cuerpos recogidos con el salvavidas puesto, lo que sugeriría que la explosión tomó por sorpresa a todos los ocupantes del avión.
Sin embargo, Robert Kramek dijo que la Guardia Costera recibió un llamado de auxilio poco antes de la caída del aparato, pero hasta el momento no existe certeza de que haya provenido del vuelo 800. ``Todo lo que captamos fue un llamado de auxilio'', indicó.
El vuelo de Atenas a Nueva York transcurrió normalmente, según el técnico de vuelo Albert J. Mundo, quien abandonó la nave en Kennedy y se enteró del accidente al llegar a su residencia en Massachusetts. TWA insistió que la tripulación del vuelo 800 tenía amplia experiencia.
En todo caso, para algunos expertos franceses el terrorismo se encuentra detrás de la explosión del vuelo 800, en el que viajaban unos 40 franceses y ocho italianos. Los especialistas estadunidenses señalaron a su vez que los terroristas nunca habían destruido un avión de pasajeros con una bomba colocada en Estados Unidos; el avión de PanAm destruido en pleno vuelo en diciembre de 1988 sobre Lockerbie, Escocia, despegó en Alemania e hizo escala en Londres; dos libios fueron acusados por el atentado, que costó la vida a 270 personas.
Entre los muertos, que en su mayoría se presume de origen estadunidense, están los ejecutivos de varias empresas estadunidenses y los familiares de dos músicos de jazz; la esposa del saxofonista Wayne Shorter y la hija del cantante John Lucien.
El de la noche del miércoles fue el segundo desastre aéreo en menos de dos meses y medio en Estados Unidos. El 11 de mayo en Florida se estrelló un DC-9 de la línea ValuJet; sus 110 ocupantes parecieron cuando la nave se estrelló en los pantanos Everglades