Ajedrez político: para exonerara los
Salinas?
Y el imperio de la ley?
Y el fin a las impunidades?
Como si se tratara de una partida de ajedrez político, el gobierno de Ernesto Zedillo parece mover las piezas: los peones, los caballos y los alfiles de su tablero en blanco, para permitir una salida al rey negro del salinismo, que parecía en jaque. Con explicaciones poco convincentes, se desmontan uno a uno los cargos de aquellos que, ya incluso sentenciados, contribuyeron con sus declaraciones a que Raúl Salinas fuera implicado como presunto autor intelectual en el crimen de José Francisco Ruiz Massieu.
Pero en el tablero del régimen también se mueven torres y reinas. Y a un alto costo político, los escandalosos casos político-judiciales de Tabasco y Guerrero han terminado en exoneraciones, que más bien parecen mensajes políticos de reconciliación entre el pasado y el presente régimen.
El punto de partida de esa aparente reconciliación, como lo dijimos el martes anterior, se dio el pasado 26 de junio, cuando la PGR filtró información relativa a que sería citado a declarar Carlos Salinas. Días antes, en Nueva York, se habrían reunido con el ex presidente el procurador Antonio Lozano Gracia, y Fernando Gómez Mont, quien defiende los intereses de los Salinas.
Desde entonces se han sucedido una serie de acontecimientos que dejan más clara la estrategia gubernamental para exonerar, también, a Raúl Salinas, por lo menos de los cargos que lo involucran en el crimen de José Francisco Ruiz Massieu. El hermano incómodo sería sometido a proceso penal sólo por el delito de evasión fiscal y enriquecimiento ilítico, ilícitos por los que la sentencia en su contra resultaría relativamente corta.
Conviene revisar los acontecimientos que parecieran configurar una eventual exoneración de Raúl Salinas, en lo relativo a su participación en el crimen de José Francisco Ruiz Massieu.
De manera inesperada, el 13 de julio fueron absueltos Irving Dorrego Cirerol y José Martín Ramírez Arauz, quienes habían sido setenciados a 18 años de prisión por su participación en el crimen de Ruiz Massieu. En ambos casos, las autoridades judiciales habían aportado evidencias de que, junto con el entonces diputado Manuel Muñoz Rocha, participaron en la planeación del crimen. De pronto, esas pruebas fueron echadas abajo con el argumento de que sus declaraciones fueron producto de tortura, y los implicados fueron exonerados.
Otra pieza clave es la del ex director de Operaciones de la Judicial Federal, Enrique Arenal, quien era sometido a proceso como presunto responsable del delito de tortura contra doce de los detenidos en tiempos del subprocurador Mario Ruiz Massieu, implicados en el crimen de José Francisco. El 15 de julio se anunció que los delitos por los que se le acusaban no existieron y fue liberado.
También por estos días fue promovido como magistrado del poder Judicial, el juez tercero de distrito con sede en Toluca, Diógenes Cruz Figueroa, quien se había hecho cargo del caso de Raúl Salinas de Gortari, en lo referente al crimen de José Francisco Ruiz Massieu.
El caso de Adriana Salinas también resulta ilustrativo de cómo se mueven las piezas para limpiar el camino a los Salinas. Involucrada junto con su esposo Luis Eduardo Yáñez y de la Barrera en un fraude a Nacional Financiera, por medio de la Unión de Crédito del Valle de México (Unicreva), la hermana de los Salinas fue exonerada en días pasados, una vez que se reparó el daño. Adriana Salinas presidía Unicreva junto con su esposo y había realizado préstamos a empresas fantasmas.
Apenas el pasado jueves, legisladores del PRI archivaron por improcedente el caso Conasupo, en lo referente al descubrimiento del diputado Adolfo Aguilar Zínser, quien hizo público un documento oficial demostrativo de que Raúl Salinas habría sido el promotor de que Conasupo atendiera el reclamo de Maseca, para que le fuera cubierto el monto de 6 millones de dólares por la reparación del daño financiero que le ocasionó el retraso en el pago del subsidio por la importación de maíz.
En el terreno político, ya es un lugar común la referencia a los casos Tabasco y Guerrero. Los conflictos político-judiciales en esas dos entidades terminaron con la exoneración de los dos principales responsables: Roberto Madrazo Pintado y Rubén Figueroa Alcocer. Se limpia o no el terreno para la exoneración de Raúl Salinas? Y el imperio de la ley? Y el combate a la impunidad? En el caso de los Salinas, está por verse.