Enrique Calderón A.
Jornada Nacional de Condena

En un evento realizado el jueves pasado en el Museo de la Ciudad de México, representantes de 54 organizaciones y varias centenas de hombres y mujeres nos reunimos para convocar a la sociedad mexicana a una gran movilización nacional para denunciar los efectos, los destrozos, los daños y los agravios que hemos recibido los mexicanos, a cambio de nada durante todos estos años, pero muy especialmente, desde que Ernesto Zedillo ocupa la Presidencia de la República.

Con esta convocatoria a la primera Jornada Nacional de Condena a la Política Económica del Gobierno Mexicano, que habrá de realizarse el domingo 8 de septiembre, estamos invitando a todos los hombres y mujeres de este país, independientemente de su edad, de su condición económica y de su actividad, a acudir a denunciar los daños recibidos como resultado de las políticas económicas del gobierno, a mesas que habrán de establecerse en las plazas y parques públicos, en todos los poblados del país.

Sabemos de cierto que los daños que nos han causado son muchos y variados, conocemos las estadísticas, queremos conocer e informar sobre las tragedias y los daños irreparables que esas estadísticas encierran.

Invitamos igualmente a todas las organizaciones políticas y sindicales, a las agrupaciones de empresarios y a las comunidades vecinales, a las organizaciones académicas y civiles a organizar ese mismo día reuniones y actos públicos, eventos artísticos musicales y dramatizaciones con el mismo espíritu de denuncia y condena a las acciones gubernamentales, que han hecho a un lado la Constitución mexicana, para servir a intereses extraños y contrarios a la sociedad.

Todos los sectores de la sociedad mexicana, incluidos empresarios, líderes religiosos y partidos políticos de una manera o de otra, han expresado su rechazo a la política económica del gobierno; las excepciones están en los pusilánimes y los incondicionales de siempre que con su abyección esperan obtener los beneficios que hoy sabemos pueden obtener a través de la corrupción y la discrecionalidad del presidente en turno.

Hoy el gobierno de Ernesto Zedillo mantiene su cerrazón, decidido a continuar el rumbo económico impuesto sin reparar en los daños que genera, sabiéndose protegido y apoyado por el gobierno norteamericano, es decir por los intereses que representa; sabe que cuenta con el apoyo (transitorio) pactado con los grupos más retrógrados que existen en el país incluidos algunos gobernadores y algunos empresarios y nuevos millonarios, a los que ha decidido proteger. Con la Jornada Nacional de Condena, que ha sido convocada en virtud de la no respuesta al proyecto alternativo de desarrollo económico, que la sociedad mexicana le planteó como resultado del Referéndum de la Libertad, el gobierno de la República quizás se entere del nivel de irritación y molestia que toda la sociedad mexicana manifestará en ese día.