Se crea la Asociación Mexicana por la educación, la ciencia y la cultura

Juan Carlos Villa Soto El 14 de julio de 1996 se celebró en Cuernavaca, Morelos, el Congreso Constituyente de la Asociación Mexicana por la Educación, la Ciencia y la Cultura (AMECC). El objetivo de esta asociación es servir como un espacio de reflexión y discusión multidisciplinaria, crítica y propósitiva, sobre los problemas nacionales relacionados con estas actividades.

El doctor Manuel Peimbert, miembro del Consejo Consultivo de la AMECC dijo en conferencia de prensa que ésta es una organización autónoma, plural, no gubernamental y no partidaria. Uno de los propósitos, dijo, es que quienes han dedicado su vida fundamentalmente a las labores académicas y a la creación de nuevo conocimiento también dediquen parte de su tiempo a discutir los problemas que afectan a todo el país. La AMECC tratará de llegar a consensos e impulsar sus propuestas. Empero, también se difundirán las diferentes posiciones que se expresen dentro del colectivo, apuntó.

La AMECC eligió por votación un Consejo Directivo intregrado por dos representantes o más de seis áreas (Ciencias Naturales, Ciencias Exactas, Humanidades y Artes, Tecnología, Ciencias Sociales y Ciencias de la Educación). Asimismo, cuenta con un Consejo Consultivo que tiene como funciones orientar las tareas del Consejo Directivo.

El doctor René Drucker Colín, miembro del Consejo Directivo, señaló que el esfuerzo de quienes conforman la Asociación está dirigido a llamar la atención, de la mejor manera posible, de que estas actividades son realmente fundamentales para el desarrollo de la nación. Por su parte, la doctor Silvia Torres comentó que también están interesados en que los investigadores del más alto nivel del país participen en el desarrollo de la educación desde el nivel básico.

En su intervención, el doctor Salvador Martínez Della Rocca dijo que van a tratar de que en la elaboración de los programas nacionales de ciencia, de educación y de cultura participen las personas que hacen la ciencia, la educación y la cultura en este país, ``y que no simplemente emanen de ciertos espacios institucionales, pero en los que no hay discusión con la sociedad civil ilustrada''.

Al preguntar sobre la diferencia esencial que existe entre la AMECC y otras asociaciones que también congregan a investigadores más alto nivel en nuestro país, el doctor Peimbert Sierra contestó que esta asociación abarca más campos que las demás y también está interesada en los problemas de tipo social más general. La idea de esta asociación es que los problemas sean enfocados desde todos los ángulos. El que la sociedad, por ejemplo, no entienda la importancia de la ciencia está íntimamente ligado con la cobertura y la calidad de la educación. En este sentido, dijo que aspiran a que los problemas se analicen colectivamente, viendo las relaciones que existen entre todas las áreas.

Sobre este mismo punto, el doctor Martínez Della Rocca agregó que no están creando una asociación para competir con otra; estamos tratando, dijo, de cubrir un nicho que está vacío, con las características de pluralidad no sólo política, sino paradigmática de los miembros de la asociación.

El doctor Victor Flores Olea señaló que la orientación de la educación no debe decidirse sólo por la voz de la autoridad, sino que es fundamental la participación de los distintos grupos sociales y de asociaciones como ésta. Estamos llegando a un punto, dijo, en que no hay que esperarlo todo de la gestión estatal porque nos vamos a quedar esperando sin demasiados logros.

Finalmente, el doctor Sergio de la Peña dijo que no se puede minimizar que hay una voz autónoma y autorizada para opinar sobre los grandes problemas que está sufriendo el país dentro del campo de la ciencia, la cultura y la educación.