Cuando la República era otra cosa, cuando todavía no era mal visto que los presidentes ejercieran poderes más allá de lo que les faculta la ley, un mandatario se quedó asombrado por lo numeroso de la familia de un gobernador al que acababa de dar posesión y le hizo sin recato el siguiente comentario:Si he sabido que tenías tanta familia, no te hago gobernador.
Por qué, señor presidente? preguntó el recién estrenado gobernador como si no entendiera el sentido del comentario del primer mandatario, aunque era más que evidente.
Porque las familias se vuelven un problema, respondió el jefe del Ejecutivo federal que también cargó con los excesos de parientes cercanos, aunque el precio que pagó fue sólo en prestigio pues ese alto cargo significaba impunidad para ellos y para quienes estaban cercanos en sus afectos.
La historia viene al caso por las investigaciones penales que se han abierto contra dos ex gobernadores, el de Nuevo León Sócrates Rizzo García y el de Jalisco Guillermo Cosío Vidaurri, ya que en ambas situaciones están involucrados parientes cercanos. Esto sin mencionar el caso del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raúl. Una parte de los problemas del ex gobernador neoleonés están relacionados con su hermana y los de Cosío Vidaurri con sus hijos.
No se trata de dar por ciertas las denuncias que se han levantado en contra de los ex mandatarios. Las autoridades judiciales y, sobre todo, sus acusadores son los que tienen que demostrar su culpabilidad, porque en un régimen de derecho como el nuestro se supone que toda persona es inocente mientras no se pruebe lo contrario.
Lo que importa aquí es que, con frecuencia, son los parientes y los amigos los que tratan de obtener más provecho de las influencias que logran sus familiares al escalar altas posiciones políticas o en la administración pública.
Esto se puede apreciar también muy claramente con otro chiste muy común y que se ha aplicado a muchos gobernantes. A los hijos de esos personajes se les llama ``papayos'' y cuando quienes no somos muy ágiles mentalmente preguntamos el por qué, la aclaración viene de inmediato: basta dividir el sustantivo en dos palabras: ``Papá, yo''. Esta es la expresión, dicen los acusadores, que con mayor frecuencia se escucha en labios de los hijos de prominentes funcionarios cuando se trata de conceder contratos de obras públicas.
Como a otros gobernantes, el dicho se le aplicó a Cosío Vidaurri, quien antes de llegar al gobierno de Jalisco tenía fama de ser un político probo, que no había aprovechado en su beneficio los numerosos cargos públicos que había desempeñado.
Aplicar la ley
Lo grave en lo que se refiere al aprovechamiento de las ``influencias'' es que no se limita sólo a los hijos. Por desgracia, la historia nacional está llena de versiones acerca de abusos de personas cercanas a quienes desempeñan altos cargos.
Entre otros casos está el del Mártir de la Democracia. Todos sus biógrafos coinciden en que no tenía ningún apego a los bienes materiales, pero circularon versiones de que miembros de su ya rica familia se beneficiaron de su fama pública.
Pocos años más adelante se acuñó el verbo carrancear, para aplicarlo a quienes se enriquecieron ilegalmente a la sombra de don Venustiano Carranza, cuya honorabilidad no fue puesta en duda.
En fechas más recientes, Maximino Avila Camacho se benefició de la sombra protectora de su hermano el presidente de la República, Manuel, quien tampoco fue estigmatizado por enriquecimiento. Su sucesor Miguel Alemán encabezó un sexenio que según sus críticos produjo ``comaladas'' de nuevos millonarios, y el mismo ex mandatario fue acusado de autoconcesionarse estaciones de televisión que integran hoy la superpoderosa Televisa, empresa de la que es socio su hijo, el ahora senador Miguel Alemán, quien es también importante empresario en otras actividades económicas.El austero Adolfo Ruiz Cortines no se salvó de las críticas por el enriquecimiento de parientes políticos. Adolfo López Mateos la libró relativamente, pero no así Gustavo Díaz Ordaz, censurado no sólo por las actividades de sus hijos, sino hasta de su yerno. Luis Echeverría, con su numerosa prole, ha aparecido frecuentemente en negocios al parecer auspiciados durante su mandato. José López Portillo exhibió con orgullo su nepotismo y Miguel de la Madrid hasta ahora recibe acusaciones por una supuesta extracción de grandes cantidades de dólares para depositarlos en bancos extranjeros. De Carlos Salinas ni hablar, porque es historia que todavía no se cierra.En todos estos casos, además de la presencia de parientes y amigos, el elemento común es que la mayor parte de las acusaciones no han pasado de ser rumores y no han superado ese estadio porque no se han producido acusaciones formales ante la autoridad judicial y mucho menos se han comprobado las denuncias. En algunos casos se tiene el elemento adicional de que las acciones de los gobernantes o de sus allegados no constituían delito y, eventualmente, ni siquiera eran mal vistas, pues entonces sólo se aspiraba a formar parte del grupo al que le correspondería enriquecerse el siguiente sexenio.
La actitud de la sociedad ha cambiado radicalmente y esas acciones ilegales, o por lo menos inmorales, ya no son aceptadas.Pero en aras de ese cambio, es necesario que se compruebe la presunta responsabilidad de los acusados y que no haya la menor duda de que se trata sólo de venganzas políticas. En los dos casos de actualidad, tanto el ex gobernador de Nuevo León Sócrates Rizo como el ex mandatario de Jalisco Guillermo Cosío aseguran ser inocentes de los presuntos delitos que se les imputan.
La cosecha
Las existencia de tres organizaciones de los vendedores de billetes de lotería, el Sindicato, la Unión y la Alianza, así como diferencias en las prestaciones a los afiliados a cada una, habían generado un principio de conflicto entre las personas que se encargan de distribuir los billetes de la Lotería Nacional. En particular había descontento por la suspensión del servicio médico a algunos trabajadores y la cancelación de las prestaciones a otros trabajadores. El director de la Lotería, Carlos Salomón, dialogó con los dirigentes de las tres agrupaciones y se lograron acuerdos que significaron mejoras para los agremiados. Se prorrogó el periodo de validez de las prestaciones, se reanudó la atención médica y aumentaron los bonos de despensa; se incrementó el porcentaje de estímulos por ventas y se entregaron impermeables...