La Jornada 25 de julio de 1996

Hallaron las dos cajas negras del avión de TWA

Afp, Reuter, Ap, Dpa y Efe, Nueva York, 24 de julio Una semana después del estallido en pleno vuelo de un avión de TWA con 230 personas a bordo, los investigadores siguen sin descartar que el accidente fue producto de un acto criminal o de una falla mecánica, mientras los familiares de las víctimas se quejaron por la lentitud con la que se desarrollan las operaciones destinadas a recuperar los cadáveres y por las contradicciones en las declaraciones oficiales.

El Boeing 747 de TWA estalló el miércoles pasado en pleno vuelo frente a las costas de Long Island, Nueva York, poco después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy con destino a París. Hasta este día han sido recuperados 114 cadáveres, tres de ellos durante esta jornada; 72 fueron identificados hasta el martes.

Tras una semana de trabajos, lo más notable en los esfuerzos de búsqueda es lo que todavía no se ha podido encontrar: las cajas negras del aparato, residuos de bombas en cadáveres o fuselaje o algún indicio de las causas del accidente. La CNN informó esta noche que fueron encontradas las dos cajas negras del aparato, pero la versión no fue confirmada oficialmente.

Las cadenas de televisión CBS y CNN informaron esta noche que los investigadores creen que trozos de metal hallados en víctimas podrían ser esquirlas de una explosión. El metal fue encontrado en las víctimas que se sentaron virtualmente en todas las secciones del aparato, no sólo en una sección, y respaldaría la creencia de los investigadores de que el Boeing estalló y se dividió en varias partes.

``Desde un principio creímos que hubo una explosión en el avión, y lo único que tenemos que responder es cómo ocurrió'', comentó al respecto el subdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Kallstrom, quien insistió que las tres hipótesis siguen en pie hasta no saber con exactitud qué fue lo que causó el desastre.

Desde un principio los medios de comunicación estadunidense --que citan a funcionarios oficiales-- indicaron la posibilidad de que una bomba hubiera podido causar el estallido del avión, pero oficialmente las autoridades mantienen tres hipótesis: bomba, misil o una falla mecánica. Ayer, el jefe del gabinete presidencial, Leon Panetta, declaró que los investigadores habían encontrado ``restos de bomba'' en algunas partes del fuselaje del aparato.

Sin embargo, el propio presidente Bill Clinton y los investigadores refutaron esa declaración, mientras las autoridades de TWA indicaron que la posibilidad de una falla mecánica estaba prácticamente descartada. Asimismo, el gobernador de Nueva York, el republicano George Pataki informó ayer que los buzos que trabajan en las tareas de rescate habían descubierto entre 60 y cien cadáveres en aguas del Atlántico frente a las costas de Nueva York, pero la versión fue desmentida dos horas después por el FBI y por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

La indignación de los familiares de las víctimas iba en aumento, ya que desde hace una semana están concentrados en un hotel cercano al aeropuerto escuchando informaciones insuficientes. Durante una conferencia de prensa hoy, una veintena de franceses criticaron tanto a las autoridades de su país como a las estadunidenses. La noche del martes otro tanto hicieron familiares de las víctimas estadunidenses.

``Esto es algo político'', se quejó el francés Michel Olivier, quien perdió a su hermano en la tragedia; otros familiares de las víctimas francesas urgieron al presidente Jacques Chirac a enviar asistencia técnica. Pero el cónsul francés en Nueva York, Patrick Gautrat, indicó que ese ofrecimiento había sido rechazado por Washington.

Pataki fue muy criticado por los familiares de las víctimas estadunidenses por haber anunciado la localización de entre 60 y cien cadáveres, pero el gobernador afirmó hoy que hizo la declaración con base a informaciones que recibió de los buzos que trabajan en las tareas de rescate. Joseph Lyncher, quien perdió a su esposa y dos hijas en el desastre, aseguró que el ambiente que se vive en el hotel donde se alojan los familiares es de ``enorme frustración'' por el desorden con el que están siendo informados de los resultados.

``Estamos indignados, no llegamos a enfrentar estos altos y bajos, queremos hechos'', declaró Sandrine Hogan, cuyos padres viajaban a bordo del avión el pasado miércoles, y denunció ``la mala información'' que reciben de las autoridades.

Para tratar de calmar los ánimos de los familiares de las víctimas, la Casa Blanca informó que Clinton se reunirá con ellos este jueves en Nueva York. El presidente invitó a los embajadores de Francia e Italia a acompañarlo durante esta visita; luego Clinton se trasladará a Atlanta.

Pese a las quejas de los familiares, el vicepresidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Robert Francis, informó que 120 buzos trabajan en el lugar donde cayó el aparato, a 30 metros de profundidad. Allí también colaboran tres buques de la marina y en las próximas horas se llevará a esa zona un aparato experimental muy sofisticado para tratar de localizar los cadáveres de las víctimas y el resto del fuselaje del avión, así como las dos cajas negras.

``Creo que estamos cerca de concluir'' la operación, indicó Francis, y se declaró ``satisfecho'' por la marcha de los trabajos de rescate. Añadió que para evitar confusiones en las declaraciones oficiales, la Casa Blanca confió a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte la misión de actuar como vocero de las operaciones.