Rechazo a megaproyectos

Víctor Ballinas, Alonso Urrutia y Gustavo Castillo Escenarios de la disputa entre el desarrollo urbano y el económico de la ciudad, las delegaciones centrales tendrán en el futuro nuevas políticas que equilibren la presencia y eviten los conflictos que se han dado en los últimos años. Las propuestas de gobierno plantean un ``reciclamiento'' del suelo urbano que permita el repoblamiento de estas delegaciones, que en los últimos años han sido expulsoras de población.

Caracterizadas por ser delegaciones con altos niveles de infraestructura --Benito Juárez, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Coyoacán e Iztacalco-- han registrado un acelerado desarrollo de zonas comerciales y de servicios que han encarecido el costo del suelo.

Las consultas que se han llevado a cabo registran esa queja recurrente entre la población: autorizaciones de cambios en el uso del suelo para dar paso al desarrollo comercial. La demanda social es coincidente: detener el desplazamiento de la población registrado como resultado del incremento de comercios y servicios.

Así, en Cuauhtémoc la demanda es frenar la proliferación de giros negros y buscar nuevos cauces para la conformación de comercios y zonas de servicios; en Miguel Hidalgo, la consulta ha ``evidenciado el desacuerdo con la zonificación que permite mayores actividades comerciales en zonas habitacionales''; en la Benito Juárez, la exigencia va más allá y se reclama ``eliminar giros mercantiles en usos de suelo habitacional''.

Tal es una síntesis del compendio de demandas que tiene el Departamento del Distrito Federal como resultado de las consultas. En ellas, también se ha expresado oposición a los megaproyectos, en especial la construcción del Domo Azul y el proyecto que se tiene en el terreno que ocupa la General Motors.

Si bien un punto central en la estrategia del gobierno capitalino que se instrumentará en estas delegaciones durante los próximos años es el repoblamiento, las críticas recibidas en torno a las propuestas gubernamentales son en el sentido de que las densidades autorizadas limitan el desarrollo de proyectos populares con mayor número de viviendas, particularmente en Cuauhtémoc.

En esta última demarcación, el gobierno propone ``mantener el impulso de la actividad económica, que la han colocado como la principal área económica, pero al mismo tiempo impulsar programas habitacionales que alienten el repoblamiento.

Benito Juárez es definida por el gobierno como ``un importante polo de atracción de la actividad comercial y de servicios'', que prácticamente han eliminado sus reservas territoriales. Sin embargo, se pretende fortalecer el arraigo poblacional como forma de detener los desequilibrios urbanos y alentar el crecimiento natural mediante la redensificación de predios dispersos en el 80 por ciento del territorio.

Miguel Hidalgo es una delegación que tiene una alta población flotante, producto del desarrollo económico alcanzado en los últimos años, pero que paradójicamente se estima que en el año 2 mil haya perdido casi el 40 por ciento de su población, lo que representa una subutilización de la infraestructura instalada.

En lo inmediato, se proyecta que dadas las características económicas de la delegación, la infraestructura se mejore mediante inversión privada. Asimismo, es un reclamo generalizado en la consulta mantener vigentes las Zonas Especiales de Desarrollo Controlado que proliferaron en el sexenio anterior, como producto del boom inmobiliario que se registró en colonias como Polanco o Las Lomas. Venustiano Carranza, si bien es una delegación con elevados niveles de infraestructura, presenta un elevado deterioro de vivienda y servicios. Los planes prevén una reordenación de la actividad comercial y la protección de las zonas históricas patrimoniales.

En Azcapotzalco, los programas pretenden fortalecer la actividad económica. Caracterizada por un importante desarrollo industrial, se pretende ``flexibilizar'' los usos de suelo para que puedan coexistir zonas comerciales con habitacionales e industriales.