3 explosiones en el complejo de Cactus
René Alberto López y de la corresponsalía, Reforma, Chis., 26 de julio Tres personas muertas y más de 30 heridas dejaron tres explosiones en dos almacenes de gas natural anoche, en el complejo petroquímico de Cactus, en el municipio de Reforma, Chiapas, a 33 kilómetros de Villahermosa, Tabasco.
Las dos principales plantas del complejo Cactus, donde se procesa 25 por ciento del total de gas que se produce en el país, ardieron anoche después de las explosiones, que también afectaron a la población civil radicada en los alrededores del lugar.
Cactus es el complejo petroquímico básico más importante de América Latina. Durante 1996, junto con otros de menor importancia en México, aumentó su producción en 10.1 por ciento, es decir, se llegó a 3 mil 392 millones de pies cúbicos diarios.
El director de Pemex, Adrián Lajous, y sus colaboradores más cercanos se trasladaron de inmediato en un avión propiedad de la empresa hasta el lugar de los hechos.
Según informaciones de Pemex, en el mismo avión viajaron peritos de la paraestatal y la Procuraduría General de la República para iniciar las averiguaciones que expliquen la explosión.
A su llegada al aeropuerto de Villahermosa, el director de Pemex ordenó y organizó las cuadrillas de rescate de todas las unidades de trabajo de la empresa en los alrededores, para iniciar las labores de ayuda, tanto a la población civil como los trabajadores.
De esa forma se inició la labor de evacuación de los poblados aledaños por el temor a nuevas explosiones que pudieran afectarles, según los primeros informes proporcionados a la dirección de la empresa. La primera explosión se produjo alrededor de los 19:15 horas, las llamas alcanzaron hasta 80 metros de altura y la onda expansiva se calculó en 1.5 kilómetros, de acuerdo con testimonios de lugareños y técnicos de Pemex, quienes afirmaron que en toda esa zona se escucharon tres fuertes estallidos antes de que se expandieran las llamas.
Aunque oficialmente sólo se reconoció la muerte de tres de los 300 trabajadores que en esos momentos se encontraban en las instalaciones de Pemex, versiones de pobladores aseguran que el número de fallecidos ``es mucho mayor'', toda vez que hasta la medianoche muchos de los obreros y técnicos no habían sido localizados.
Al respecto, el director de Seguridad Pública del municipio de Reforma, Horacio Casasús León, informó que hubo entre diez y 15 personas fallecidas.
Por otra parte, y ante el temor de nuevas explosiones, varias familias de los poblados de La Isla y Plátano a unos 5 kilómetros de las instalaciones de Pemex decidieron abandonar sus hogares.
En un comunicado, Pemex confirmó la muerte de uno de los trabajadores e informó únicamente de 18 lesionados, cuatro de ellos de gravedad.
Según la paraestatal, se registró una sola explosión, a las 19:20 horas, ``y se adoptaron todo tipo de medidas para evitar problemas mayores''.
Las llamas se veían desde Villahermosa
La primera explosión en la planta procesadora de gas de Cactus ocurrió alrededor de las 19:20 horas, provocando que decenas de trabajadores que en esos momentos se encontraban laborando abandonaran corriendo el lugar. Unos minutos después, las llamas alcanzaron una altura de 80 metros y su resplandor llegó a observarse desde Villahermosa.
Según los lugareños, una segunda explosión se escuchó pasadas las 20 horas, causando angustia y pánico entre las personas que aguardaban la salida de sus familiares que laboran en la planta de Pemex.
Para entonces las instalaciones ya habían sido acordonadas por miembros de la XXX Zona Militar de Villahermosa y de la Policía Federal de Caminos, quienes contenían a la multitud que, desesperada, buscaba informes sobre sus familiares.
Jesús Vazquez, campesino del poblado de La Isla, dijo que tras la primera explosión observó cómo ``decenas'' de trabajadores y gente que se encontraba cerca de las instalaciones de Cactus corrían para alejarse de las llamas.
``La gente salió corriendo en estampida, unos lloraban y trataban de esconderse entre los montasales y muchas mujeres y niños se concentraron en la iglesia para refugiarse y rezar'', contó el campesino.
En el trayecto de Villahermosa al municipio de Reforma se pudieron observar varias ambulancias de la Cruz Roja y de Pemex que trasladaban a los heridos y a otras personas que sufrieron crisis nerviosas.
A las 22:20 horas hubo un nuevo desfogue en una de las tuberías, lo cual causó pánico entre militares y policías que tenían acordonada la zona, así como entre decenas de reporteros que corrieron alejándose del sitio.
Cerca de las 23 horas continuaba la labor de rescate y ambulancias de la Cruz Roja y de Pemex seguían trasladando a los lesionados a distintas clínicas de la ciudad de Villahermosa.
No osbtante el hermetismo de los funcionarios de la paraestatal, quienes se negaron a informar sobre los motivos del percance, familiares de trabajadores aguardaban esta noche, entre llantos y nervios, afuera del complejo en espera de noticias sobre sus parientes.
Hasta la medianoche, al lugar no habían llegado los directivos de Pemex a la planta de Cactus, que permanecía bajo custodia militar.
La zozobra prevalecía y decenas de familias de La Isla y Plátano decidieron abandonar sus hogares ante el temor de nuevas explosiones.
Aunque la intensidad del fuego había disminuido, hasta el cierre de esta edición técnicos de Pemex y bomberos de Villahermosa continuaban realizando labores para controlar las llamas, ya que en el mismo complejo se encuentran otras siete bombas almacenadoras de gas.