La Jornada 27 de julio de 1996

Indicios de fraude a Infonavit, Conasupo, DDF y la Lotería

Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño Las investigaciones que sigue la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) señalan que José Luis Sánchez Pizzini y un grupo de promotores financieros de la Casa de Bolsa Estrategia Bursátil incurrieron en irregularidades en el manejo de recursos públicos del Infonavit, Lotería Nacional, DDF y Conasupo.

Mientras, funcionarios gubernamentales que conocen el rumbo de las pesquisas que sigue la PGR por el fraude cometido contra el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informaron que entre el círculo de amigos de Sánchez Pizzini figuran el ex secretario de la Defensa, Juan Arévalo Gardoqui; el director del Fonatur, Emilio Gamboa Patrón; Federico de la Madrid Cordero, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, y Fernando Obregón González, este último uno de los principales beneficiarios del auge de las casas de bolsa durante el sexenio de Carlos Salinas, a quién también asesoró sobre temas financieros.

José Luis Sánchez Pizzini tuvo su despegue como operador de las inversiones en bolsa de valores en el sexenio de Miguel de la Madrid, con quien mantiene una relación amistosa, producto del noviazgo entre una de sus hijas y Federico de la Madrid Cordero.

El fraude en el IMSS sólo constituyó la primera de una serie de irregularidades que la CNBV detectó desde octubre de 1995, cuando ordenó la intervención gerencial de Estrategia Bursátil. Ahora, mientras avanzan las pesquisas, más nombres públicos e instituciones oficiales se relacionan alrededor del hombre hoy bajo proceso penal por presuntas acciones ilegales, deshonestas, riesgosas y ruinosas.Dos meses después de iniciada la investigación, en diciembre, la CNBV encontró pistas de que Sánchez Pizzini no actuó solo en las operaciones irregulares dentro de Estrategia Bursátil, sino que varios promotores financieros de esa institución también participaron en manejos ilegales con las tesorerías del Infonavit, Lotería Nacional, Conasupo, DDF y el Banco del Ejército.

La labor de rastreo de los especialistas que dirige el presidente de la CNBV, Eduardo Fernández García, los llevó a encontrar que Sánchez Pizzini no sólo operó desde Estrategia Bursátil, sino que en Anáhuac dirigió movimientos financieros, cuyos montos se han identificado, e incluso se sabe que como intermediarias fungieron empresas que controlaba el promotor, y las facturas eran firmadas por algunos de sus parientes.La CNBV halló relación entre Estrategía Bursátil y las tesorerías del Infonavit, Conasupo, Lotería Nacional y el DDF, y que en las transacciones realizadas se detectaron manejos irregulares, pero las autoridades federales no han ordenado que se abran las líneas de investigación correspondientes.

Las relaciones personales de Sánchez Pizzini están saliendo a la luz. Se sabe que entre su círculo de amistades se encuentran el ex secretario de la Defensa, Juan Arévalo Gardoqui; el director del Fonatur, Emilio Gamboa Patrón; Fernando Obregón González y Federico de la Madrid Cordero.

El día que se ordenó el arraigo domiciliario contra el hoy indiciado, los agentes policiacos que aguardaban a la salida de su casa detuvieron una automóvil Spirit blanco sin placas. La orden de las autoridades era revisar el interior de cada vehículo que saliera del inmueble, en prevención de que se diera la escapatoria.

Los dos individuos que se encontraban en el interior del Spirit mostraron credenciales vencidas del Estado Mayor Presidencial, y argumentaron ser ``la escolta'' de Federico de la Madrid. En la cajuela se hallaron armas que, adujeron, servían para salavaguardar la seguridad del hijo del ex presidente.

Los manejos de Sánchez Pizzini

La historia de Sánchez Pizzini como promotor bursátil se remonta dos décadas atrás, cuando presumía de su relación con Miguel de la Madrid. Con ese presunto apoyo y sus habilidades en el campo financiero, se supo acomodar hasta convertirse en uno de los más solicitados operadores financieros buscados por las instituciones públicas en los últimos doce años.

Y comenzó a destacar en Estrategia Bursátil; años después, ya era el principal promotor de esa casa de bolsa. Por sus éxitos económicos adquirió el 5 por ciento de las acciones del corporativo, que también es propietario de la Casa de Bolsa Anáhuac.

El ascenso del especialista provocó que sus socios lo nombraran vicepresidente de la empresa, por lo que atrajo con él las cuentas más importantes que manejaba, entre ellas la del IMSS, en colusión con Tomás Peñaloza Webb.

La estrella de Sánchez Pizzini no se apagó en Anáhuac, al contrario, sus operaciones llegaron a representar el 35 por ciento de los ingresos de esa empresa y sus comisiones alcanzaban hasta el 80 por ciento.

La intervención a Estrategia Bursátil

La sospecha de la CNBV sobre Estrategia Bursátil comenzó cuando el accionista mayoritario de la empresa, Fernando Obregón González, reconoció ante las autoridades bancarias que existía en la casa de bolsa una deuda de 5 millones de dólares, que en valores representaba la mitad de todo el capital de la institución.

La postura de Obregón provocó dudas y se inició la investigación. El primer hilo de la madeja descubrió que en la cuenta de unos de sus principales clientes, la compañía Chrysler, existían dos contabilidades. También la CNBV encontró que en la compañía automotriz faltaban controles internos. La sede de Chrysler en Detroit, amenazó con dar a conocer el escándalo, situación que acarreó la renuncia del presidente de la empresa, Carlos Lobo Silva. Detrás de esas operaciones ya se encontraba Sánchez Pizzini. Las sospechas de ``manejos irregulares'' en Estrategia Bursátil propiciaron que la CNBV citara a Fernando Obregón para que ampliara la información sobre las actividades de Sánchez Pizzini. El ex socio mayoritario de la casa de bolsa declaró que nunca se enteró de los movimientos financieros que su principal promotor había realizado.

La CNBV también requirió a Alberto Obregón, hermano de Fernando, quien estaba encargado de coordinar a los demás promotores de Estrategia Bursátil, entre los que se encuentran Carlos Bastarrachea, Gonzalo Fernández y Alejandro Martínez.

Hasta la fecha, ninguno de los funcionarios bursátiles señalados ha comparecido ante el Ministerio Público encargado de seguir las indagatorias sobre la denuncia penal que interpuso la Secretaria de la Contraloría y Desarrollo Administrativo.