Avanzan Alejandro Cárdenas en 400 metros y Armando Quintanilla en 10,000
Rosalía A. Villanueva, enviada Atlanta, 26 de julio Alejandro Cárdenas realizó esta tarde la mejor carrera de su vida, al avanzar a semifinales en los 400 metros, peleando el boleto con el campeón mundial de la prueba, el estadunidense Michael Johnson y el srilankés Sugath Thilakaratne.
Salida en falso y entonces los nervios casi destrozaron al mexicano. Cárdenas arrancó como si fuera a correr la gran final de los 100 metros.
El velocista sonorense no daba crédito a su logro: haber dado pelea --aunque fugazmente-- a Johnson, en el mismo hit eliminatorio, que ganó el srilankés, superando al campeón por una centésima de segundo.
El mexicano cronometró 45.85 segundos y quedó lejos de su marca personal, de 43.05. Era tanta su emoción que tuvo un momento de desconcentración a la mitad de la carrera, cuando observó la pantalla y se aterró al descubrir que era él quien aparecía en la primera posición ¡al frente del grupo! ``Eso es lo malo. Como atletas mexicanos no estamos acostumbrados a este tipo de eventos y me entró el pánico escénico''.
El correr al lado de Johnson dejó en Cárdenas una mala experiencia. Acabó desgastado y semi inconsciente. Lo acostaron en el suelo con las piernas hacia arriba, posición en la que estuvo por más de 15 minutos, con el rostro pálido. Explicaría después que se debió a lo ``loco que corrí. Pero demostramos que los mexicanos también podemos y al menos ellos ya saben que hubo un güerito que les dio pelea''.
Este sábado Alejandro estará de nuevo en la pista, en la semifinal de esa distancia, ``y si me toca de nuevo Johnson, qué mejor, porque les prometo que habrá una sorpresa'', advirtió.
Por otra parte, Armando Quintanilla logró clasificarse a las semifinales de los 10 mil metros, al llegar octavo en su hit, mientras que Martín Pitayo no logró avanzar luego de resentirse de una lesión en la rodilla.
Quintanilla dijo que su hit fue de perros por lo disputado que fue y porque todos estuvieron jalando, incluso él se mantuvo al frente por un momento, pero fue muy difícil mantener el paso.