Cavallo, fuera; cambio de rumbo, exigen argentinos
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 26 de julio En una decisión que sacudió al país, el presidente argentino Carlos Menem pidió hoy la renuncia al ministro de Economía, Domingo Cavallo, y lo remplazó de inmediato por el hasta ahora director del Banco Central, Roque Fernández. Mientras, en la Plaza de Mayo se efectuó una multitudinaria manifestación de trabajadores y de políticos de oposición para exigir un cambio en la política económica.
La bolsa registró una pronunciada baja de cuatro puntos, lo cual generó incertidumbre, si bien la presencia de Fernández, tecnócrata duro, de 49 años, calmó en parte las aguas. Cohetes, petardos, aplausos y bocinazos saludaron la noticia frente a la casa presidencial, pero dirigentes sindicales y de la oposición advirtieron que si no se corrige el modelo que ha llevado a extremos límites la situación social, continuarán la lucha hasta lograr ``un cambio verdadero''.
Sin embargo, desde el gobierno se aseguró que el cambio de ministro de ninguna manera supone una modificación del rumbo económico. ``Todo lo contrario, la política sigue siendo la misma'', aseguró.
La progubernamental Confederación General del Trabajo (CGT) ratificó esta tarde el paro general del próximo 8 de agosto, al cual se adhirieron el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) --que lo anunció durante la movilización ante la Casa Rosada-- y el Congreso Argentino de los Trabajadores (CAT).
El secretario general de la CGT, Gerardo Martínez, dijo que el presidente Menem debería ser ``un paladín en la defensa de los más débiles'' y señaló que las medidas de fuerza tomadas ``tienen que ver con la insensibilidad que le impide al gobierno comprender los problemas sociales''.
La mayoría de los dirigentes opositores, como el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodolfo Terragno, y Carlos Chacho Alvarez, del Frente País Solidario, advirtieron que la caída de Cavallo muestra ``el fracaso y las debilidades de un plan que ya no ofrecía salidas ni alternativas'' y prometieron una fuerte oposición si no hay cambios en el modelo y se reactiva el país corrigiendo el desempleo.
Terragno añadió que el presidente Menem había reafirmado su autoridad cuestionada por la constante presión de su ex ministro de Economía.
La renuncia de Cavallo coincidió con los homenajes recordatorios de los 44 años de la muerte de Eva Perón y cuando dirigentes justicialistas (peronistas) clamaban por el retorno a los planes de justicia social.
La confrontación Menen-Cavallo, con reiteradas amenazas de renuncia por este último, llegó finalmente a su límite cuando el mandatario le advirtió hace dos días que no toleraría más amenazas.
Algunos analistas piensan que Cavallo forzó la situación cuando su plan mostraba debilidades insostenibles y el país ardía socialmente.
Si algo fomentó aún más la rebeldía fue comparar la actitud de Cavallo --quien bajó los impuestos a la embotelladora estadunidense Coca Cola, al whisky, a algunos artículos suntuario-- y esto hizo perder unos 700 millones de recaudación que ahora se piensa obtener del bolsillo de los trabajadores,
Pero Menem ratificó las últimas e impopulares medidas adoptadas, que disminuyen el salario a millones de trabajadores. También afirmó que se mantendrá la convertibilidad y el plan seguirá adelante.
``Vamos a continuar con el mismo modelo económico --liberal-- pero tratando de corregir aquellos aspectos que no han funcionado'', aseguró.
Uno de esos aspecto que hay que corregir es la recaudación impositiva y sostuvo que la evasión fiscal se eleva a 10 mil millones de dólares, cuatro veces el déficit pactado con el Fondo Monetario Internacional.
El nuevo ministro de Economía, por su lado, rechazó adelantar alguna propuesta, pero afirmó que no va haber sorpresas o cambios abruptos que causen incertidumbre.
Satisfacción ante renuncia de Cavallo
``Mi impresión es que llegó la hora de la verdad y terminó el espejismo de que se puede tener estabilidad en un país quebrado, con casi el 18 por ciento de desocupación, con una producción industrial que fue ahora peor que el año pasado con el efecto tequila. El plan se agotó y tampoco la sociedad argentina puede soportar más esta situación. Viene un tiempo complejo'', dijo el ex canciller Dante Caputo, quien ahora integra el Frepaso.
Opositores políticos, especialmente justicialistas, compararon el gobierno del presidente Carlos Menem con otros de la región, los cuales, dijeron, han preservado a sus países ``aún cuando están en el proceso de globaliización, con una actitud más independiente y soberana''.
En medios del gubernamental Partido Justicialista (peronistas) no se ocultaba la satisfacción y en un acto al que asistía el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, el público recibió el anuncio con aplausos.
Para algunos era un triunfo de la presión social, para otros la admisión del fracaso, y la imposiblidad de continuar por este rumbo, pero a nivel popular era la rebelión contra las imposiciones del Fondo Monetario Internacional y una advertencia con el ``alejamiento de su mejor empleado''.
Menem comunicó su decisión a los presidentes del Mercomún (Mercado Común del Sur) casi de inmediato y afirmó que la Banca Internacional había aprobado el cambio de Ministro.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Michael Camdessus, expresó su confianza con en el cambio en el gabinete económico, y maniestó su deseo de que continúe en Argentina la vigencia del modelo económico liberal.
En Brasil, el presidente Fernando Henrique Cardoso dijo que la renuncia de Cavallo no afectará la continuidad de las relaciones entre los dos países ni en el ámbito del Mercosur. Añadió que el programa argentino está trazado por Menem y que la renuncia de Cavallo no alterará su programa de reformas.
Cavallo deja el país con un desempleo oficial mayor a 17.1 por ciento --en 1991 era de 6 por ciento--, pero otros sectores aseguran que es superior a 22 por ciento y un subempleo dentro de las mismas cifras.
La deuda externa aumentó de 63 mil millones de dólares a 93 mil millones (esta cifra extraoficialmente se eleva a 115 mil millones).
El único logro de Cavallo es haber logrado que la inflación bajara entre 1991 y 1999 a 67 por ciento, pero esto en los últimos tiempos era sólo el reflejo de una violenta recesión.