La Jornada 28 de julio de 1996

Se quema en Cactus un tercio del abasto de gas

René Alberto López y Angeles Mariscal, corresponsales, y Roberto Garduño, enviado, Complejo Nuevo Pemex, Tab., 27 de julio El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Adrián Lajous Vargas, informó que la salida de operación de las dos plantas procesadoras de gas natural del complejo petroquímico de Cactus, en el municipio de Reforma, Chiapas, impactará seriamente el suministro nacional de gas natural y gas LP, por lo que anunció una serie de medidas para evitar el desabasto de estos combustibles, entre ellos su importación inmediata.

Explicó que Cactus es el centro procesador de gas natural más grande del país, ya que allí se tratan mil 400 millones de pies cúbicos diarios, cifra equivalente a un tercio de la producción nacional.

Especificó que para evitar el desabasto se aumentará la producción en otros complejos, como el de Nuevo Pemex, Tabasco, y se reducirá el consumo de este hidrocarburo en el interior de Pemex.


En tres horas el fuego consumió las dos plantas del
complejo procesador de gas más inportante del país.
Se dejarán de producir mil 400 millones de pies
cúbicos diarios del combustible.

Foto: Rodolfo Valtierra/Cuartoscuro

Por otra parte, informó que una fuga de hidrocarburos líquidos que se incendiaron generó ayer las tres explosiones consecutivas que destruyeron las dos importantes plantas procesadoras de gas natural del complejo de Cactus.

El incendio y las explosiones causaron la muerte a seis trabajadores y lesionaron a otros nueve, que son atendidos en el hospital de la paraestatal en Villahermosa, tres de los cuales presentan lesiones graves, según detalló Lajous Vargas en conferencia de prensa.

``Anoche mismo en Cactus expresé nuestra solidaridad a las personas lesionadas, así como nuestra profunda consternación a las familias de los trabajadores que perdieron la vida en ese sitio. Les dije a los trabajadores y a sus deudos que desde ayer el presidente Ernesto Zedillo se ha mantenido pendiente de los acontecimientos y del estado de salud de los petroleros lesionados. Les he manifestado que estaré atento, en lo personal, a que se les brinde el apoyo institucional que merecen y al que todos ellos tienen derecho'', subrayó el funcionario.

Las personas fallecidas en el siniestro son los ingenieros Miguel Cuéllar Pérez y Carlos Ramírez Rocha, así como Héctor Jesús Carrillo Jorge, Moisés Márquez Cadena, Julio César Hernández García y Héctor Cuevas Naranjo.

Lajous Vargas mencionó que cuatro de ellos eran sindicalizados y dos de confianza. Todos eran de planta y con un promedio de antigedad en la empresa de 16 años, por lo que eran operarios experimentados.

Indicó que tres eran originarios de Tabasco y los otros de Veracruz, Guanajuato y San Luis Potosí.

El funcionario precisó que ayer en la noche, después de recorrer la zona afectada, acompañado por el gobernador de Chiapas Julio César Ruiz Ferro y el comandante de la séptima Región Militar, Mario Renán Castillo, se hizo una primera evaluación de los daños causados en las instalaciones y se confirmó la gravedad y magnitud de los mismos.

Anoche se controló el siniestro

Ayer a las 22:30 horas los técnicos y trabajadores de Pemex habían logrado aislar, controlar y extinguir el incendio, rescatar a sus compañeros fallecidos y lesionados y bloquear los flujos de entrada y salida de gas del complejo, lo que originó la suspensión de las operaciones y obligó a derivar cantidades significativas de gas natural a quemadores en tierra y mar.Cactus, aseveró el director de Pemex, es el centro procesador de gas natural más grande del país, ya que se tratan mil 400 millones de pies cúbicos diarios, un tercio de la producción nacional, por lo que la salida de operación de este complejo afectará el suministro de gas natural y de gas LP.

Anunció que Pemex ha iniciado una serie de acciones encauzadas a evitar el desabasto de estos combustibles, consistentes en aumentar la producción en otros complejos, como el de Nuevo Pemex, Tabasco, y reducir el consumo de este hidrocarburo en el interior de Petróleos Mexicanos.

Asimismo, se prevé la importación inmediata que ya fue negociada hoy de volúmenes de gas natural para el suministro del norte del país.

Reiteró que Pemex asume plenamente las responsabilidades que le corresponde en relación con las consecuencias de este lamentable accidente.

Asimismo, señaló que se ha iniciado una investigación rigurosa sobre las causas que originaron el siniestro y que se contratará a una empresa de ingeniería especializada para que realice una evaluación independiente de los hechos, cuyos resultados se darán a conocer oportunamente a la opinión pública.

Hizo hincapié en que con base en la información disponible, hasta el momento no hay elemento alguno que haga suponer que el incendio y las explosiones tuvieron un origen distinto al accidente descrito.

Se importará gas de EU

Petróleos Mexicanos negoció con empresas de Estados Unidos la compra de 130 millones de pies cúbicos de gas natural texano para garantizar el abasto del mercado interno.

Lajous Vargas informó también que la serie de explosiones en el complejo de Cactus provocaron de nueva cuenta que México forme parte de las naciones importadoras de gas, cuando hasta junio pasado se logró por vez primera exportar ese producto con un monto diario de 64 mil pies cúbicos.

Millonarias pérdidas

La destrucción de las plantas criogénicas I y II del complejo Cactus también generará un serio quebranto económico a Pemex, que tendrá que pagar el deducible del costo total de las dos procesadoras, cuyo monto asciende a 120 millones de dólares.

Además, cada día se dejarán de extraer del subsuelo del Itsmo un millón 300 mil pies cúbicos de gas.

Lajous subrayó que los hechos ocurridos en la mayor procesadora de gas en el país son atribuibles en primera instancia a fallas humanas: ``muy probablemente se trata de un error humano''. Descartó que exista algún elemento para considerar que las explosiones tuvieran un origen distinto al de ese tipo.

También en dos ocasiones aceptó que las explosiones en Cactus fueron de una ``magnitud enorme''. Entonces se le preguntó sobre el costo de cada una de las plantas criogénicas.

Una de ellas quedó completamente destruida y la otra a la vista parece que no tiene remedio, pero el ingeniero Armando Arenas aseguró que sí.

120 millones de dólares cada una, informó Lajous.

Explicó que el tiempo para rehabilitar las dos plantas destruidas será de 18 meses. Todas las instalaciones de la paraestatal están aseguradas, por lo que Pemex sólo desembolsará el deducible del costo total.Poco después Adrián Lajous fue interrogado sobre cuáles eran las compañías con las que Pemex había contratado el servicio de seguros.

El funcionario intentó explicar que se trataba de una especia de reaseguro en el que participan varias empresas aseguradoras. ``Pero en este momento no lo puedo decir, obviamente no se trata de seguros de coches, verdad?'', respondió.Lajous Vargas externó que la quema disminuirá conforme se haga uso de la capacidad instalada en otros centros de producción y complejos petroquímicos de todo el país, así como con la reducción en la extracción de los pozos.

Por vez primera la procesadora Cactus, parada en su totalidad

Destrucción total en un radio de 500 metros. Las dos plantas procesadoras de Cactus ayer sólo eran escombros cubiertos de cenizas. Las torres desmenetanizadoras estaban quemadas completamente.

En tres horas el fuego consumió las dos procesadoras de gas. Desde la noche del viernes cuadrillas de trabajadores, bomberos y grupos de soldados trabajaban en la remoción de escombros. Ya no buscaban los cuerpos de las víctimas, los seis trabajadores muertos ya se habían encontrado y los heridos y quemados eran atendidos en el Hospital Regional de Pemex. Allí no quedaba nada, más que derruir lo derruido.

La entrada a la planta procesadora parecía un cementerio. Las oficinas administrativas vacías. De las ventanas sólo quedan los marcos, los vidrios se reventaron por el calor y el impacto de las explosiones.Más adelante trozos de concreto de hasta diez kilos. Volaron a más de 300 metros de distancia. La fuerza de la sacudida volteó automóviles, arrancó techos de las bodegas que se encuentran a la orilla de las instalaciones, que en total abarcan más de 300 hectáreas, lo que hace de Cactus el complejo procesador de gas más grande de México.

Dentro, los cordones de seguridad impidieron el paso a cualquiera. Incluso los funcionarios de Pemex tuvieron problemas para transitar por la zona de desastre.

Afuera, a escasos metros de la entrada principal de la planta, decenas de mujeres, niños y ancianos se han ubicado esperando la ayuda que el viernes por la noche ofreció el gobernador Julio César Ruiz Ferro.

Hasta ayer no les llegó nada.

En las comunidades aledañas, Cactus, la Isla, Plátano y Cacao, sus moradores, en su mayoría campesinos pobres, viven en la zozobra y el miedo, pues aún recuerdan que el 16 de febrero de 1995 otra explosión provocada en ductos petroleros de la zona arrancó la vida a nueve personas.El Complejo Procesador de Gas de Cactus no se compara con las instalaciones de la planta de Nuevo Pemex, sitio al que Adrián Lajous invitó al presidente Ernesto Zedillo el pasado 25 de junio para que conociera el avance de Pemex en la región.

Ayer Cactus generaba otra sensación, que contrastó con el orden, la limpieza y la organización de Nuevo Pemex: paredes despintadas, tubería herrumbrada, bodegas en abandono.