La Jornada 28 de julio de 1996

No hay indicios de conexión con el caso TWA: la Casa Blanca

Afp, Ansa, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Nueva York, 27 de julio Los dos motores recuperados del avión de TWA que estalló el 17 de julio en pleno vuelo no presentan anomalías y tampoco las grabaciones en cabina y los registros de vuelo y aunque los investigadores insisten en mantener tres hipótesis sobre las causas del siniestro (falla mecánica, bomba o misil), el presidente del Subcomité sobre Terrorismo del Senado, el republicano Arlen Specter, afirmó hoy que las pruebas acumuladas de la investigación ``tienden a mostrar de manera cada vez más clara que había una bomba en el interior'' del Boeing 747.

``Pienso que en las próximas 24 horas tendrán nuevas informaciones'' al respecto, declaró Specter a la cadena televisiva CNN.

Las aseveraciones del senador republicano se produjeron al tiempo que se renovó la hipótesis de que un misil pudo haber derribado el avión. ``Tenemos información de que hubo algo en el cielo. Varias personas lo vieron. Y unas cuantas lo describieron en forma muy similar. Era un objeto ascendente'', declaró el subdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Kallstrom.

Tanto Kallstrom como la Casa Blanca descartaron la existencia de vínculos entre la explosión del Boeing y el atentado con bomba perpetrado la madrugada del sábado en Atlanta. ``A primera vista, no veo ninguna relación'', declaró el vicepresidente del FBI, y señaló que esa agencia seguirá participando en la investigación sobre las causas de la explosión del avión de TWA, a pesar de que ya se hace cargo de la del bombazo en la ciudad sede de los Juegos Olímpicos.

Nuevos datos obtenidos al comparar la cinta grabada con la conversación de la cabina de mandos con las informaciones captadas en radar, indican que al concluir la cinta con la grabación de voz, el avión, o una gran parte de su fuselaje, continuó apareciendo en las pantallas de radar por otros 41 segundos y 5.5 millas náuticas, señaló a su vez el vicepresidente de la Junta de Seguridad en el Transporte (NTBS), Robert Francis.

El momento en que concluye el seguimiento del radar ``coincide muy de cerca con la posición en que fueron encontrados grandes trozos de fuselaje y los motores'', indicó Francis. El vuelo 800 estalló la noche del 17 de julio a 4 mil 500 metros de altura, a 16 kilómetros de la costa de Long Island, Nueva York; sus 230 ocupantes murieron.

Las autoridades han informado que el análisis de las dos cajas negras del aparato no registran problemas inusuales, de motor o un cambio súbito de velocidad. Una de las cajas, que graba las conversaciones en la cabina de mando, concluye abruptamente con un ``sonido breve'' extraño. Ambas cajas negras dejaron de funcionar casi al mismo tiempo, pero durante 26 segundos, tras este paro, el Boeing seguía su trayectoria.

Tras estos 26 segundos el radar detectó dos objetivos, según Norm Wiemeyer, especialista del NTBS, indicio de que el avión pudo partirse en dos. Unos segundos más tarde ``los objetivos múltiples'' fueron detectados por el radar, mientras que testigos en tierra afirman haber visto una bola de fuego caer al mar, acompañada de restos en llamas.

Según algunos expertos, el hecho de que todos los registros a bordo funcionaran normalmente hasta el extraño sonido que interrumpió las conversaciones de los pilotos, apoya la tesis de una bomba o misil.

De acuerdo con el diario The New York Times, a bordo del avión se habrían registrado dos explosiones. El periódico informó este sábado que la primera explosión habría ocurrido cuando acaba abruptamente la conversación en la cabina de mando, cuando el aparato se encontraba a 4 mil 176 metros de altura, y 24 segundos después se habría producido la segunda, cuando el aparato descendió a 2 mil 591 metros.

Estos datos, agregó el Times, harían suponer que algunas de las 230 personas a bordo hayan podido estar vivas y conscientes durante los dramáticos momentos previos a la desintegración del avión. La reconstrucción del periódico neoyorquino se basó en imágenes tomadas por un radar de Islip, Long Island, cuyo disco tarda 12 segundos para observar los 360 grados de un área de varios miles de kilómetros.

El radar, después de la desconocida circunstancia que causó la tragedia, realizó dos vueltas completas y recién en el tercer giro el avión apareció en dos partes sobre la pantalla.

Otro diario, Los Angeles Times, citó este sábado a un investigador que no identificó, que explicó que la primera explosión --debida a una falla mecánica, bomba o misil-- dañó la parte derecha del avión y prácticamente destruyó los tanques de combustible antes de que los demás trozos del aparato comenzaran a caer en aguas del Atlántico.

El combustible perdido por la máquina en su rápido descenso se incendió en un determinado momento y originó una enorme bola de fuego que fue vista desde tierra, agregó el investigador citado por el diario angelino.

En todo caso, técnicos especializados en Washington analizan la grabación de la conversación de los pilotos con un espectómetro, un proceso capaz de diferenciar entre una explosión causada por una falla mecánica y otra debida a una bomba.

El ex investigador del NTBS Barry Trotter explicó que los investigadores usan computadoras para ``aumentar el sonido, disminuir su velocidad y dilatarlo'', transformando los resultados en una muestra gráfica. Una bomba produce un sonido que se propaga a elevada velocidad, con una línea que asciende abruptamente, mientras la explosión del combustible avanza mucho más lentamente, con una línea descendente.

Francis informó en la conferencia de prensa de este sábado, que dos de los cuatro motores del avión de TWA que fueron localizados ayer, pero que hasta el momento no han podido ser sacados del agua, no presentan anomalías, y añadió que los especialistas examinan atentamente la posición de los restos del avión en un lecho marino mediante cámaras de video, emplazadas por buzos, ``pero a menos de que usted sea un especialista de Boeing, eso no se parece a nada. Son restos. No es como si hubiera un gran trozo del aparato en el fondo del mar'', indicó.

Hasta cien buzos continúan la búsqueda de los cadáveres entre los dispersos y sumergidos escombros del vuelo 800, agregó Francis y señaló que una porción del ala derecha, de 4.6 metros por 1.2 fue izada a la superficie, ya que se esperaba encontrar más cuerpos, pero no se halló ninguno.

El vicepresidente del NTBS admitió la posibilidad de que nunca se recuperen todos los cadáveres. ``¿Confiamos en que hallaremos todos los cuerpos? Supongo que la respuesta es que, sinceramente, no'', declaró Francis, pero insistió que la principal tarea de los cuerpos de rescate es precisamente ubicar y sacar del agua los cadáveres de las víctimas; hasta este sábado se habían recuperado 145.

Por su parte, James Kallstrom del FBI reiteró que las tres hipótesis sobre lo que ocasionó la tragedia siguen en pie. ``Lo mejor'' sería que no hubiese sido un acto terrorista pero hay que esperar a ver ``qué nos dicen las pruebas'', y si es un acto criminal, ``queremos haber avanzado todo lo posible'', afirmó.