Antonio Gershenson
Pemex: accidentes y mantenimiento

En el accidente de Cactus pueden haber influido diferentes causas, lo mismo que en percances anteriores. Sin embargo, hay algo bastante general: si no se destinan suficientes recursos al mantenimiento de las instalaciones petroleras, los riesgos se multiplicarán y aumentarán las posibilidades de accidentes.

En 1995, de por sí el gasto programable total de Pemex fue 5.3 por ciento menor que el presupuestado en términos reales, que son los que seguiremos usando en las siguientes cifras. Pero las prioridades fueron tales que unas áreas tuvieron incluso un gasto mayor al programado, y en cambio con otras la baja en el gasto fue más fuerte que el promedio.

Así, los recursos destinados a la meta ``conservar y mantener plantas e instalaciones para gas licuado y gas natural'', como la de Cactus, fueron 20.8 por ciento menores que lo presupuestado. Esto, para todas las instalaciones de este tipo. La información aquí publicada sugiere la posibilidad de que la baja haya sido mayor en Cactus en comparación con Nuevo Pemex, que estaría mejor conservado y cuidado.

Otras metas de conservación y mantenimiento también tuvieron pocos recursos. Las de exploración y explotación de petróleo, tuvieron 11.9 por ciento menos que lo presupuestado; las de refinación, 14.5 por ciento menos, y las de petroquímica, 47.3 por ciento menos que lo programado. En todos los casos, hay que tomar en cuenta que los recursos del presupuesto no necesariamente hubieran sido suficientes, dado que hay instalaciones bastante viejas. El que no se dé la necesaria prioridad a este tipo de trabajos contribuye a que los accidentes puedan ser más frecuentes y de mayor alcance.

Las prioridades fueron, en general, dirigidas a sacar adelante metas de corto plazo. El área de exploración y explotación de petróleo y gas natural fue la que tuvo más recursos que los presupuestados, mientras que la de plantas de refinación y petroquímica tuvo 32.2 por ciento menos que lo aprobado por la Cámara de Diputados en el Presupuesto. Sacamos más petróleo crudo, pero importamos refinados.

Aun dentro de la producción primaria, la perforación de pozos exploratorios tuvo menos dinero que lo presupuestado, y se perforaron menos de la mitad de estos pozos que los programados. En cambio, la explotación y el desarrollo de campos tuvieron más recursos y se perforaron más pozos de desarrollo que los programados. Resultado: más producción, más ventas, más dólares en lo inmediato, pero menos años de reservas probadas para el futuro.

Los accidentes, de por sí, suceden. La mayoría no llaman mucho la atención, pero llega el momento en que sucede un siniestro que, por alguna razón que no siempre es la misma, se sale de lo habitual. El incendio en el pozo Ixtoc I, la explosión de gas en San Juanico, las de gasolina y solventes en Guadalajara y ahora Cactus, son ejemplos claros. En cada uno de los casos había y hay cosas que hacer en lo particular. Pero el elemento general de dedicar suficientes recursos a mantenimiento, a seguridad industrial, a prevención de accidentes en diversas formas, es algo común.