La Jornada 30 de julio de 1996

Sin acuerdo, la reunión antiterrorista Clinton-Congreso

Ap, Afp, Ansa, Dpa, Efe y Reuter, Washington, 29 de julio El presidente Bill Clinton y los líderes del Congreso sostuvieron hoy una reunión, en la que analizaron mecanismos para definir una estrategia de lucha contra el terrorismo, pero a pesar de la coincidencia entre ambas partes para combatir esa amenaza, no se acordó ningún proyecto de ley antiterrorista.

En París, el canciller francés, Hervé de Charette, anticipó que en la cumbre antiterrorista del Grupo de los Siete, a celebrarse mañana, se discutirá un paquete de 25 medidas para fortalecer la cooperación internacional en este rubro, pero descartó la posibilidad de imponer sanciones a países que Estados Unidos considera como promotores del terrorismo.

La Casa Blanca y los líderes congresistas convinieron en sostener otro encuentro mañana, al que asistirán otros 16 legisladores de cada partido, y dijeron que esperan un rápido consenso para dar respuesta al atentado con bomba en los Juegos Olímpicos y la explosión del vuelo 800 de TWA, que según han reconocido investigadores pudo ser un acto criminal.

Clinton y los dirigentes del Congreso acordaron evitar declaraciones partidistas al menos hasta mañana, cuando el secretario de la Presidencia, Leon Panetta, se reúna con legisladores para gestionar un acuerdo.

Al encuentro de este lunes, celebrado en la Casa Blanca, asistieron el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich; el líder de la mayoría senatorial, Trent Lott; los jefes de la minoría demócrata, el senador Tom Daschle y el representante Richard Gephardt, así como el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Louis Freeh.

Al presentar un paquete de medidas a incluir en una ley para reforzar la lucha contra el terrorismo, Bill Clinton sostuvo que ``necesitamos las mejores ideas. Debemos actuar tan rápido como podamos para fortalecer a este país en la pelea con el terrorismo''.

Aseveró que ``creo que cuando la bomba estalló en el Parque del Centenario de Atlanta, ese sitio se transformó literalmente en un símbolo de nuestra determinación de luchar contra el terrorismo'', y concluyó: ``Cuando nos atacan nos unimos''.

En similares términos se pronunció Lott, quien declaró esta noche que una comisión bipartidista deberá estudiar acciones que aumenten la seguridad en el país. ``Cuando somos atacados... unimos nuestras fuerzas'', señaló, pero al igual que Gingrich no se pronunció sobre la iniciativa de Clinton para ampliar las facultades del FBI en la interferencias telefónicas.

``Queremos cooperar de todas las formas que podamos'', dijo Gingrich antes del encuentro. ``Esto une a todos los americanos''.

La Casa Blanca se limitó a divulgar el paquete de medidas propuestas por Clinton, y que se refieren a ampliar la autoridad para interceptar teléfonos, incluso todas las líneas telefónicas de presuntos terroristas; permitir al FBI obtener información sobre presuntos terroristas en hoteles, compañías telefónicas y almacenes en casos de contraespionaje extranjero.

Clinton solicitó además autorizar que se enjuicie a presuntos terroristas bajo las leyes federales contra la extorsión, lo cual los sometería a la confiscación de bienes y sentencias más largas; facilitar el rastreo de números telefónicos empleados por presuntos terroristas y hacer más difícil que los sospechosos de terrorismo codifiquen sus comunicaciones para evadir la detección por la policía.

Libertades civiles

La cuestión de la intercepción a llamadas telefónicas ya había sido propuesta por el gobernante demócrata en un proyecto de ley que envió al Congreso luego del atentado de Oklahoma, en abril de 1995, que provocó la muerte de 169 personas. Pero la oposición de los republicanos, que tienen mayoría en ambas cámaras, así como la de un variado sector de la sociedad estadunidense, frenó esta iniciativa, y la ley, con una versión mucho más flexible, fue firmada por Clinton en abril pasado.

Además de grupos defensores de los derechos civiles, se opuso a esta propuesta el influyente lobby de las armas de fuego, representado en la Asociación Nacional del Rifle.

``Los estadunidenses no confían en su gobierno y temen un poder gubernamental ilimitado'', destacó Margaret Weir, de la Brooking Institution, al comentar a Afp la oposición que esta medida genera en la sociedad muy sensible en materia de la protección a los derechos civiles.

Incluso el congresista republicano Bob Barr --quien lideró la oposición a una ampliación de las facultades del FBI para interceptar llamadas telefónicas y la imposición de un ``etiqueta'' a los químicos que pueden ser empleados en la fabricación de explosivos-- advirtió que se mantiene en la misma posición, y calificó como ``prematura'' la reunión convocada por Clinton. El gobierno ya tiene muchas posibilidades de interrogar, alegó Barr, ``más, sería una llamativa violación de las libertades civiles''.

Al respecto, un vocero de la Cámara baja dijo que ``por mucho que deseemos atrapar a los terroristas, queremos hacerlo de forma metódica, de manera que se puedan respetar las libertades... No se debe permitir que los terroristas nos presionen para que suspendamos las libertades que dan sentido a Estados Unidos''.

En París, todo está listo para la cumbre antiterrorista del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo, convocada a petición de Estados Unidos, tras un atentado contra un cuartel de ese país en Arabia Saudita. De Charette dijo que los cancilleres del G-7 y Rusia, así como funcionarios de seguridad analizarán un paquete de 25 medidas orientadas a reforzar la cooperación, así como una mayor vigilancia a determinaciones organizaciones ``caritativas'', la lucha contra los medios privados de codificación en medios electrónicos como Internet y el refuerzo de disposiciones sobre la extradición.

Pero Charette sostuvo que no se discutirá la eventual imposición de sanciones a terceros países. Clinton se pronunció ayer por medidas de ese tipo contra países que, dijo, apoyan a los terroristas entre los que mencionó a Libia e Irán.

En El Cairo, autoridades de seguridad de 16 naciones árabes iniciaron una conferencia de tres días, para considerar una estrategia de mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo en esa región del mundo