La Jornada 30 de julio de 1996

Graciela Mendoza, 18 en caminata de 10 kilómetros

Jorge Sepúlveda Marín, enviado Atlanta, 29 de julio Mientras para la rusa Yelena Nikolayeva el día fue propicio no sólo para ganar la medalla de oro en la caminata de los 10 kilómetros, sino también para imponer un nuevo registro olímpico, para la única mexicana participante en el evento, Graciela Mendoza, la mañana resultó poco propicia para el logro, ya que finalizó en el sitio 18, 10 centésimas arriba de su mejor tiempo.

Prueba difícil la que se corrió esta mañana sobre Central Avenue, con salida y regreso en el estadio olímpico. La temperatura alcanzó apenas los 19 grados centígrados, gracias a una espesa capa de neblina y nubes con las que amaneció esta ciudad, aunque la humedad llegó al 85 por ciento. Chela venía de prepararse en calor extremo y se topó con otra realidad climática.Pero eso no es pretexto. Sencillamente que a la originaria de Ixtapan del Oro, le hizo falta mantener el nivel internacional que en otras ocasiones ya había mostrado.

A las 8:30 horas de la mañana, 44 marchistas, de todos los rincones del mundo se dieron cita para salir en busca de tres medallas sobre una ruta callejera.Los primeros metros se corrieron en el interior del estadio hasta sumar alrededor de 600, de donde salieron hacia la calle con el aplauso del público. Las rusas Irina Stankina, Yelena Nikolayeva, así como la alemana Beate Gummelt decidieron caminar más aprisa.

Graciela Mendoza marchaba atrás y apenas imaginaba que la altimetría de la zona sería uno de los principales problemas para lograr su objetivo; terminar entre las primeras 12. Se mantuvo en uno de los grupos traseros quizá como estrategia para atacar adelante, pero se dio cuenta de que ya no sería posible. Los primeros kilómetros se caminaban a un ritmo de cuatro minutos, debido a la velocidad que imprimía la locomotora rusa de dos vagones; sin embargo, Irina no se cuidó y fue descalificada.

En el aire cinco helicópteros cumplían su labor de vigilancia del recorrido. Apostados a lo largo de la ruta, policías y militares uniformados resguardaban la competencia. Surgió luego de la mitad de la prueba en escena Elisabetta Perrone, quien sin vacilar buscó la vanguardia. Al frente se escenficó un duelo personal por las medallas, donde las chinas Yan Wang y Yan Gu también buscaron posiciones.

El final se acercaba. Yelena Nikolayeva ni se imagina la proesa que estaba a punto de cumplir. Volteó un par de veces para ver si alguien podía hacer algo por alcanzarla. Nadie había.Cuando el cronómetro marcaba 41.49 minutos no sólo había ganado la medalla de oro, sino que era también poseedora del récord olímpico y del mundial, con el que llegó. El segundo sitio fue para la italiana Elisabetta Perrone (42.12), y la china Yan Wang (42.19), tercera.

La mexiquense Graciela Mendoza, en la zona de entrevistas, platicó que esperaba obviamente terminar en una mejor posición, pero las subidas y bajadas fueron determinantes para no lograrlo, ya que mientras iba de subida acortaba distancias, en la bajada se la descontaban otra vez. Al final, trató de apretar el paso, pero se le acabó el tiempo.

Pese a todo, terminó contenta porque no tuvo ninguna amonestación. Hace cuatro años fue descalificada de Barcelona-92. Para Sydney 2000 aún no sabe si entrenar, o retirarse y mejor poner su escuela de caminata para niños de bajos recursos.

ORO Yelena Nikolayeva, Rusia, 41.49 minutos RO

PLATA Elisabetta Perrone, Italia, 42.12

BRONCE Yan Wang, China, 42.19