Allanan la casa del oficial de seguridad sospechoso del atentado en Atlanta
Ap, Afp, Ansa, Dpa, Efe, Reuter e Ips, Washington, 31 de julio La Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos llegaron hoy a un acuerdo para un proyecto de ley antiterrorismo, al tiempo que unos 20 agentes federales allanaron la casa de un guardia de seguridad señalado como sospechoso del atentado con bomba ocurrido el sábado pasado en Atlanta.
Los negociadores encabezados por el senador republicano Larry Craig y el secretario general de la Casa Blanca, Leon Panneta, manifestaron su confianza en que la iniciativa pueda ser sancionada este fin de semana, antes del receso del Congreso de agosto.
Horas antes, el líder de la mayoría senatorial Trent Lott afirmó que le parecía difícil llegar en los próximos días a la votación.
Panetta expuso que las medidas contra el terrorismo --muchas de ellas sugeridas por el presidente Bill Clinton en respuesta a la explosión en pleno vuelo de un avión de TWA, posiblemente a consecuencia de una bomba, y el atentado en el Parque del Centenario Olímpico de Atlanta-- tienen el objetivo de dar a las autoridades ``nuevas herramientas para enfrentar una creciente amenaza en el mundo de nuestros días''.
El acuerdo del proyecto legislativo, por el que se ampliarán las facultades del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para interceptar llamadas telefónicas, ajustar la vigilancia en los aeropuertos y juzgar a terroristas bajo leyes federales sobre crimen organizado, fue logrado esta noche después de dos días de intensas negociaciones entre una comisión integrada por 16 legisladores de cada partido y Panetta.
Panetta, quien hizo el anuncio junto con Lott, señaló que la comisión bipartidista continuará trabajando esta noche para llevar el proyecto al lenguaje legislativo.
En reacciones internacionales al atentado de Atlanta, el diario China Daily calificó a Estados Unidos como un país ``incapaz para tomar medidas preventivas contra el terrorismo'', en tanto el canciller cubano Roberto Robaina, dijo que el ataque era ``muy lamentable'', pero agregó que las autoridades estadunidense ``siempre pretendieron ver el terrorismo en otros lugares y no fueron lo suficientemente profundos para saber cómo desde dentro se estaba estimulando un terrorismo interno y para afuera''.
Hillary en Atlanta
En Atlanta, la jornada estuvo marcada por una sorpresiva visita de la primera dama, Hillary Rodhman Clinton al Parque del Centenario, donde la madrugada del sábado pasado estalló una bomba que provocó la muerte de dos personas y heridas a 111, así como un minucioso registro de la casa de Richard Jewell, el guardia de seguridad privada que descubrió el lugar donde se encontraba el artefacto explosivo y es considerado ahora como sospechoso.
``Estoy contenta de estar aquí'', dijo la esposa de Clinton cuando una mujer le dio las gracias por acudir al lugar. ``Bien hecho Hillary, no necesitas a ese hombre presidente'', le gritó otra mujer, y una tercera gritó: ``ella es el presidente''.
Pero lo que más mantuvo la atención fue el allanamiento a cargo de unos 20 agentes del FBI y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego a la casa de Jewell, un blanco de 33 años de edad, quien de ser considerado a lo largo del fin de semana como un héroe por haber descubierto el artefacto explosivo, desempeña ahora un papel especial entre los sospechosos, según dijo un alto policía al Washington Post.
Jewell proclamó su inocencia a lo largo de la jornada en entrevistas con diversos medios de prensa, e incluso manifestó su sorpresa porque haya sido interrogado en cinco ocasiones desde el sábado pasado. Su abogado, Watson Bryant, dijo que ``es quizá un sospechoso, pero como todos los que se encontraban en los alrededores'' aquella noche.
El vocero del FBI, David Tubbs, precisó que Jewell, a quien describió como ``altamente cooperativo'' no fue ``fue detenido ni acusado de ningún crimen'', aunque destacó que ya se aclaró la situación de otras personas que han sido interrogadas.
Los agentes a cargo del allanamiento, que se extendió nueve horas, sacaron varias cajas de cartón, así como el bote de basura de su casa, ubicada en el norte de Atlanta.
Pero los medios de prensa dieron más detalles de la personalidad de Jewell, quien mide 1.80 metros y pesa 120 kilogramos. La televisora MSNBC mostró una vieja foto, facilitada por amigos del ahora sospechoso, en la que posa en un bosque vestido con uniforme y un fusil de asalto de mano.
Jewell fue vice sheriff del condado de Habersman, donde aprendió a fabricar explosivos, pero renunció el año pasado a consecuencia de diferencias con sus superiores, quienes estimaban que trataba siempre de hacer más de lo necesario. Al parecer practicó detenciones en la calle cuando estaba asignado para vigilar a detenidos durante la noche, y en una ocasión estrelló su patrulla con otro vehículo policial, durante una persecución.
Los medios de prensa, que citaron a fuentes oficiales, señalaron que Jewell reúne las características de quien según los investigadores podría ser el responsable del ataque: un hombre blanco, ex policía o ex militar y frustrado por no haber destacado en la vida.
Aunque el FBI no dio información sobre el curso de las pesquisas, fuentes oficiales dijeron a medios de prensa que al parecer se descartó la hipótesis de que Jewell, quien tiene un marcado acento sureño, fue quien hizo la llamada de advertencia al número de emergencias, 25 minutos antes de la explosión, que tenía acento estadunidense no específico.
Ron Leidelmeyer, un técnico de la NBC que resultó lesionado, dijo que vio cuando Jewell y un policía observaban la mochila en que se depositó la bomba a eso de las 0:53 horas el sábado, y que más tarde le comentó que no le ``gustaba el aspecto de esa mochila''. Las fuentes dijeron que si Jewell estaba a esa hora en el parque no habría tenido tiempo para desplazarse a la cabina telefónica desde donde se hizo el llamado.
En tanto, las falsas alarmas de bomba continuaron: el centro de conferencia de Seattle, en donde estaba a punto de dictar una conferencia el presidente Microsoft, Bill Gates, tuvo que ser evacuado, y un avión de la empresa venezolana Zuliana de Aviación, recibió una amenaza después de haber despegado de Maracaibo, con destino a Miami, en donde luego de aterrizar se verificó que no había explosivos.