La Jornada 2 de agosto de 1996

DESANGRAMIENTO COLECTIVO

Judith Calderón Gómez Ante la presencia de representantes sindicales y periodistas, 34 trabajadores de servicios médicos empezaron a desangrarse. Sentados en la primera fila del auditorio, los inconformes extendieron el brazo, dejaron que les sacaran l0 mililitros de sangre y después tiraron ésta en el suelo.

Enfermeras, técnicos, anestecistas, trabajadores que dan servicio en comedor y areas administrativas decidieron sumarse a esta forma de protesta que inició la enfermera Martha Pérez Martínez el 25 de julio. Se expuso en repetidas ocasiones a que le sacaran sangre y ayer, después de un desmayo, dio por terminada la protesta.

A las l7:00 horas, en un ambiente de rumores que invadió ese auditorio, ante lo que han llamado ``una medida extrema'', que era una manera ``inédita'' de protesta en nuestro país y que surgió después que tomaron el edificio de esa organización ubicada en Antonio Caso 48.

Los donantes se colocaron en grupos de l4 en la primera fila del auditorio del edificio sindical. Atentos extendieron el brazo mientras una liga marcaba la vena. Después otros de sus compañeros al frente sacaron sangre y devolvieron al donante la jeringa para que él la derramara en el piso.

Algunas enfermeras quitaron la aguja de la jeringa y lanzaron el líquido de un solo tirón formando una mancha continua. Otros se dieron más tiempo, dejaron la aguja y movieron la jeringa formando gotitas en el periódico que previamente colocaron en el piso.

Otro grupo decidió ir con la jeringa hacia el Departamento de Procesos Electorales que tiene esa organización sindical en el primer piso. Lanzaron el líquido y la sangre quedó chorreando de la puerta.

Dos de los huelguistas de hambre que iniciaron el ayuno hace 10 días explicaron posteriormente en conferencia de prensa que estas protestas son para "limpiar con nuestra sangre el proceso electoral".

José Arturo Carmona y Carlos López Pacheco, quienes participaron como candidatos a la secretaría general de la sección 12 de ese sindicato en las planillas Negra y Amarilla, respectivamente, son quienes iniciaron la protesta por el "fraude electoral y la toma del edificio".

Exigen el desconocimiento de Carlos Medina, que fue candidato en la planilla Café y proclamado como triunfador por el líder nacional de esa organización, Raúl Quintana.

En vano han sido los esfuerzos para pedir que se anule el proceso electoral. Sus formas de lucha han pasado de la toma del edificio sindical, que ocurrió el 23 de julio, la huelga de hambre y la solicitud para que intervenga la Secretaría de Gobernación y el regente no ha logrado respuesta.

Ayer hubo un primer diálogo con el director de gobierno de la Secretaría de Gobernación, Juan Burgos Pinto, donde una comisión de trabajadores exigió que se anule el proceso electoral de esa sección que agrupa a 8 mil 500 trabajadores, se designe provisionalmente a representantes del comité nacional que estén al frente de la sección 12 y se inicie nuevamente el proceso de elecciones.

Ante representantes del Sutaur, El Barzón, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), vagonistas del Metro y la perredista Nuria Fernández, los inconformes aseguraron que continuarán los dos líderes en ayuno y se hará una lista de gente que apoye el movimiento para que se desangre a partir de hoy.