La Jornada 5 de agosto de 1996

El favorito cubano Duvergel fue noqueado por un estadunidense

Corrían apenas 36 segundos del tercer asalto cuando el Alexander Memorial Coliseum enloqueció. Nadie lo podía creer. Los números fueron borrados en ese momento, y de qué forma. Un recto de derecha del estadunidense David Reid se paró en seco en el rostro del cubano Alfredo Duvergel, quien se fue a la lona.

Y allí se quedó durante unos instantes sin poder recuperar el sentido del equilibrio ni mucho menos enterarse de lo que le había pasado. La mirada del isleño estaba perdida y en ningún lugar se podía detener. El gran ``vencedor'' terminó derrotado por la vía rápida.

Desde el inicio de la contienda ambos púgiles se habían metido de lleno en el intercambio de golpes. El cubano hacía efectivos sus izquierdazos, mientras las derechas del estadunidense buscaban un camino para hacer puntos.

Al término del segundo round, Duvergel, uno de los púgiles cubanos que más victorias ha obtenido en este deporte, dominaba ampliamente el marcador. Estaba 15 puntos contra 5, lo que lo daba como amplio favorito para conquistar una medalla de oro más para la isla, a la que por cierto se le escaparon varias preseas de este metal durante la justa.

Reid estaba lastimado ya del ojo izquierdo pero ni así cejaba en su empeño de ir hacia adelante, y el poder de sus puños hizo el milagro de darle a los estadunidenses la única presea dorada, pero que seguramente vale como si las hubieran ganado todas, porque tiene trascendencia en lo deportivo y en lo político. El rival es cubano y fue nocaut.

Cuba, empero, se coronó campeón del torneo olímpico de boxeo, con total de cuatro medallas de oro y tres de plata, mientras Bulgaria fue segundo con una dorada y dos plateadas. Kazajistán tuvo una de primer sitio y otra de plata.