Garantiza la reforma gobernabilidad en la capital: PRI
Roberto Campa Cifrián, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal, sostiene que la reforma política capitalina que se consensuó garantiza la gobernabilidad que ya era cada vez más difícil mantener con el estatus y condiciones hoy vigentes. "Fuimos capaces, todos los partidos, de construir instituciones de gobierno que funcionen, incluso si en el gobierno federal hay una tendencia y en el gobierno local hay otra", asevera.
En entrevista, el dirigente priísta apunta que entre los logros alcanzados con la reforma política para la ciudad asumieron "la posiblidad de construir un gobierno local y propio, y la discusión y la negociación está en lo que se conoce como distribución de competencias".
Al opinar sobre el candado que en la reforma se puso para que los ex regentes no puedan participar como candidatos a ser jefes de Gobierno, Campa Cifrián sostiene que era necesario.
"El candado --explica-- busca una tutela del principio de la no reelección, y no sólo garantizar que quien sea electo no pueda volver a ocupar el cargo, sino incluso que quien gobernó la ciudad no la vuelva a gobernar; esto es, que no haya la posibilidad de perpetuarse en el poder."
Sin embargo, admite el también diputado priísta: "Era necesario el candado, y hoy, ante el reclamo de algunos que consideran que éste se redactó en función de intereses, conviene reconocer que el candado cancela otros escenarios, como el de que un ex regente renuncie a su cargo a los dos años y aspire al siguiente proceso electoral: la candidatura a la Presidencia".
El dirigente priísta asevera que la oposición no está preparada para ser gobierno, pues "no tiene las personas ni tampoco la claridad ni la visión para la solución de los problemas de la ciudad. Sabemos --añade-- que Acción Nacional ha abierto una pequeña casa en la colonia Roma, donde dicen que van a capacitar los cuadros de gobierno para el Distrito Federal. Con eso entendemos cuál es el grado real de la falta de cuadros y de recursos humanos del PAN para llegar a ser gobierno".
Campa Cifrián menciona que entre los asuntos pendientes que tendrán que ser resueltos en el Estatuto de Gobierno, un primer punto central es acordar la fecha de la elección de 1997; en segundo lugar se debe resolver la cuestión de la administración de justicia y la solución a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, que también quedó abierto para ser abordado en la elaboración del Estatuto; asimismo, deberá tratar y resolver el asunto de la participación ciudadana.
Para el dirigente del PRI capitalino, su partido es "sin duda el que más aporte hizo para la reforma; en cada uno de los acuerdos hay aportes para conformar un nuevo arreglo que garantice la gobernabilidad. Insisto en que todo el proceso de negociación y de los acuerdos implican la voluntad del PRI de reconocer una nueva realidad".
Roberto Campa destaca que "algo que es muy importante, y que se logró por consenso, fue el que se dejara claro en la Constitución que el Ejecutivo mantiene algunas competencias y atribuciones en la ciudad, como la seguridad.
"Ha quedado claro que en caso de un conflicto grave entre el gobierno local y el federal, el Presidente de la República tiene facultades y atribuciones para no quedar en posición de debilidad ante el gobierno local; esto es, se alcanzó que en caso de conflicto el Ejecutivo federal tiene los elementos para resolverlo sin poner en riesgo a la nación".
Señala que para llegar a la reforma política capitalina que se signó por consenso se tuvieron que buscar varios acuerdos, incluso sobre los que ya se habían pactado, pero que lo fundamental fue que todos los partidos estuvieron de acuerdo.
Finalmente, indica que la reforma política no debe verse como una cuestión de ganar o perder; "todos los partidos flexibilizaron posiciones originales, incluso sobre los acuerdos pactados".