Repitamos, ``Aquel año, 1896'', suceden hechos altamente significativos en nuestro vasto planeta azul. Si para iniciar nos acercamos más allá de los cinematográficos, a los históricos, políticos, es necesario recordar que en aquel tiempo terminal ocurrieron cuatro sucesos determinantes. Uno, el primero, aconteció en agosto, a cargo de un grupo de terroristas que sin piedad masacró en un banco otomano a indefensos refugiados armenios. Otro, segundo --en octubre--, se refiere a la visita que realizó el zar Nicolás II a París y a Londres. Otro más --tercero-- lo ubicamos en noviembre, cuando Samuel Pierpont conduce por los aires una máquina voladora. Cuarto y último suceso memorable: el 10 de diciembre muere Alfred Nobel y de inmediato se constituye el famoso premio. Mueren también en aquel año par, Paul Verlaine, Edmond de Goncout (poeta y narrador franceses, respectivamente) y Anton Bruckner (dramaturgo alemán).
Apartémonos de la muerte para reencontrar la luz a través de acontecimientos como fueron la celebración de la primera Olimpiada de la era moderna en Atenas, los sonoros estrenos de La Bohemia de Puccini y de Así hablaba Zaratustra de Richard Strauss; y la publicación de Drácula de Bram Stoker. Ahora sí recorramos los vericuetos cinemáticos trazados en 1896. En febrero, el inglés William Paul da a conocer detalles de su proyecto de imágenes en movimiento bautizado como ``Theatrograph''; es también en febrero, precisamente el día 19, cuando Edison patenta el ``Vitascope'', días más tarde los Lumire ofrecen una primera demostración del ``Cinematógrafo'' en ``Marlborough Hall'', Regent Street, Londres, funciones que vendrán a sistematizarse en marzo en un local ubicado en Leicester Square.
El 29 de junio abre sus puertas el cinematógrafo Lumire en Nueva York (Keith's Union Square Theater). Cuatro meses después --noviembre-- los franceses fundaron en la gran urbe una agencia de promoción/comercialización de aparatos y películas que vendrá a eclipsar la producción de sus competidores hasta la primavera del año siguiente. Para entonces, los hermanos Skladanowsky, han proyectado en Berlín su segundo programa de cortos a través de un aparato de su invención llamado Bioscopo, el francés George Mlis ha recreado por primera vez en la pantalla a Satanás en un brevísimo filme titulado Le manoir du diable (¿Inicial cinta del inacabable género del horror?) y Alice Guy, la francesa que con el paso del tiempo será la pionera de la dirección cinematográfica ha conocido a Gaumont, el famoso productor/distribuidor; para entonces, Edison, ha impreso en el celuloide The Irwin-Rice Kiss el primogénito beso de la cinemática universal, y para continuar rememorando primogenituras que sucedieron en aquel año 96, no olvidemos que el 12 de enero nace Dziga Vertov, el profeta del ``cine-ojo'', creador, entre otros noticiarios y documentales, del Kino-Pravda, de La sexta parte del mundo y de El hombre de la cámara, no olvidemos que el 29 de febrero vio la luz por vez primera William Wellman, el capacitado técnico hollywoodense autor de aquella valiente requisitoria contra los linchamientos Ox-Bow Incident (1943); no olvidemos que el 8 de octubre arribó a este ``valle de lágrimas'', Julien Duvivier, autor en el contexto del realismo poético francés de Pp le Moko año 37; no olvidemos tampoco, que meses antes, nace en Goshen, Indiana, Howard Hawks, cineasta abocado a la fraternidad viril, al heroísmo cotidiano, al enfrentamiento entre el hombre y la máquina en películas como The Dawn Patrol, Scarface, To Have and Have Not (guión de W. Faulkner). Y para concluir ese azaroso repaso histórico ¿Cuáles serían para nosotros los hechos inolvidables que ocurrieron en aquel año 96? Evidentemente, el arribo a México en el mes de julio, de Claudio Fernando Bon Bernard y Gabriel Veyre que ofrecieron una inicial muestra del cinematógrafo Lumire el jueves 6 de agosto a Porfirio Díaz en el Castillo de Chapultepec; otra, segunda, el viernes 14 a periodistas en el entresuelo de la Droguería Plateros, inmueble ubicado en la 2a. calle de Plateros 9, propiedad del ingeniero Fernando Ferrari Pérez; otra más, tercera, el domingo 16, en el mismo sitio, a partir de las 17:30 horas hasta las 22 con un costo por boleto de 50 centavos y media hora efectiva de proyección.
La cuarta fracción --domingo 23-- se ofreció de nueva cuenta al general Díaz para mostrarle películas con tema mexicano. Quinta función --jueves 27-- primera representación de gala: 12 películas en lugar de ocho y se cobró un peso por boleto.
Bon Bernard y Veyre dejaron el país del 9 de enero de 1897. Pero aquí empieza otro año.