La Jornada 7 de agosto de 1996

Asesinato y robo en el local de afiliación del PRD en el DF

Atado de pies y manos, amordazado, con fuertes golpes en la cabeza y varias heridas de arma punzocortante en el abdomen y pecho, Carlos Reyes Iglesias, velador de un edificio del PRD en el DF, fue encerrado en el baño cuando aún vivía; su muerte ocurrió por desangramiento o asfixia, de acuerdo con las primeras investigaciones.

Los hechos ocurrieron en el local de la Comisión Estatal Electoral y de Filiación del PRD, en donde un grupo de ladrones sustrajo 10 computadoras que contenían toda la información electoral y personal de la militancia perredista en esta capital.


Vigilante muerto en instalaciones del PRD-DF.
Foto: Carlos Ramos Mamahua

A las 11 horas, el cuerpo del velador Carlos Reyes Iglesias fue encontrado en el interior de un baño del edificio localizado en el número 23 de la calle Gabino Barera, colonia San Rafael. Las manos y pies del occiso fueron atados con mecates, su cabeza y cuerpo envueltos con trapos y ropa de su propiedad, por lo que se presume que pudo haber muerto por asfixia.

De acuerdo con declaraciones de Agustín Guerrero, oficial mayor del PRD-DF, el velador fue sorprendido por los homicidas probablemente cuando iba a barrer la banqueta al filo de las 5:00 horas, luego fue sometido e introducido al inmueble y posteriormente llevado al primer piso del edificio en donde se encontraba el equipo de cómputo.

La víctima, dijo Guerrero, probablemente fue golpeado y apuñalado en varias ocasiones a lo largo del pasillo y escaleras que conducen al primer piso; los homicidas lo arrastraron de su cuarto a las oficinas, en donde forzaron las puertas para luego sustraer las computadoras.

Según el perredista, Carlos Reyes debió ser encerrado en el baño luego de mostrar los lugares donde se guardaba la información de la militancia y el padrón electoral del Distrito Federal.

Alejandro Sánchez y Enrique Valle, también trabajadores del PRD, fueron los primeros en ingresar al inmueble al filo de las 11:00 horas y en observar el desorden. Una fotocopiadora pequeña, un fax y dos componentes de computadoras estaban tirados en el pasillo al igual que el contenido de varios cajones de escritorio.

Pese a que desde las 11:00 horas Alejandro Sánchez y Gabriela Serrano dieron aviso a la autoridades, no fue sino hasta dos horas después cuando policías judiciales, un Ministerio Público y varios peritos hicieon aco de presencia en el lugar.

Agustín Guerrero aseguró que el valor del equipo robado asciende a cerca de 90 mil pesos, además de una computadora con un costo comercial aproximado a los 160 mil pesos no fue sustraída.

Detalló que en la computadora denominada Celeste no había ninguna información electoral y no fue tocada, ``sólo las que sí tenían todos los datos''.

Por su parte, Armando Quintero Martínez, dirigente del PRD capitalino, aseguró que no se descarta que tras el crimen exista un móvil político en tanto no se aclaren las causas de lo sucedido.

Informó el líder que personalmente exigió al procurador de Justicia del DF, José Antonio González Fernández, un ``inmediato esclarecimiento tanto del móvil como de la captura de los homicidas''. Agregó que las pérdidas materiales ascienden a más de 300 mil pesos y confirmó que los padrones de militancia y electoral del DF fueron robados al sustraer el equipo de cómputo.

(Gustavo Castillo García)