La Jornada 13 de agosto de 1996

Sólo se cuenta con 460 neurólogos capacitados para atender ese mal

Roberto Garduño E. Alrededor de un millón de mexicanos padecen algún tipo de epilepsia, pero sólo se cuenta en el país con 460 neurologos certificados para atender ese padecimiento, revelan datos del Instituto Nacional de Neurología ``Manuel Velasco Suarez''.

Esa enfermedad crónica, que afecta a casi uno por ciento de la población, es motivo de rechazo social para quien la padece, pues en general la gente ignora su origen y el hecho de que puede ser curable, señala el doctor Francisco Rubio Donnadieu, encargado del Programa Prioritario de Epilepsia de la Secretaría de Salud (Ssa).

``La mayor parte de la población piensa que la convulsión es la epilepsia, pero esa es sólo una de sus formas. El 40 por ciento de los ataques epilépticos son convulsivos aparatosos. Existen muchas otrs expresiones de las descargas eléctricas en el cerebro", destacó.

Estudios estadísticos y de prevalencia realizados por la Ssa arrojan el siguiente restultado: 76 por ciento de los casos de epilepsia en México se originan en la infancia y la adolescencia; 20 por ciento del total de las enfermedades del sistema nervioso son atribuibles a la epilepsia, y sólo existe un 0.04 por ciento de riesgo de muerte entre las personas que la padecen.

En los resultados del Programa Prioritario de Epilepsia se indica que el padecimiento es controlable, e incluso que existe un 70 por ciento de posibilidades de cura cuando la enfermedad es detectada a tiempo y se cumple con los programas de control y rehabilitación indicados.

Para el doctor Rubio Donnadieu, ex director del Instituto Nacional de Neurología, la epilepsia significa ``un terror'' para la mayoría de los mexicanos, que al enfrentarse a un ataque epiléptico --el cual dura entre 20 y 30 segundos-- creen que "la única forma de controlarlo es introduciendo un lápiz o una pluma en la boca del enfermo, y eso no es lo indicado; en los más de los casos se lastima la boca del paciente y sólo se le daña".

Los trastornos más frecuentes son las crisis parciales, que se originan en el lóbulo temporal del cerebro y se detectan cuando el enfermo chupetea de manera inconsciente, cuando la vista se fija por más de diez segundos, o cuando se presenta la sensación de lo ya visto, de lo que aparentemente ya se vivió; es decir, lo que los franceses llaman el déja-vu.

"Casi todos hemos tenido esos síntomas, pero lo importante es que no se repitan, que no se llegue a un estado de confusión. En los niños aparecen las crisis cuando fijan su vista por más de diez segundos sin parpadear", indicó el doctor Rubio.

En México la epilepsia es un problema de tipo social; se estigmatiza cuando se califica a las personas: es epiléptico.

Uno de esos casos, acotó Rubio Donnadieu, se observa en las escuelas, sobre todo en las de preescolar. "Por reglamentos obsoletos, en las guarderías públicas y privadas se estigmatiza a los niños que sufren alguna convulsión, que no necesariamente es epilepsia; incluso puede ser por malos hábitos alimenticios".

Como un padecimiento crónico, la epilepsia es curable, destacan las instituciones de salud pública; sin embargo, el principal problema para enfrentarla es la falta de conocimiento que sobre ella hay entre los mexicanos, ``que se sepa que es un padecimiento controlable''.

Sin atención, 30% de los casos

De acuerdo con estudios epidemiológicos realizados en áreas rurales, urbanas y suburbanas, la cifra sobre este padecimiento alcanza una prevalencia de 10 a 20 enfermos por cada mil habitantes. Es decir, que en México hay, por lo menos, un millón de personas con alguna forma de epilepsia.

Existen cálculos que señalan que, del total de esos enfermos de epilepsia, 35 por ciento no recibe tratamiento para el control de las crisis, porque no han sido diagnosticados; 30 por ciento está en tratamiento inadecuado (subdosificados o con esquemas de poloterapia indebidos), y sólo el restante 35 recibe la atención apropiada.

Además, la epilepsia, como todas las enfermedades crónicas, repercute en la familia. Cada paciente tiene a su alrededor entre 10 y 15 personas a las que afecta en el ámbito sicoemocional. En la mayoría de las ocasiones surgen actitudes de sobreprotección o de rechazo.

Qué es la epilepsia

Del griego epilambaneim, que significa ``ser sobrecogido bruscamente'', es una afección crónica caracterizada por crisis recurrentes, debidas a descargas eléctricas excesivas de las neuronas cerebrales.

Las crisis epilépticas pueden ser parciales simples, sin alteración de conciencia: alucinaciones, hormigueo, luces, zumbidos, palidez, sudoración, dilatación pupilar; crisis parciales complejas, con alteración de conciencia: automatismos.

Crisis generalizadas (convulsivas y no convulsivas): ausencias típicas y atípicas, con transtornos de conciencia exclusivamente, y con sacudidas.

Crisis epilépticas no clasificables, que se presentan por diversas circunstancias: de aparición inesperada (menstruales, ciclo sueño-vigilia) o provocadas por factores sensoriales como la fatiga, el alcohol y las emociones.