La Jornada 13 de agosto de 1996

Vigilan soldados a gente del FDOMEZ y hostigan a mujeres, acusa el alcalde de Benito Juárez, en la Huasteca veracruzana Desmiente el gobierno oaxaqueño la violación de 7 mujeres por militares en Juxtlahuaca

Manuel Enríquez, corresponsal, Xalapa, Ver., 12 de agosto El presidente municipal de Benito Juárez, Felipe Hernández Hernández, aseguró que en los últimos 10 días el Ejército Mexicano intensificó su presencia, principalmente en las comunidades huastecas Doroteo Arango y Ricardo Flores Magón; que ``vigila'' a quienes pertenecen al Frente Democrático Oriental Mexicano Emiliano Zapata (FDMOEZ), y que los soldados acosan a las mujeres.

Ante la comandancia militar regional de Tuxpan y la fracción legislativa del PRD en Veracruz, la semana pasada el alcalde acusó que, al realizar sus rondines con el "pretexto de buscar armas y sembradíos de mariguana", los soldados hostigan a las mujeres, y han ocasionado daños cuantiosos a los cultivos. Por su presencia se han interrumpido las jornadas agrícolas en cientos de hectáreas, señaló.

Asimismo, precisó que diario hay vuelos razos de helicópeteros, los cuales tienen una base en Doroteo Arango.

Por su parte, el Comité de Derechos Huamanos de las Huastecas y Sierra Oriental (Codhhso) informó que las tropas militares buscan armas y guerrilleros en la Huasteca veracruzana, en la zona que colinda con Hidalgo.

"Las fuerzas castrenses insisten en la presencia de dirigentes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en esa región, y están ofreciendo de 500 a mil pesos a los campesinos a cambio de información sobre el grupo guerrillero. Piden nombres de dirigentes sociales y autoridades comunales", señaló a la prensa local Roberto Hernández Bautista, vicepresidente de esa organización no gubernamental indígena.

En Doroteo Arango y Flores Magón --comunidades que pertenecen a la jurisdicción de Benito Juárez, localidad enclavada en la sierra de Chicontepec-- están asentadas decenas de familias nahuas y otomíes pertenecientes al FDOMEZ que desde hace años ``recuperaron'' unas 120 hectáreas, por lo que en junio del año pasado, con lujo de violencia y con gases lacrimógenos, unos mil 500 policías fuertemente armados las desalojaron, aunque poco despúes los indígenas regresaron a ocupar esas mismas tierras.

Hernández Bautista informó que además de los campamantos hay retenes a un kilómetro de la cabecera municipal de Benito Juárez, rumbo a la comunidad conocida como El Paraje. En La Lima también se encuentra otro destacamento militar que vigila estrechamente la comunidad de Hueicuatitla.

La presidencia municipal, dijo el alcalde, ha recibido diversas denuncias de que los soldados se bañan desnudos en el río Calabozo, cerca de donde las mujeres indígenas acuden a lavar su ropa acompañadas por sus hijas, a quienes los militares quieren "agarrar porque les gustan".