Releer al Carlos Fuentes joven es revisar toda su obra
Patricia Vega Carlos Fuentes se inicia como cuentista con el libro Los días enmascarados, cuya publicación, en 1954, coincidió exactamente con el día en el que Fuentes cumplió veintiseis años.
``Lo que pasa -explica la especialista en literatura mexicana y estudiosa, en particular, de la obra de Carlos Fuentes, Georgina García-Gutiérrez- es que Carlos Fuentes ha crecido: desde su primer libro mostró un talento que lo ha convertido en el gran autor que es porque Carlos Fuentes es un escritor mexicano, pero es universal...''
Aunque Carlos Fuentes todavía tiene mucho que decir y muchos años de vida creativa por delante, el hecho de haber empezado a publicar desde muy joven permite tener la perspectiva apropiada para leer de nuevo sus primeros libros de cuentos. Fue así como García-Gutiérrez convocó a un poco más de una docena de críticos, escritores y estudiosos a realizar una relectura de Los días enmascarados y Cantar de ciegos, a cuarenta y treinta años, respectivamente, de haber sido publicados. Sin embargo, la pasión y la fascinación que despierta la obra de Fuentes, hizo que el proyecto se abriera a comentar cualquier aspecto de la obra y trayectoria del multicitado escritor.
El resultado fue el libro Carlos Fuentes. Relectura de su obra. Los días enmascarados y Cantar de ciegos, que reúne ensayos escritos, especialmente para el volumen, por Emmanuel Carballo, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Sara Poot, Alberto Ruy-Sánchez, Bernardo Ruiz, Luis Palacios Hernández, Héctor Aguilar Camín, Héctor Perea, Alvaro Ruiz Abreu, Alfredo Pavón, Miguel Angel Flores, Vivian Antaki y la propia Georgina García- Gutiérrez. Su publicación corrió a cargo de la Universidad de Guanajuato, El Colegio Nacional y el Instituto Nacional de Bellas Artes, y en su presentación, realizada antenoche en el Museo Soumaya, contó con los comentarios de la escritora Carmen Boullosa, el especialista holandés Maarten van Delden, el pintor José Luis Cuevas y la propia compiladora de la obra, moderados por Mayté Noriega.
Sin ocultar su ``devoción fuentesina'', Carmen Boullosa (cuya participación reproducimos completa en esta misma sección) comentó que no participar en un acto de celebración por la aparición de la multicitada compilación ``sería pura tacañería''. Al tal grado se sintió la escritora atraída por los ensayos sobre Fuentes que interrumpió la escritura de una novela que está a punto de concluir antes de partir nuevamente a Alemania y Nueva York.
Entre las líneas generales apuntadas por el especialista holandés Maarten van Delden, destacan la alusión a los ensayos que incluyen testimonios personales sobre Fuentes y que son de gran ayuda para los lectores y especialistas que no conocen personalmente al escritor; la aproximación a Fuentes como un símbolo y encarnación genuina de un escritor profesional; el papel de este escritor como intermediario entre México y la cultura universal, es decir, la aproximación a un mexicano cosmopolita. Aportaciones que hacen de este, en opinión de Van Delden, ``el mejor libro que se ha escrito sobre Fuentes, y eso que ya hay bastantes''. Durante su interveción el especialista holandés también se refirió a la perfección del estilo de Carmen Boullosa: ``Me parece que Fuentes podría aprender algo de ti porque a veces tiene un derroche de energía que podría aprovechar mejor''.
Por su parte, el pintor José Luis Cuevas dedicó su intervención a destacar su amistad con Carlos Fuentes y una faceta poco conocida del autor de Los días enmascarados y Cantar de ciegos: su habilidad como caricaturista.
Después de reseñar las veces que ha ilustrado textos de Fuentes y de señalar que en su estudio hay una caricatura de Cuevas hecha por Fuentes y de que en el museo que lleva el nombre del pintor se encuentra una libreta de dibujos hechos también por Fuentes, el pintor comentó que un día que tenía que hacer un dibujo de Octavio Paz para una revista francesa, al no tener ninguna referencia visual a la mano, Fuentes lo sacó del apuro dibujando, de memoria, una caricatura de Paz. Así, el dibujo, que finalmente hizo José Luis Cuevas, partió de la ilustración realizada por Fuentes.
Los comentarios sobre el talento de Fuentes como dibujante vienen a colación porque el libro presentado termina con el apéndice La escritura es la pintura de la voz, en el que se incluyen varios dibujos realizados por Carlos Fuentes y que fueron publicados originalmente en la Revista de la Universidad de México de diciembre de 1959, enero de 1960 y agosto de 1962. La ilustración que se incluye en la portada del libro es el Chac Mool dibujado por José Luis Cuevas y que ilustró la portada de la edición de Los días enmascarados, publicado por la Editorial Novaro en 1966.
Resta añadir que Carlos Monsiváis posee una gran parte de las caricaturas de Fuentes y que estas mismas se expusieron en el Museo de Arte Moderno este año.