La Jornada 14 de agosto de 1996

Cuestionan republicanos el trato a México y Cuba

Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 13 de agosto La relación de Estados Unidos con México y América Latina se ha deteriorado por una ``falta de liderazgo'' de la administración de Bill Clinton, afirmó hoy el ex secretario de Estado Henry Kissinger, y consideró ``escandalizante'' que el país vecino sea acusado por cosas que no están dentro de su control.

A Kissinger, en entrevista con La Jornada, se le preguntó por qué el enfoque de Washington hacia México y América Latina se ha deslizado de alabanzas y promoción del libre comercio a acusaciones por narcotráfico y migración. "Es por una abdicación de liderazgo (de Estados Unidos)", respondió.

"Mire, México pronto tendrá una población de mas de 100 millones, se graduará en un estatus parecido al de los pequeños tigres, y, para nosotros, no responder con una política clara es inaceptable", añadió. En referencia a las recientes y repetidas acusaciones sobre narcotráfico y migración expresadas en Washington, Kissinger sostuvo: "Acusar a México por condiciones que están fuera del control de su gobierno es escandalizante".

Estos comentarios, minutos después de concluir un foro sobre la política exterior de los republicanos en esta ciudad, fueron la base de la critica general a la administración Clinton expresada, junto con Kissinger, por los ex secretarios de Estado George Schultz, Alexander Haig, Lawrence Eagleburger y el ex asesor de Seguridad Nacional Brent Scowcroft. El consenso: falta de dirección y de visión para Estados Unidos en el mundo de la posguerra fría. El foro fue auspiciado por el Instituto Internacional Republicano (IRI) con motivo de la Convención Nacional Republicana.

Esta colección de encargados de la política exterior estadunidense durante los gobiernos de Richard Nixon, Gerald Ford, Ronald Reagan y George Bush --quienes se conocen bien, dos de ellos generales (Scowcroft y Haig), y todos recordados por su impacto en las diversas regiones del mundo en conflicto (Centroamérica, Medio Oriente, Sudáfrica y, claro, la gran guerra contra el imperio del mal, la Unión Soviética)--, coincidió en que lo más peligroso en esta coyuntura internacional es la falta de ``dirección" y ''definición del interés nacional" de la administración Clinton, y que por lo tanto Estados Unidos arriesga su posición de líder mundial.

En su presentación, ninguno de ellos tocó la región latinoamericana, ni habló del TLC o del narcotráfico ni de la inmigración.

En una sesión de preguntas, Shultz sorpendió con la única referencia a una nación latinoamericana: Cuba. Dijo que en su opinión, "seguramente no compartida por nadie aquí, ni nadie en el Congreso, o los candidatos políticos... estaríamos mejor acabando con el embargo y permitiendo que la gente tenga interacción con los cubanos como todos gusten", ya que mediante esto se democratizará el país por sí solo. "Cuba --argumentó-- no constituye un problema militar... yo no veo que Cuba sea cualquier tipo de amenaza para nosotros", y comentó que la única cuestión es que debería tener un ``gobierno decente'' y que la pregunta es cómo se debe promover eso.

En su presentación ante el foro, Kissinger señaló: "Estamos ahora en un mundo menos peligroso, pero más complejo", en donde hay cinco o seis naciones que pueden afectar el interés nacional de Estados Unidos. "Si Estados Unidos no tiene algún concepto de cómo moverse en este mundo``, advirtió Kissinger, estará en riesgo su posición: ''El peligro de hoy es la irrelevancia del liderazgo estadunidense, ya que nadie sabe cuál es nuestra posición". Acusó indirectamente a los actuales encargados de la política exterior de no definir cuál es "el interés nacional", de que algunos de ellos salieron de los ``movimientos de protesta'' de los 70 y que rechazan el papel del poder en la política exterior, transformando a ésta en un "programa de reforma social".

Como ejemplo, Kissinger criticó el esfuerzo estadunidense en Bosnia donde, indicó, Clinton no tiene idea de cuándo sacar a las tropas estadunidenses, y ninguna idea de una solución real a ese conflicto. En comentarios a periodistas poco después, también señaló que la "falta de avance en promover el TLC y el Area de Libre Comercio de las Américas, es por la carencia de dirección" de la actual administración.

En general, sus colegas reiteraron estos puntos y criticaron que la política exterior esté a la deriva. Y como una consecuencia, señalaron las experiencias de Somalia, Bosnia y Haití, y los problemas en Medio Oriente, así como la incoherencia de la política hacia China y Japón.

Haig sostuvo que la política de Clinton un día es influida por un sector o grupo, y después por otro.

Shultz enfatizó que quizá el mundo está en su mejor momento en este siglo por lo realizado durante la presidencia de Reagan, especialmente en términos económicos. "Desde su primer discurso sobre la economía, que fue en Cancún", promovió los mercados libres y lo que ahora se llama ``una nueva economía global''. Sin embargo, concluyó, todo esto depende de la política de crecimiento de crecimiento en Estados Unidos y su ``credibilidad'' internacional, y eso es lo que está en riesgo con Clinton, "y sólo puede ser rescatado por Bob Dole".

Al cerrar la sesión, el moderador Scowcroft, refiriéndose al panel, dijo: ``No es un mal Consejo de Seguridad Nacional, ¿verdad?''