La Jornada 16 de agosto de 1996

Caso Colosio: se deslinda el PRD de la designación del fiscal especial

Mireya Cuéllar Luego de considerar ``evidente'' que el presidente Ernesto Zedillo y el procurador general de la República pretenden ``lavarse las manos'' al dejar en manos del Congreso la designación del nuevo fiscal especial para el caso Colosio, y que el esclarecimiento del crimen ``no es una prioridad'' presidencial, el Partido de la Revolución Democrática decidió ayer no participar en dicha designación.

``Nosotros no vamos a ser utilizados; no nos vamos a prestar al juego de quienes han enturbiado las investigaciones y no han demostrado tener voluntad para llegar al fondo. El pueblo no es tonto; tonto es el que piensa que el pueblo es tonto. La gente sabe qué está sucediendo en torno a la investigación del caso Colosio'', señaló Andrés Manuel López Obrador.

El dirigente nacional del PRD exigió que el Presidente de la República asuma su responsabilidad, porque él y el procurador Antonio Lózano Gracia, dijo, pretenden ``tirar la pelota a otras instancias; se va a nombrar otro fiscal y va a resultar que no se aclara nada. Luego ya no será el Congreso; van a inventar que sean las comisiones de Derechos Humanos quienes propongan, y así, por los siglos de los siglos. No aceptamos ese juego''.

En una conferencia de prensa ofrecida en la sede del PRD y en la que participó la plana mayor del perredismo, el diputado Jesús Zambrano leyó un comunicado firmado por los legisladores de su partido que son miembros de las comisiones especiales que dan seguimiento a la investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio y donde informan que no aceptan participar en la designación.

La solución del caso Colosio, argumentan, ``no es un asunto de fiscales especiales, sino de voluntad y decisión política, que tienen que emanar del presidente Ernesto Zedillo, lo cual le exigimos''.

Para el PRD, después de dos años y medio del asesinato, la designación de tres fiscales especiales e igual número de titulares de la PGR, lo único que está a la vista es ``una evidente manipulación de las investigaciones con el claro propósito de encubrir a los autores materiales e intelectuales de este crimen de Estado''.

Como para el Presidente de la República ``no es una prioridad'' investigar y llegar al fondo, reitera, ``no hay razón para que el PRD se preste al manoseo que se le ha dado a este asunto, y mucho menos para que se corresponsabilice de las tareas que le corresponden al Ejecutivo y al procurador general de la República''.

``No sólo no participamos --anadió López Obrador--, exigimos que sean el Presidente de la República y el procurador los que cumplan con su responsabilidad, de conformidad con lo estipulado en la Constitución.''

El dirigente anunció que se ``revisará'' la participación de los legisladores perredistas en las comisiones legislativas de seguimiento del caso Colosio, pero por lo pronto ``no podemos dejar de participar''.

La exigencia, explicó, es que se den facilidades a las comisiones, que se les permita conocer la información que posee la Procuraduría. ``Si vemos que no se dan estas facilidades vamos a evaluar''.

La muerte de Luis Donaldo Colosio, sostuvo, fue ``un complot. Estamos ante un crimen de Estado y corresponde a la Procuraduría llegar al fondo; tienen que llamar a declarar a los involucrados: a Carlos Salinas, a Córdoba. El presidente Zedillo tiene que dar a conocer su versión''.

Fue sugerencia del Presidente

El Partido Acción Nacional, a través de su secretario general, Juan Antonio García Villa, dijo que el procurador Antonio Lozano Gracia no elude su responsabilidad al decidir que sea el Congreso el que designe al nuevo fiscal especial porque ``al final de cuentas, hasta donde yo tengo entendido, quien hizo la sugerencia fue el propio titular del Ejecutivo''.

Ante las acusaciones del perredistas de que el Presidente y el procurador sólo quieren ``lavarse las manos'' por los insatisfactorios resultados de la investigación, García Villa recordó un episodio de la historia de México:

``Alguien dijo allá en 1928, cuando se nombró casualmente al primer fiscal especial con motivo del asesinato de Alvaro Obregón, que había sido un movimiento muy hábil del entonces presidente Plutarco Elías Calles, porque nombrando un fiscal especial para enfrentar la agresividad de los obregonistas daba a entender, por un lado, que él no era el responsable, y por el otro lado se sacudía la responsabilidad'' de esclarecer el crimen.

Insistió en que el procurador no trata de ``sacudirse'' la responsabilidad; ``no la está eludiendo; quizás quiere compartirla, no por el hecho de deslindarse de ella, sino para que en este tipo de asuntos, por su trascendencia, más mexicanos de distintas corrientes de opinión de una u otra manera participen en la decisión'', y agregó que fue el Presidente quien sugirió depositar en manos del Congreso la responsabilidad de nombrar al sustituto de Pablo Chapa Bezanilla.

Sobre la postura del PRD, García Villa reconoció que participar en el nombramiento implica ``que todos estarán sujetos a asumir una responsabilidad'', no sólo quienes propongan a quien finalmente resulte designado, sino quienes lo avalen.

Cada quien, agregó, ``asume su responsabilidad por acción o por omisión'' y la del PRD es ``una posición libre, autónoma'', aunque ``sería interesante que explicara por qué antes aceptó que el diputado Leonel Godoy fuera el fiscal especial del caso Ovando y Gil y ahora no quiere participar. Parece que no ha sido congruente''.

Reconoció que el PRD tiene razón cuando dice que, por ley, es el Ejecutivo a quien corresponde nombrar al fiscal, pero también recordó que, de acuerdo con la última reforma del Poder Judicial, el próximo titular de la Procuraduría General de la República tendrá que ser ratificado por el Senado.

Entretelones

La noche del martes, durante una reunión de la comisión de diputados que da seguimiento al caso Colosio, el diputado colosista Samuel Palma dijo que Luis de la Barreda, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, sería ``un buen prospecto'' de fiscal.

A muchos legisladores les agradó la idea, pero el miércoles por la mañana llegaron las primeras llamadas de alerta al PRD; ésa era una propuesta de Los Pinos, no de los colosistas.

López Obrador ya les había dicho a los diputados del PRD que no le acababa de gustar que la propuesta de que el Congreso nombrara al nuevo fiscal.

Con todo, los representantes del PRD en la Comisión Permanente firmaron un punto de acuerdo en el que llaman a las comisiones de seguimiento de ámbas cámaras a que elaboren la propuesta ``de manera urgente''.

Durante la sesión de la Permanente, las comisiones de seguimiento se reunieron. A los perredistas les pareció raro que algunos priístas y panistas les insistieran en consensuar el nombre el mismo miércoles y los instaran a pronunciarse por alguien.

Un personaje del PRI ligado a Colosio les advirtió que era una trampa y que después no podrían poder criticar al fiscal ni a la Procuraduría si fracasa