La Jornada 16 de agosto de 1996

Sin él, ``aún existiría la Unión Soviética'', expresa al aceptar la candidatura

Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 15 de agosto Bob Dole aceptó el premio que, en su tercer intento, finalmente se le concedió: la candidatura del Partido Republicano a la presidencia. Pero la corona como "heredero de la revolución de Reagan" todavía está muy lejos de su alcance. Tal vez por eso, poco antes de anunciar que aceptaba la nominación, se tocó el tema de la película Rocky.

En lo que se ha calificado como el discurso más importante de su carrera política, el formalmente recién designado candidato presidencial republicano enfocó su ponencia en los temas de los valores morales y la gente que ha influido en su vida, sobre los temas económicos y la relación entre el pueblo y el gobierno y, finalmente habló de la seguridad en el mundo y en casa.

De lograr desalojar al presidente Bill Clinton de la Casa Blanca, en noviembre, Dole, de 73 años, sería el político más viejo en llegar a la presidencia, pero esta noche defendió su avanzada edad y aseguró que era una ventaja, habló de como creció pobre en Kansas y de su servicio militar. Pero la mayor parte de su discurso de 40 minutos lo dedicó a los temas centrales de esta campaña: la reducción de impuestos, el control del crimen, el combate contra el abuso de las drogas y la restauración del liderazgo estadunidense a nivel mundial.

El ex senador, que en otras dos ocasiones había perdido la candidatura presidencial de su partido, sugirió que un regreso a los valores que aprendió creciendo en los años 20 y cuando servía en la guerra en los 40, era precisamente lo que Estados Unidos necesita para lidiar con todos esos problemas.

Pero también fue Dole el ser el primero en mencionar la palabra ``México" desde el podio en esta convención republicana. ''El derecho y la obligación de una nación soberana para controlar sus propias fronteras está más allá del debate. No deberíamos tener un solo inmigrante ilegal aquí``, declaró Dole. ''Pero la cuestión de la migración es más amplia que eso, y déjeme ser especifico: una familia de México que llegó esta mañana, legalmente, tiene tanto derecho al sueño americano como los descendientes directos de nuestros padres fundadores".

De hecho, Dole y su compañero de fórmula, Jack Kemp, tocaron brevemente el tema de inmigración en sus discursos finales de esta convención, en declaraciones contrarias a algunas posiciones adoptadas en la plataforma de su partido. "Somos un país de inmigrantes``, dijo Kemp. ''Tenemos que cerrar la puerta trasera a la inmigración ilegal para poder mantener la puerta frontal a la inmigración legal".

En referencia a los tratados comerciales llevados a cabo por el presidente demócrata Bill Clinton, sin mencionar alguno de ellos en particular, Dole declaró: "Nos tenemos que comprometer con una política comercial que no suprima el pago o amenace a los empleos estadunidenses. Por cualquier medida, la política comercial de la administración Clinton ha sido un desastre...."

Estas referencias a la inmigración y comercio, fueron sólo pequeños segmentos de discursos que se centraron más que nada en el mensaje económico fundamental, que servirá de marco para la campaña electoral. "Uno trabaja desde el primero de enero hasta mayo sólo para pagar sus impuestos.... eso simplemente tiene que acabarse", dijo Dole, quien reiteró el lema central de una reducción del 15 por ciento en los impuestos de todos.

"Uno no debería tener que ofrecer disculpas por querer quedarse con lo que gana``, señaló Dole. ''Al contrario, el gobierno debería de disculparse por tomar demasiado de eso". Y en uno de varios ataques a la administración Clinton, Dole apuntó que "simplemente no lo entiende: ellos piensan que están encargados de ustedes. Y por eso se tiene que largar".

La actual administración demócrata, sostuvo, está compuesta por "un cuerpo de élite que nunca creció, nunca hizo nada real, nunca se sacrificó".

En contraste, amplios fragmentos del discurso, y de todo el programa de esta noche, estuvieron dedicados a ``introducir'' a un Bob Dole como hombre simple, honesto y de honor, de transformar un político de carrera (45 años como político profesional) en el "ciudadano Bob Dole``, simple, del pueblo. "Yo nací en Russell, Kansas'', declaró a la convención como si alguien presente allí todavía no lo supiera después de cuatro días de actividades dedicadas a él.

Pero para asegurar que este tema se entendiera, momentos antes de su discurso, se presentó un videodocumental biográfico llamado Bob Dole: un héroe americano.

Dole utilizó la pobreza de su familia y su propia dependencia a programas de salud federales durante su recuperación de las heridas que sufrió en la Segunda Guerra Mundial, para confirmar su compromiso de proteger a los necesitados que en verdad requieran apoyo del gobierno, un intento por rechazar acusaciones de que los republicanos están listos para eliminar programas de asistencia para los ancianos y los discapacitados.

Ataques directos a los sindicatos del magisterio, calificándolos como enemigos del necesitado cambio para mejorar el sistema educativo (y por su apoyo al presidente Clinton), así como criticas severas al liberalismo de los jueces nombrados por su contrincante y la falta de mano firme para enfrentar el crimen, y la necesidad de reiniciar la guerra contra las drogas, fueron componentes de este discursos.

En torno a la política militar, Dole prometió: "Yo llevaré a America sobre un curso que terminará con nuestra vulnerabilidad a ataques con misiles y reconstruiré nuestras fuerzas armadas... También advertiré a los terroristas: si dañan a un americano, dañan a todos los americanos. Y America los perseguirá a los confines del mundo. En breve, no nos molesten si no están preparados a sufrir las consecuencias", amenazó.

Cuando a Bob Dole se le preguntó horas antes del tema central qué buscaría comunicar a su público esta noche, respondió con una palabra: ``confianza''. Esta noche su discurso, resultado de cuatro meses de trabajo según sus asesores, intentó fundamentalmente contrastar una imagen del candidato Dole como hombre honesto y confiable frente al actual ocupante de la Casa Blanca.

Al iniciar su discurso, Dole comentó que llamó al ex presidente Ronald Reagan y "le hice una promesa: que ganaríamos una (elección) más para él". Así, Dole comienza un periodo de 82 días en que deberá honrar su palabra retórica.

Con todo, Dole prometió recuperar el liderazgo estadunidense perdido al nivel que tenía durante los dos mandatos de Reagan, y señaló: "Sin Reagan, la Unión Soviética seguiría existiendo hoy", y destacó que ``la historia nos ha hecho líderes". ''Siganme los que quieran restaurar el honor y la credibilidad en el gobierno", afirmó Dole, y subrayó que Estados Unidos necesita ``sacrificio, coraje y honor''.

Pero este discurso, de hecho, fue algo opacado por el pronunciado por el segundo de Dole. Fue Kemp el que pintó una imagen de un renacimiento estadunidense, que sería inclusivo de pobres, ricos, de todas las razas, de una apasionada defensa de los valores morales y principios de justicia, lealtad y generosidad, como parte de la ``promesa'' americana.

Mientras Dole esbozó un panorama oscuro de los problemas a enfrentar por este país, fue Kemp quien enfatizó el potencial y posibilidades de esta nación. Desde las colonias de Nueva York "a los barrios de Los Angeles`` apelaremos al "corazón'' de todo estadunidense.

Señaló a Abraham Lincoln y a Martin Luther King como líderes morales de esta visión. Y sostuvo que "hoy, más que nunca, los ideales e ideas toman las imaginaciones de las mujeres y hombres en toda esquina del mundo. No es excitante pensar que es 1776 por todo el mundo (fecha de la independencia estadunidense)".

Con el lanzamiento de 50 mil globos, lluvias de confeti, una bendición, música, coros de ``Dole-Kemp, Dole-Kemp'', esta trigesimosexta Convención Nacional Republicana fue clausurada.

Y así este programa de televisión llegó a su fin.