La Jornada 16 de agosto de 1996

Necesaria, una tarifa realista para el agua: DDF

Víctor Ballinas El regente Oscar Espinosa Villarreal advirtió ayer que es necesario modificar tendencias en el consumo de agua potable en la ciudad y ``empezar a hacer las obras y a tomar las decisiones que nos lleven a evitar el colapso hidráulico del Valle de México''. Urge, añadió, empezar a cobrar el servicio medido, con lo cual ``la política deja de ser populista y se vuelve una política realista que genere los recursos necesarios para darnos la viabilidad del abasto de agua''.

Actualmente, afirmó Espinosa Villarreal, la política tarifaria del agua potable es incongruente, pues todavía, ``hoy por hoy, nos permite recuperar solamente el valor de menos del 30 por ciento del agua que utilizamos en la ciudad''.

Por esa razón, apuntó, ``o cobramos el agua y tratamos de recuperar ese valor o perdemos la viabilidad hidráulica del Valle de México. De eso se trata. Es así de sencillo y concreto lo que vamos a tener que hacer y lo que ya estamos haciendo''.

El jefe del Departamento del Distrito Federal (DDF) manifestó lo anterior en el Colegio de Ingenieros Civiles durante el ciclo de conferencias que organizó esa organización gremial para conmemorar su 50 aniversario.

Al empezar su exposición, Espinosa Villarreal subrayó que garantizar la viabilidad del agua es un asunto central, importantísimo, porque no hay nada tan vital como el agua para garantizar el futuro de la urbe.

Se enfrentan, expuso, una suma de realidades que ponen en riesgo la viabilidad hidráulica del mayor conglomerado urbano del mundo. Por ello, subrayó, es necesario que los habitantes tomen conciencia del problema y además hay que empezar a hacer las obras y tomar las decisiones que nos lleven a evitar el colapso hidráulico del Valle de México.

Repasó en forma somera la situación. Con el tiempo se ha extraído demasiada agua de los acuíferos, se ha promovido y provocado un enorme hundimiento del suelo y se sigue haciendo. Con ello se ha provocado el agotamiento del agua y se pone en riesgo la infraestructura del drenaje de la ciudad.

El drenaje ya no funciona como antes, hoy se deben hacer nuevas obras para evitar inundaciones en tres o cuatro años. Además, abundó, sólo se trata el 10 por ciento del agua que se utiliza en la capital.

Insistió en que al final de sexenio se deberá reciclar el ciento por ciento del agua que se usa en la ciudad; es necesario continuar reparando las fugas y suspender definitivamente el crecimiento de la extracción de los mantos acuíferos. ``No hay opción, no debemos seguirla viendo como una opción'', apuntó.

Traer más agua al Distrito Federal tendrá un costo de entre mil 500 y mil 800 millones de dólares en los próximos años, por lo cual es urgente que se recicle el agua para que cumpla su ciclo completo.

En el programa 1996-2000, precisó, están inscritas ya las obras que se requieren para abastecer de agua a la población de la ciudad y cuyo objetivo es lograr un suministro eficiente, oportuno y de calidad.

El propósito fundamental es reducir la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México y eso se logrará aumentando los caudales de los sistemas Lerma, Cutzamala, Temascaltepec y Amacuzac.

Entre las metas en materia hidráulica para este sexenio, detalló el jefe del DDF, para el periodo 1996-2000 se espera lograr un crecimiento del 93 por ciento en el acueducto perimetral, que prácticamente se va a duplicar, y se incrementará en una tercera parte la red primaria.

Asimismo, la capacidad de almacenamiento se incrementará en 20 por ciento y la de las plantas de bombeo y potabilización en un 27 por ciento. Para fines de este año, aseveró el regente, se tendrá un avance del 30 por ciento más o menos en el logro de estas metas.

Espinosa Villarreal insistió en que es necesario el cobro del agua por consumo medido. ``Lo repito, es indispensable para racionalizar su utilización y para contar con los recursos necesarios para hacer frente a esos compromisos financieros que significa incrementar la red hidráulica''.

En este sentido, precisó, ``es una política que deja de ser populista y se vuelve una política realista, que realmente genere los recursos necesarios para darnos esa viabilidad en materia de abasto de agua potable''.

Informó que para finales de 1997 quedarán instalados todos los medidores, lo que permitirá una cobranza mucho más eficiente; sólo así se tendrá viabilidad financiera. Asimismo, para el año 2000 se espera dejar avanzada la excavación del drenaje profundo en 31 kilómetros más.