La Jornada 20 de agosto de 1996

Desaloja la policía uno de los edificios universitarios en Seúl; mil detenidos

Afp, Efe, Reuter Ansa y Ap, Seúl, martes 20 de agosto Policías antidisturbios de Corea del Sur ingresaron esta madrugada en las instalaciones de la universidad de Yonsei para desalojar a los estudiantes que se mantenían atrincherados en dos edificios desde hace una semana, en demanda de la reunificación de las dos Coreas, con saldo de mil detenidos y varios heridos.

Los estudiantes albergados en el primer edificio se entregaron rápidamente tras la intervención de un equipo especial antiterrorista que llegó en helicóptero hasta el tejado; pero la resistencia era más activa en el segundo inmueble, donde los estudiantes lanzaron desde el tejado y desde los salones de clase cocteles molotov y sillas encendidas para contener los ataques de las fuerzas policiacas.

La policía, apoyada por helicópteros y vehículos blindados, se prepara para otra incursión en el campus universitario e ingresar pacíficamente en el edificio de Ciencia, donde se encuentran otros mil estudiantes, que reclaman la reunificación de la península coreana.

Los altercados se registraron un día después de que la policía amenazó con utilizar la fuerza para poner fin a las protestas de los estudiantes, mientras el primer ministro Lee Soosung los instó a rendirse y les prometió clemencia.

No obstante, Lee advirtió que caería ``todo el peso de la ley sin contemplaciones sobre los responsables de ataques contra las fuerzas del orden'', y sostuvo que serán castigados los manifestantes violentos y cometedores de crímenes contra la seguridad nacional. Aseguró que la violencia puede acabar con el proceso de reunificación.

El jefe de la policía, Park Il Young, amenazó con usar armas en situaciones en las que la vida de los agentes esté en peligro, y repitió el llamado del primer ministro Lee para que se rindan y se sometan a un interrogatorio los acusados de participar en reuniones prohibidas.

Sin embargo, Park Pyong On, el vocero de los estudiantes, rechazó el llamado del primer ministro, y señaló que pretendían resistir en tanto no se les garantizara el regreso a sus hogares en libertad y la policía se retirara.

Las protestas comenzaron el día 12 de agosto, que marca el fin de la ocupación japonesa, cuando la policía cerró el recinto universitario para evitar que se organizara una manifestación pidiendo la reunificación de la península. Desde entonces y hasta el lunes, más de mil 500 personas resultaron heridas, 700 de ellas policías, en tanto que 2 mil 500 estudiantes fueron detenidos y 60 de ellos acusados formalmente.

La policía trató de doblegar a los estudiantes impidiendo la entrada de alimentos, agua y medicinas desde el sábado pasado al campus universitario. El lunes, la policía disparó gases lacrimógenos sobre docenas de familiares de los estudiantes que pretendendían romper el bloqueo policial y llevarles alimentos y medicinas, ya que muchos no comen nada desde hace varios días, señalaron fuentes de prensa.