La Jornada 20 de agosto de 1996

Todo el fin de semana estuvieron concentrados en el Campo Militar los 22 subdelegados despedidos

Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño E. Los 22 subdelegados estatales de la Policía Judicial Federal (PJF) cesados el viernes pasado, fueron concentrados durante todo el fin de semana en el Campo Militar número uno.

Hasta la mañana de este lunes se les trasladó a la sede de la corporación en Reforma y Jaime Nunó, donde permanecían hasta la medianoche.

Entre los despedidos se encuentran Horacio Brunt Acosta, que dirigió el operativo Leyenda para detener a Juan García Abrego; Benjamín García, ex responsable operativo en Michoacán que durante 1995 y parte de 1996 ocupó el segundo lugar en decomisos (según el récord interno de la Policía Judicial Federal); Ricardo Straffon Escamilla, delegado en el Distrito Federal, y Noé Carrizosa, de Sonora.

Cuando llegaron al Campo Militar número uno el viernes por la mañana, les recogieron teléfonos celulares, automóviles, relojes, anillos, dijes... todo lo que llevaban de valor e, incluso, sus acompañantes también fueron retenidos en las instalaciones militares hasta la noche de ese día, cuando pudieron trasladarse a Jaime Nunó y Reforma a recoger los vehículos, una vez que su procedencia había sido verificada.

En tanto, de los 15 detenidos por portación de armas sin licencia, posesión de drogas y robo de autos, únicamente cuatro fueron consignados al Reclusorio Norte, por los dos primeros delitos y contrabando. Al resto se les inició averiguación previa por los mismos delitos y queda pendiente su posible aprehensión.

Entre esos 15 ex miembros de la PJF, ubicados ya como presuntos delincuentes, se encuentra un comandante, tres subcomandantes, ocho agentes federales y cuatro madrinas. Precisamente éstos fueron los consignados al Reclusorio Norte.

Quiénes son los quince y cómo andaban

Algunos de los quince detenidos hasta este lunes fueron descubiertos en flagrancia.

Uno de ellos, el comandante Hugo Antonio Zubieta Luna, fue detenido por portación de arma de uso exclusivo del Ejército, portación de arma sin registro y contrabando de armas.

Al segundo subcomandante Arturo García Nuncio, se le encontró en su vehículo muestras de mariguana. Explicó el hallazgo diciendo que utilizaba la droga para entrenar a un perro para la detección del enervante.

Sobrasale el caso del también subcomandante Filemón García Gaxiola, quien fue aprehendido en un vehículo presuntamente robado y en posesión de 15 mil dólares en efectivo.

Es hermano del ex comandante Rodolfo García Gaxiola, prófugo de la justicia, acusado de nexos con el narcotráfico y supuestamente ligado al caso Colosio, toda vez que se le señala como presunto autor del homicidio del ex director de la policía de Tijuana, José Federico Benítez López.

En el momento de su detención iba acompañado por los madrinas Miguel Zavala Altamirano y Julio González Domínguez.

Los otros detenidos son el subcomandante Mario Flores Jaime y los agentes Víctor Marcial Sosa, Leonardo Campos Hernández, Humberto Ruiz Limas, Abraham Eduardo Nava Hernández, Antonio Mendoza, Héctor Rojas Díaz y Jorge Rafael Ramos Montoya.

Otros dos pseudoagentes, conocidos como madrinas, son Belsabé Bello Alba y Alejandro Paz Ramos.

El caso Brunt

La Procuraduría General de la República (PGR) mantiene su posición de no dar a conocer los nombres de ninguno de los agentes, subcomandantes y comandantes cesados el viernes pasado por instrucciones de su titular Antonio Lozano Gracia.

Sin embargo, algunos de esos nombres han trascendido y entre ellos se encuentran el comandante Horacio Brunt Acosta, quien hasta el jueves de la semana pasada se desempeñara como subdelegado de la PJF en Baja California.

Con 20 años en la corporación, Brunt adquirió notoriedad cuando dirigió a un grupo de 17 agentes federales que el 14 de enero pasado dieron el más espectacular golpe contra el narcotráfico de los últimos años: la captura de Juan García Abrego.

Eso no le valió y fue incluido entre los policías que no reúnen el perfil ético que la institución requiere, según palabras del procurador Lozano.

Aunque el caso de Brunt Acosta fue tratado por algunos funcionarios de la dependencia, como ``ajeno'' a la decisión de cesar a 737 agentes y comandantes e incluso señalaron que éste había renunciado tres días antes, ayer trascendió que se encuentra entre los despedidos.

No sólo eso, según las fuentes de la PJF consultadas, Brunt se encuentra entre los subdelegados que permanecen concentrados en la sede de la dependencia, pues hay indicios de que incurrió en ``diversas irregularidades'' durante su gestión.

Los otros 21

En cuanto al resto de los subdelegados estatales que fueron separados de sus funciones, otros nombres que han trascendido son el de Noé Carrizosa, quien se desempeñaba como jefe de la PJF en Sonora; Ricardo Osorno, en Nayarit; Rodolfo Manzano Peredo, en Tamaulipas; el comandante Carrillo, en Sinaloa, y Ricardo Straffon Escamilla, en el Distrito Federal.

Fue llamado a cuentas también el comandante Benjamín García, asignado hasta el jueves pasado en la dirección operativa. Antes se desempeñó como subdelegado en Michoacán, ocupando en 1995, casi permanentemente, el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a decomisos de droga, principalmente mariguana.

Se encuentran concentrados en la PJF los ahora ex subdelegados estatales de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Michoacán, Campeche, Baja California Sur, Durango, México, Veracruz, Colima, Yucatán y Quintana Roo