Hostigamiento y represión contra mujeres en las maquiladoras
Alejandro Romero Ruiz, corresponsal, Chihuahua, Chih., 22 de agosto Un informe de Human Rights Watch denuncia violaciones a los derechos humanos y laborales, entre otras prácticas discriminatorias, contra las mujeres que buscan empleo o trabajan en la industria maquiladora asentada a lo largo de la frontera de México con Estados Unidos.
El reporte documentado de esta organización no gubernamental estadunidense, incluye entrevistas a trabajadoras en más de 40 maquiladoras de Baja California, Chihuahua y Tamaulipas y acusa que en esas fábricas de montaje para la exportación, las mujeres son sometidas a pruebas de embarazo y a preguntas que invaden su vida privada.
En el informe Sin garantías. Discriminación sexual en el sector de maquiladoras en México, dado a conocer el pasado 17 de agosto, Human Rights Watch precisa que en las maquiladoras ``rutinariamente someten a las mujeres que solicitan empleo a pruebas de orina obligatorias y preguntas sobre el uso de anticonceptivos, su periodo menstrual y sus hábitos sexuales para eliminar a las mujeres embarazadas y negarles empleo''.
También se incluye que en algunas empresas maltratan y obligan a renunciar a las mujeres que se embarazan poco después de haber sido contratadas.
En el proyecto de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch, se informa que muchas empresas, la mayoría con sede en Estados Unidos, utilizan personal médico propio o el de clínicas privadas para efectuar pruebas de gravidez.
Personal de las maquiladoras dicen a mujeres que solicitan empleo ``que si estaban embarazadas no serán empleadas, y que si quedaban preñadas serían despedidas''. Aunque esto es poco común, el organismo documentó casos donde personal de varias fábricas obligaron a las mujeres embarazadas a trabajar horas extras sin paga, las reasignaron a tareas físicas más difíciles y se negaron a proveerles asignaciones de trabajo más ligeras o que pudieran realizar sentadas, todo para obligarlas a renunciar.
La industria maquiladora en México está dominada por corporaciones estadunidenses, dueñas del 90 por ciento de las fábricas. Las maquiladoras son una fuente de millones de dólares al año en ganancias por exportación para México, y emplean más de 500 mil trabajadores, de los cuales más de 50 por ciento son mujeres, estimó Human Rights Watch.
Según el reporte, se encontró que maquiladoras pertenecientes a grandes corporativos como General Motors, General Electric, Zenith, Panasonic, WR Grace, Sunbeam Oster, Carlisle Plastics, Sanyo y AT&T ``exigen pruebas de embarazo como condición para ser empleadas, sometiendo así a las mujeres a un criterio de empleo diferente al de los hombres''.
Para la investigación se sostuvieron entrevistas, enviaron cartas a empresarios y se recibieron testimonios de mujeres, según el documento de 59 cuartillas.
En respuesta a una carta, Zenith Corporation indicó: ``Es una práctica común entre patrones mexicanos y de maquiladoras en Matamoros y Reynosa, preguntar sobre el estatus de embarazo como una condición médica preexistente'', y admitió eliminar mujeres preñadas para evitar el gasto de beneficios por maternidad.
Hubo gerentes de empresas que lo negaron, pero la organización tiene las cédulas y solicitudes de empleo que así lo hacen constar, asentó Miriam Rappa, activista de derechos humanos en Chihuahua.
Dorothy Q. Thomas, directora del proyecto de Derechos de la Mujer, consideró que ``el gobierno mexicano no debe tolerar el fomento de las maquiladoras a costa de los derechos humanos de las mujeres; la discriminación sexual está prohibida, tanto en las leyes de derechos humanos internacionales como en las de México. Nos preocupa que empresas estadunidenses y otras practiquen la discriminación sexual abiertamente y que el gobierno mexicano permita la discrimina ción de la mujer''