Durante la próxima reunión anual del Fondo Monetario Internacional, que se llevará a cabo en Washington, a principios de octubre, el organismo multilateral se verá obligado a extrapolar su actitud hacia las naciones en vías de desarrollo: del rigurosísimo ajuste estructural impuesto a sus economías, ahora pasará a proponer un amplio programa de condonación de deuda para los países más pobres del mundo, entre ellos México.
La realidad ha obligado a ese organismo internacional a reconocer que la deuda de la mayoría de los países del mundo es impagable. Ello, después de por lo menos 15 años de condicionar sus créditos a la aplicación de severos programas de ajuste, que dejan a las economías tercermundistas en peores condiciones a medida que se ejecutan las reformas estructurales que impone el FMI.
El problema más grave de la economía latinoamericana sigue siendo la deuda externa, que en lo que va de 1996 ha crecido alrededor de 24 mil millones de dólares, para mostrar un saldo de 555 mil 722 mil 600 millones.
Este monto significa que cada habitante de la región debe mil 412 dólares --con una población global de 393 mil 500 millones de habitantes--, y cada trabajador 3 mil 335 dólares --con una PEA de 166 millones 600 mil personas.
Según información del FMI, las reservas monetarias, estimadas en 132 mil 291.8 millones de dólares, cubren apenas el 23.8 por ciento de la deuda externa de la región. En este marco es necesario destacar que el desempleo registró también un incremento en los primeros seis meses de 1996, frente al primer semestre de 1995 con una tasa de 18.6 por ciento contra 15.72 por ciento del año pasado.
Los indicadores estadísticos del organismo multilateral indican que, por ejemplo, el pago del servicio de la deuda externa ha sido este año de 17 mil 986.8 millones de dólares en ocho de 15 países investigados. Estas naciones son: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México y Panamá.
De aquí, de allá y de todas partes
La deuda pública exterior de México, mientras tanto, ``disminuyó'' en 865.3 millones de dólares en el segundo trimestre del año, al situarse al final del periodo en 89 mil 833.2 millones de dólares.. Entre abril y junio México hizo amortizaciones por 8 mil 412.7 millones de dólares en concepto de intereses del monto de la deuda exterior, y dispuso de recursos del exterior por 7 mil 780.8 millones de dólares.
Mientras que al cierre de 1995, el monto de la deuda exterior representó el 32.7 por ciento del PIB, en el segundo trimestre de este año había bajado al 27.3 por ciento: el endeudamiento interno bajó del 6.2 al 5.3 por ciento en ese mismo periodo.
Así las cosas, con el previsible programa de quitas a la deuda que anunciaría el Fondo Monetario Internacional en octubre, el organismo estaría reconociendo que el endeudamiento externo ha sido la mejor fórmula para inmovilizar el crecimiento de las naciones en vías de desarrollo, disminuir la generación de empleos y pulverizar los ingresos de sus trabajadores.