La Jornada 23 de agosto de 1996

Demagogia, echar campanas a vuelo por el aumento del PIB: Zedillo

Elena Gallegos, enviada, Torreón, Coah, 22 de agosto El presidente Ernesto Zedillo advirtió que si echara hoy las campanas a vuelo sólo porque los últimos índices del PIB rebasaron los pronósticos oficiales, ``mentiría yo; sería un demagogo''.

Ese logro, dijo, no debe ser motivo para que ``nos declaremos triunfadores en esta batalla'', tampoco para bajar los brazos ni para la autocomplacencia.

Por el contrario, aludió a su deber como presidente de la República y volvió a apelar al carácter y voluntad de los mexicanos para que ahora ``que se ven un poquito mejor las cosas'', sigan trabajando con ahínco, ``recuperar lo que la crisis nos arrebató'' y enfrentar los graves rezagos históricos del país.

En Monclova, en otra etapa de su recorrido por esta entidad, el presidente Zedillo defendió los procesos de privatización, y calificó de ``indebidas'' las generalizaciones que se hacen sólo por algunos casos ``aislados y lamentables'' en esas desincorporaciones.

Reiteró su ``invariable'' decisión de seguir impulsando el cambio estructural del país y de la economía, ``porque sabemos que es la mejor ruta para alcanzar el desarrollo que nos hemos propuesto''.

Antes, en el Centro de Convenciones de esta ciudad y frente a empresarios, obreros y campesinos, el jefe del Ejecutivo convino en que ya no existe el riesgo, como hace un año, del desplome absoluto del aparato productivo, pero aclaró que los primeros signos de recuperación son todavía insuficientes.

Sin embargo, comentó que hoy se ve ``la luz al final del oscuro túnel'', y aseguró que en los últimos 10 meses ha aumentado la generación de empleos, por lo que ``podemos decir que se han recuperado todos los puestos que perdimos durante la fase más crítica'', aunque todavía es necesaria una economía más dinámica para crear un millón de plazas cada año.

``Debemos estar satisfechos porque hemos vencido la emergencia económica --señaló--, pero cada logro debe ser un acicate para esforzarnos cada día más''.

Recordó su visita a esta región lagunera en noviembre del año pasado, y quienes estuvieron trajeron a colación los momentos de gran tensión vividos entonces. La gente estaba furiosa. Hoy aquí, las cosas fueron diferentes. Sólo un puñado de barzonistas se apostó frente al Centro de Convenciones y el presidente pudo ver las mantas --``¡No pierdas tu casa, únete al Barzón!'', decía una de ellas--, y escuchar sus protestas.

Fue entonces cuando habló de los últimos indicadores económicos y comentó que aunque son mucho mejores de lo que se esperaba, la situación no es óptima, aunque sí se ha dejado ya la aguda y gravísima fase en la que la economía ``no sólo no crecía sino que se nos estaba haciendo pequeña''.

Dijo que hubo meses en los que tuvo reportes de que se llegaban a perder hasta 80 mil empleos, y ``ahora sucede lo contrario'', pero reconoció que aunque se recuperan, todavía no se resuelve el problema.

Llamó al auditorio a esforzarse para que se consolide la recuperación que comienza a perfilarse, y se alcance una etapa económica en la que se multipliquen las fuentes de empleo.

Al finalizar su encuentro con los representantes de los sectores productivos de La Laguna, el presidente fue abordado por una mujer. Angelina Ornelas le entregó una carta y alcanzó a decirle: ``Señor, mi hijo Cuauhtémoc desapareció el 5 de octubre del año pasado. El editaba la revista Mañana...''. El le ofreció ver el caso.

Ernesto Zedillo, acompañado por los secretarios de Desarrollo Social, Carlos Rojas, y de Educación, Miguel Limón Rojas, así como por el director de Banrural, Oscar Terroba, empezó su recorrido por Coahuila en San Pedro de las Colonias donde inauguró una planta despepitadora de algodón y charló con los productores.

Programa piloto para abatir el analfabetismo

Luego el presidente viajó a Monclova, donde lo recibió el alcalde panista Carlos Alberto Páez Falcón. En el Colegio de Estudios Tecnológicos escuchó a maestros, padres de familia y estudiantes hablar de los logros y carencias en la materia.

El presidente coincidió con ellos al señalar que el problema del analfabetismo en el país todavía es preocupante, y alcanza al 10 por ciento de la población adulta; en Coahuila el índice es del 5. Por eso aceptó una propuesta que le hizo el secretario Limón para que sea en esta entidad donde se ponga en marcha ``una gran iniciativa en materia de educación para adultos''.

Aunque las características del programa piloto están por definirse, Zedillo expresó que su objetivo será hacer realidad el precepto constitucional de que la educación básica sea obligatoria, y que el Estado provea de los medios para ello.

Más tarde atestiguó la firma de un convenio entre Apasco y Altos Hornos de México para construir una nueva planta cementera, y en ese momento defendió el proceso de privatización efectuado durante los últimos dos sexenios.

Al hablar del desarrollo de Altos Hornos desde que fue privatizada refirió que antes la industria acerera era una carga para el gobierno, y que con su venta se liberaron recursos que ahora se destinan a ampliar el gasto social.

Se reunió en Torreón con los 38 presidentes municipales, a los que reiteró sus tesis sobre el nuevo federalismo, y les explicó que no implica el abandono del gobierno federal de su función compensatoria que debe ser para equilibrar la disparidad de ingresos entre estados y municipios en función de su población y también de los índices de pobreza.

Los convocó a que sin distingos partidistas, gobernando para todos y sin condiciones, los tres órdenes de gobierno construyan el nuevo federalismo.